Opinión Nacional

Balance parcial de una gestión infame

Con el finalizar del 2005 termina un año más de la gestión que el actual Presidente iniciara en 1999. El balance puede hacerse bajo el rigor científico de la estadística y también puede ser perceptible desde el punto de vista visual y sensitivo.

De este último método podemos apreciar que la gestión del presente Gobierno es un auténtico cataclismo, basta solo para comprobarlo con tomar un vehículo y transitar las distintas carreteras aún existentes a nivel nacional. Con ello observaremos que la infraestructura vial del país es prácticamente la misma construida durante la Democracia, sin que haya habido un incremento significativo. Ello se siente aún más por el acrecentamiento del parque automotor que ha habido en estos casi 8 años de Gobierno, lo que ocasiona un colapso en el servicio de nuestras carreteras.

Si a ello agregamos la evidente falta de mantenimiento, que se percibe por la inmensa cantidad de huecos que se observan en todas las vías a nivel nacional y la desaparición de carreteras producto de accidentes naturales, no reconstruidas por el Gobierno, se llega a la conclusión que en materia de vialidad el balance de gestión del Presidente durante sus casi 8 años resulta ser infame.

Utilizando el primer método, nos damos cuenta que Venezuela siempre tuvo un crecimiento sostenido importante en la red vial nacional, hasta que finalizó la Democracia en el año 1998, cuando el actual Presidente asumió el Poder, hace ya casi 8 años. A partir de ese entonces el crecimiento se estancó, produciéndose incluso una desvialización con las pérdidas de las carreteras en Mérida, Vargas y otros Estados que han sufrido los rigores de la naturaleza y la desidia del Gobierno en reconstruirlos.

Los niveles de inversión en obras de vialidad, casi siempre presentaron un carácter creciente durante la Democracia. Actualmente, a partir de la toma de posesión del Presidente cuya gestión se evalúa, la inversión ha presentado un constante decrecimiento, dando como resultado económico, un estancamiento en las inversiones de vialidad, lo cual se evidencia, como ya vimos en el visible deterioro sistemático de las vías, que aunado a la carencia de promoción de nuevos planes de desarrollo a largo plazo en la infraestructura vial, revela que el problema vial se irá agravando.

Las inversiones en nuevas vías, en nuevos proyectos se desconocen, con el agravante de que esta gestión de Gobierno puede llegar a niveles históricos de inversión en materia de vialidad, similares a los del Gobierno de Cipriano Castro, si hablamos en términos reales.

Por otra parte no ha habido eficiencia en la continuidad del sistema de autopistas y carreteras que se habían iniciado en la Democracia, al punto tal de que con 8 años en el poder, no se ha podido concluir la carretera Santa Catalina – Sacupana en el Estado de Delta de Amacuro; la carretera Sipopo – San Fernando de Atabapo, en el Estado de Amazonas; la carretera San Fernando de Apure – Caicara del Orinoco, en los Estados de Apure – Bolívar; la carretera Sierra Imataca – Cuyas, en el Estado de Delta Amacuro; la carretera Machiques – La Fría, en el Estado de Zulia; la autopista Antonio José de Sucre, en el Estado de Sucre; la autopista José Antonio Páez, en los Estados de Portuguesa, Barinas y Cojedes, que estaba concluida en un 70%; la carretera Los Filulos – Cojoro – Castillete, en el Estado de Zulia; la carretera Coloncito – Orope, en el Estado del Táchira; la carretera Totumito – Palmarito, en el Estado de Apure; la autopista Rómulo Betancourt, el tramo Distribuidor Chuspita – Caucagua, en el Estado Miranda. A esto habría que añadir toda la red ferroviaria y las obras del metro de Caracas y de Los Teques, que aunque se han continuado, ha sido en una forma lenta e ineficaz.

Aunado a la falta de mantenimiento vial y a ineficiencia en la conclusión de las obras iniciadas en la Democracia, debemos sumar la falta de iniciativa en la creación o idealización de nuevos proyectos y/o nuevas ideas para buscarle soluciones a la problemática vial que tenemos y que tenderá a agravarse con el paso del tiempo.

Si analizamos la gestión de este Gobierno en materia de vialidad, tomando en cuanta que ha contado con recursos cercanos a los 500 mil millones de dólares, más que todos los gobiernos de la Democracia juntos, necesariamente debemos concluir que esta gestión ha sido un auténtico cataclismo. Dejo para el análisis la comparación en materia de viviendas, la cual omito porque me causa nauseas, pero allí verán que algunos gobiernos de la Democracia construyeron más viviendas en un mes que este Gobierno en 8 años.

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