Opinión Nacional

Bases del lineralismo 11

Nota 11. Continuamos. Historia.

  1. 1.El nivel en el que hay que actuar para romper el círculo vicioso de lo políticamente imposible es el de la realidad práctica de cada día al que algunos tratadistas denominan “histórico”.
  2. 2.Para muchos analistas es claro que el resultado de las decisiones políticas dependen de la opinión pública, de cada circunstancia especial, de la manera en que ésta influye sobre los procesos políticos y éstos, a su vez, se dejan influir por la misma.
  3. 3. La opinión pú­blica… (la supremacía política de la opinión pública… determina el curso de la his­toria… El hombre excepcional fracasa al pretender actuar en el orden social si pre­viamente no ha sabido conquistar la opinión pública. El progreso de la humanidad depende, por un lado, de los descubrimientos sociales y económicos que los individuos intelectualmente mejor dotados efectúen y, por otro lado, de la habilidad de esas mismas u otras personas para hacer que estas ideologías sean atractivas a la mayo­ría. Ludwig von Mises, La acción humana: tratado de econo­mía, cita, p. 1.021)… viene a ser el resultado de una serie de ideologías, creencias y principios, en muchas ocasiones falsos y contradictorios entre sí, pero que se van filtrando lentamente en el entramado social a través de una constela­ción de intermediarios ideológicos, que Hayek denomina “second-hand dealers of ideas”, es decir, tratantes de segunda mano de ideas ajenas. Entre éstos destacan los denominados en general “intelectuales”: novelistas, historiadores, guionistas de películas, y esos divulgadores profesionales de ideas que son los periodistas que cada día se encargan de comunicar e interpretar las noticias de más actualidad.
  4. 4. Parece ser que la principal y más urgente responsabilidad en este nivel de la realidad de cada día consiste en persuadir la opinión pública, fundamentándole en una teoría y moral adecuadas que sean conformes a los principios liberales. Se requiere un gran esfuerzo y constancia, dirigidos, sobre todo, y en primer lugar, a informar a estos intelec­tuales y divulgadores de ideas ajenas ganándolos para la causa cientí­fica y ética de la libertad que ya se encuentra perfectamente articulada en los niveles teórico y ético que comentamos en notas anteriores.
  5. 5.De esta mane­ra el ideal liberal podrá ir calando en el cuerpo social, gracias a la efectiva labor de un grupo de divulgadores e intelectuales que ac­túen aplicando a la realidad concreta de cada día los principios ya con­sagrados en la teoría de la libertad.
  6. 6. ¿Qué tipo de actividades concretas pueden y deben realizarse en este campo?
  7. 7.Por vía de ejemplo, y sin ser exclusivos ni exhaustivos, podemos sugerir de la siguiente manera las actividades que es conveniente impulsar y desarrollar cada día sin pausa en este ámbito:
  8. 8. a)Actividades docentes y de formación. Se trata de organizar semi­narios de formación en los ámbitos universitarios, y en general de im­pulsar encuentros, congresos, conferencias y jornadas en las que los in­telectuales y divulgadores puedan aprender de primera mano los principios y argumentos esenciales en los que se basa la economía de mercado. Estas reuniones sirven, además, para intercambiar experiencias y proponer nuevas formas de articular, cara a la ciudadanía, la aplicación práctica de los principios liberales.
  9. 9. b)Actividades de difusión y publicación de libros, trabajos y estu­dios relacionados con el ideal liberal. También, y ojala, un grupo de empresas e instituciones (organizaciones empresariales, cámaras de comercio, fundaciones, etc.) promuevan en mayor o menor medida es­tudios y trabajos de investigación dirigidos a aplicar el ideario liberal a los problemas sociales más acuciantes.

10. c)       Actividades relacionadas con los medios de comunicación. Se tra­ta de impulsar la aparición de revistas que se especialicen en el estudio y aplicación del ideario liberal; de conseguir que publicaciones perió­dicas de prestigio adopten una línea editorial comprometida con la eco­nomía de mercado; de mantener buenas y constantes relaciones con los profesionales de la información y, en especial, con aquellos que mues­tren más simpatías con el ideal liberal; y, finalmente, de lograr influir en los medios de comunicación de masas que, como la radio y la televi­sión, hoy tienen más impacto en la población.

11. d)       Creación de institutos y think tanks (tanques de pensamiento) de tendencia liberal. Se trata de reproducir el esquema ya probado, de éxito, consistente en la creación, impulso y desarrollo de institutos y fundaciones liberales dedicadas al análisis de los problemas sociales desde el punto de vista liberal, y a la concesión de becas y subvencio­nes para el estudio, desarrollo y articulación de las medidas políticas concretas de reforma liberal. Así, como en España, se ha creado el Instituto para la defensa del Libre Comercio (IDELCO), la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), la Funda­ción Concordia, la Fundación Cánovas del Castillo y otras más que, siguiendo el modelo del Instituto of Economic Affairs inglés, están co­menzando a tener un gran impacto sobre la clase política y la opinión pública en general. En lo que a publicaciones periódicas se refiere, aunque todavía queda mucho camino por recorrer, en España, por ejemplo, destaca el importante papel que actualmente están jugando medios como la Nueva Revista, Veintiuno y, sobre todo, el grupo edi­torial Negocios (compuesto por el diario Gaceta de los Negocios, el semanario Dine­ro y la cadena de radio Intereconomía); en la televisión española todavía no se logra plenamente introducir una adecuada línea editorial a favor de la libertad de empresa. La aparición de este tipo de institutos se remonta a una iniciativa del empresa­rio inglés Anthony Fisher que, tras la Segunda Guerra Mundial y deseoso de pasar al campo de la acción en pos de la libertad, contactó con Hayek consultándole qué podía hacer en este ámbito.

12. e)       Finalmente, es necesaria y conveniente, la adecuada coordinación nacional e internacio­nal de todas estas actividades. Así, por ejemplo, el intercambio de expe­riencias entre los institutos de los diferentes países y la ayuda mutua a nivel internacional entre los teóricos y divulgadores del ideario liberal se ha manifestado extremadamente ventajoso. Aquí ha jugado, en el ámbito académico, un papel protagonista la Sociedad Mont Pélerin, que fue creada por Hayek tras la Segunda Guerra Mundial y que hoy incor­pora en su seno a más de cuatrocientos intelectuales liberales, de los que siete han sido Premios Nobel de Economía. (Sobre la Sociedad Mont Pélerin puede consultarse a R.M. Hartweil, A History of the Mont Pélerin Society, Liberty Fund, Indianápolis 1995; y en español en el artículo “Los pala­dines de la libertad económica”, en Lecturas de economía política, Unión Editorial, Madrid 1987, vol. III, pp. 204-207). También el papel de la Atlas Research Foundation, impulsando la creación de institutos en Hispa­noamérica, Asia y Europa del Este, ha sido de gran importancia para extender el liberalismo en unos ámbitos que hasta ahora eran un coto cerrado del marxismo y del socialismo internacional. Y finalmente des­taca la labor de organización de seminarios académicos y de publica­ciones, efectuada a nivel internacional por el Liberty Fund, el Institute for Humane Studies, el Cato Institute, el Ludwig von Mises Institute y otros muchos más.

13. Como es lógico, la realización de todo este tipo de actividades ha de efectuarse siguiendo el principio de la especialización y la división del trabajo. Una misma persona o institución no puede ni debe diluir su esfuerzo en todas ellas. Por el contrario, es preciso que las distintas actividades se desarrollen de forma especializada y profesional, si bien es cier­to que una adecuada coordinación y articulación de funciones tiende a potenciar el positivo resultado de cada iniciativa. Así, y poco a poco, la acción permanente y combinada en todos estos campos termina desenmascarando a nivel de la ciudadanía, no sólo los errores del intervencionismo (totalitarismo, comunismo, etc.), su profunda inmoralidad y el egoísmo de los grupos privilegia­dos de interés que se aprovechan a corto plazo de los mecanismos del poder político, sino que además hacen posible la erosión irreversible del establishment y de las ideologías intervencionistas, generalizándose un estado de opinión pública a favor de la economía de mercado y del li­beralismo que, aunque de lento crecimiento, termina finalmente consolidándole y haciéndose inexorable e irresistible desde el punto de vista social y político.

14. Aquí, en nuestro país, todavía queda mucho por avanzar en pos de la economía de mercado. Hay esfuerzos. Y sin embargo, retrospectivamente, comparando la situación actual con la existente hace dos décadas, se puede notar el cambio que se ha producido a nivel de la opinión pública en favor de la liberalización en ciertos ámbitos.

15. Hoy, a pesar del régimen socialista-comunista castrista, totalitario, pocos niegan con énfasis los efectos beneficiosos, por ejemplo, que tiene la competencia en el campo del transporte; el efecto beneficioso que tiene la aparición de competidores en las comunicaciones marítimas, inalámbricas, por citar cortos ejemplos de liberalización que poco a poco han triunfando.

 

“Nunca, nunca y nunca otra vez, debería ocurrir que esta tierra hermosa experimente la opresión de una persona por otra”.

Nelson Mandela, Nelson Rolihlahla Mandela, 1918- , Unión de Sudáfrica, abogado y político, primer presidente elegido democráticamente mediante sufragio universal, líder del partido Umkhonto we Sizwe, brazo armado del Congreso Nacional Africano (CNA).-

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