Basta de pistoleros

El principal promotor de la violencia es Hugo Chávez, que ha arremetido contra todo el que ose discrepar de su pensamiento. Les ha dicho los obispos “miasma”, “Judas”, “fariseos”, “pusieron la plasta”, “tienen un diablo dentro de la sotana”, “están de espaldas a Cristo”, “se van a quemar en la quinta paila del Infierno”, “enemigos del pueblo”, etc.

Al General Baduel, su compadre, que antes era su “hermano del alma” “salvador” y “el General de la dignidad”, ahora es un “traidor”, “farsante”, “hipócrita”, etc.

Innumerables nos ha tildado a los que discrepamos de él de golpistas, fascistas, terroristas, imperialistas, depredadores, saboteadores, conspiradores, desestabilizadores, oligarcas, basura, escuálidos, miembros de cúpulas putrefactas, cochinos chillones, etc.

También nos ha amenazado que nos “hará morder el polvo”, que nos va a “pulverizar”, a “aplastar, que nos va a reducir a “polvo cósmico”, Chávez no nos trata como adversarios sino como a enemigos a los que hay que destruir, etc.

Innumerables veces ha dicho que hay que “defender la Revolución, rodilla en tierra”. Es de notar que si tradujéramos esta expresión del lenguaje militar al lenguaje ordinario tendríamos que traducirla como “échenles plomo”.

Esto y mucho más ha sido la manera como Chávez ha manejado su vocabulario de insultos, descalificaciones y agresiones. Hay que entender que este lenguaje “per se” genera hechos de violencia, incita al odio; es decir: es una orden presidencial de un presidente militarista, y bien sabemos que en el mundo militar las órdenes no se discuten; así por otro lado haya muchos factores y a nivel para mundial las órdenes sean cada vez más reflexivas.

Por eso mismo los policías y militares que actualmente están reprimiendo manifestaciones pacificas de estudiantes que no olviden los acuerdos internacionales suscritos por Venezuela como por ejemplo el Estatuto de Roma, que establece que los delitos de violación de los derechos humanos son imprescriptibles, de jurisdicción universal y no vale en la propia defensa el haber obedecido órdenes superiores: el soldado que cometa un crimen no podrá alegar en su defensa que masa masacró debido a las órdenes del capitán. Y que se vean en el espejo de tanto de Slobodan Milošević como a Augusto Pinochet les aplicaron este tipo de sanciones, a Milošević lo mandaron sus mismos compatriotas para ser juzgado en el Tribunal de La Haya donde murió y el juez Baltasar Garzón logró detener por mas de un año a Pinochet en la ciudad de Londres; luego por acuerdos políticos entre los gobiernos de Chile e Inglaterra fue devuelto a su país.

Complementado lo antes dicho, una vez más y en la concentración chavista del domingo pasado, Chávez estaba fuera de control y de límites, dijo que los estudiantes que marchaban contra la “reforma” eran unos “terroristas, hijitos de papá, sifrinitos”, etc; y pidió “mano dura” y “represión contra ellos” por parte de las autoridades llamadas por Chávez a reprimir marchas pacíficas, dichas autoridades le aplaudían cual focas de circo.

Además Chávez amenazó con hacer una concentración de millones de personas supuestamente afectas a él donde incendiarían el este de Caracas y que “no quedaría piedra sobre piedra”. Más claro no canta un gallo, esto es una clara incitación a actos terroristas, tal como los que hiciera el 4 de febrero de 1992.

No olvidemos los desagradables recuerdos de los pistoleros de Puente Llaguno, que por cierto, Chávez abortó la comisión de “la verdad” que se iba a nombrar para esclarecer los hechos de abril de 2002. ¡Como le aterra a Chávez la verdad!

Tampoco olvidemos los pistoleros de la Plaza Altamira del 16 de agosto de 2004, cuando al día siguiente del Referéndum Revocatorio mataron a Maritza Ron e hirieron a muchos de los de manifestantes entre ellos Ernesto Alvaranga. Esta vez es algo similar: los pistoleros de la UCV: “Para-Militares” chavistas, vale decir la banda de malhechores que el miércoles pasado atacó la Universidad Central de Venezuela (UCV).Fue una infame acción que los dejó desenmascarado ante Venezuela y ante el mundo, esto gracias a la valentía de Globovision y de canales internacionales como la CNN.

“Las pistolitas de agua”, armas largas, bombas y demás armamento no las compraron ni en la farmacia ni en la panadería; además con las mismas presuntamente quemaron un autobús en la mañana del miércoles pasado de unos estudiantes pacíficos que venían del Guárico. Las fuerzas represivas del gobierno que rodeaban la UCV no frenaron a los pistoleros, en consecuencia actuaron en complicidad con ellos; todo esto configura un cuadro que hace obvio que los pistoleros son bandas armadas financiadas y dirigidas por Chávez y su régimen: no queda otra…

Además, las veraces y contundentes imágenes los delataron, una imagen vale mas que mil palabras; todo esto a pesar de las mentiras y al peculiar el mundo bizarro y al revés de Pedro Carreño, que infructuosamente y en una infeliz cadena trató de culpar a los inocentes y victimizar a los culpables, el mismo personaje que había expresado que Montesinos había sido asesinado en una base militar naval en el Perú; Chávez complementó que “Pedro Carreño era un hombre serio” y que él tenía las mismas informaciones.

El para entonces Ministro de Relaciones Interiores del Perú no se tragó semejante camello y declaró que “Pedro Carreño sufría delirios como consecuencia de la fiebre tropical que padecía…”. Luego que apareció Montesinos, Carreño dijo que razones “estratégicas” lo habían obligado a tener que mentir.

Además no hace mucho tiempo declaró que la CIA expiaba nuestros actos privados a través del control remoto de DIRECT TV en nuestras respectivas casas; y no contento con semejantes disparates recientemente dijo que los taxistas se mataban entre ellos mismos para crear un clima de desestabilización contra el gobierno. Frente a todo esto como que mejor es aplicar el famoso dicho: “no comments”: “no hay comentarios”.

Sobre el asalto a la UCV por parte de los pistoleros de la UCV que respaldan a Chávez y su “SI” de la “reforma”, también se dijeron un atajo de mentiras en el supuesto “canal de todos los venezolanos” y en varios programas de TV en dicho canal: en el de una periodista que supuestamente es objetiva y un poco mas tarde en otro innombrable programa, tanto por su contenido como por su autor.

En dichos programas oficialistas tuvieron la cachaza de decir lo mismito que dijera Pedro Carreño los estudiantes pacíficos y democráticos eran los lobos feroces; mientras que los pistoleros que asaltaron la UCV eran “las caperucitas rojas”.

Como ue a Chávez el contundente éxito de la marcha de los estudiantes que apoyan el “NO” como que le dio envidia. En cambio su marcha fue un rotundo fracaso y con muy escasa concurrencia (esta vez no sacó los binóculos); a pesar de los innumerables autobuses, funcionarios obligados a ir so pena de perder su trabajo, personas pagadas (muchas se fueron al Sambil a gastarse ahí los churupos)

Quizás debido a esta frustración fue que (con o sin orden presidencial) los pistoleros chavistas fueron a causar desmanes en la UCV: lo que pasó fue que les salió el tiro por la culata ya que esta “operación comando” no les salió bien; recordemos la foto que los delata y que le dio la vuelta al mundo, digna de un premio Pulitzer.

No olvidemos que la verdad siempre se impone. La verdad es lo que es, la mentira es lo que no es. Si uno se pone a profundizar este pensamiento observará que la mentira es una ficción, una fantasía que no se sustenta por si misma sino en un vacío de verdad; por eso mas tarde o mas temprano la verdad siempre resplandece, igual que cuando en un cuarto oscuro (la mentira) basta con abrir las ventanas e inmediatamente entra la luz (la verdad). Es decir, así como la oscuridad es una falta de luz y automáticamente desaparece cuando el sol aparece; así mismo la mentira automáticamente se disipa cuando aparece la verdad.

No se puede tapar el sol con un dedo, a pesar de la mentira de Pedro Carreño que Montesinos no estaba aquí, la verdad se terminó imponiendo. Igual que Nerón que cuando mandó a incendiar Roma ordenó que se dijera la mentira que dicho acto vandálico lo habían hecho los cristianos. Quizás hubo algunos que en un primer momento le creyeron pero al final todo el mundo supo que el autor de semejante crimen fue Nerón y no los cristianos.

Así pasa con lo de los pistoleros de la UCV: fueron ellos los causantes de la pasada barbarie y no los pacíficos estudiantes que marcharon al TSJ y que volvían a la UCV.

Por otra parte, Chávez está fuera de si, esto es tan cierto que está en la ensoberbecida onda de retar hasta a Dios: «ni la mano de Dios hará que eche para atrás la reforma”. En este momento nos viene a la memoria cuando estudiábamos cuarto grado (1963), era una clase de historia, no recordemos bien donde, cuando y quien, pero sí el hecho.

Pareciera que fue en muestra guerra de la independencia y que le dijera Pablo Morillo pero es un hecho del que no estamos seguros; venía una batalla y previamente a ella el correspondiente General tenía todas las de las ganar, pero cantó victoria antes de tiempo, contó los pollos antes de nacer y dijo una infeliz frase llena de soberbia muy similar a la que dijera Chávez: “ni Dios me quita la victoria”.

Recordamos muy bien la frase de nuestro profesor: “el Dios de los ejércitos le quitó la victoria, tuvo una estrepitosa derrota…” Bien dice la Biblia: “Dios resiste a los soberbios “(Sant 4, 6).

Que Dios nos ayude a derrotar la soberbia de una persona que quiere una nueva Constitución hecha como un traje a la medida de un dictador, y que entre otras muchas cosas acaba con la autonomía universitaria y además cumple con libidinoso apetito por parte de Chávez de conseguir la presidencia vitalicia.

Todo pasa y más tarde o más temprano esto también pasará. Como dice San Pablo: ¿Si Dios está con nosotros, quién podrá contra nosotros? (San Pablo Rom.8).