¡Bochinche, Bochinche!
Este titulo viene al pelo con la actual situación que vive el país y la extraigo de una desesperada exclamación del precursor Francisco de Miranda el 31 de Julio de 1812 estando cerrado el puerto por el comandante Manuel María de Las Casas, Bolívar, Montilla, Peña y otros apresan a Miranda al caer la Primera República y lo entregan al realista Cervériz El Generalísimo musita: Bochinche bochinche, esta gente no sabe hacer sino bochinche”. Venezuela vive hoy un increíble trance desde sus cimientos producto de una exagerada acumulación de problemas en el orden económico, social y político estimulado deliberadamente por el mismísimo Presidente de la Republica. Este descomunal bochinche tiene el sello personal o más bien la impresión de su propia huella digital, con la diferencia que en 1812 el preso fue Miranda y hoy es el pueblo venezolano en lugar de Hugo Chávez. No hay sitio, institución o personas que no estén con los pelos de punta por lo que sucede todos los días, en cualquier parte o a toda hora. El gobierno es el gran ausente en la protección del ciudadano, de sus bienes y también de sus derechos fundamentales, pero copa todo su tiempo y espacios, pues lejos de cumplir la tarea que le asignan las leyes, el sentido común o la simple lógica, arrinconan a la gente amedrentándola permanente y sistemáticamente en un juego perverso del gato contra el ratón; olvidando que estos roles están cambiando rápidamente ya que el guapo dura hasta que el débil se cansa y se rebela. El régimen pareciera ignorar estúpidamente las lecciones o mensajes que el pueblo dio el 2D del 2007 y el mismo 23N de este año, se empeñan tercamente en apoyar un alocado proyecto personalista de reelección indefinida y perpetua, desfasado en el tiempo que dicho sea de paso, en nada ayuda a la necesaria cohesión del país nacional para enfrentar la mayor amenaza que jamás ha tenido el mundo contemporáneo y que ya está derribando nuestras puertas. Basta con sacar algunas cuentas gruesas sin mucho detalle para medir las consecuencias de no haber ahorrado o invertido para la época de las vacas flacas. El inefable petróleo, pan nuestro de cada día, que hasta hoy facturábamos a 90 dólares por barril, ahora nos pagaran menos de treinta. El aluminio que estuvo por encima de los 2500 dólares por tonelada en los últimos tres años, hoy de cotiza a 1500 con tendencia a seguir bajando. Sidor en medio de un accidentado proceso de renacionalización que no acaba todavía, esta inmersa en un caos gerencial donde nadie toma decisiones, debido a ello sus problemas operativos, propios de una administración socialista le han mermado 650 mil toneladas de acero de una capacidad cercana a las cuatro millones. Ferrominera Orinoco, otrora tacita de oro de la CVG, ha tenido que pagar este año 100 millones de dólares por retardo en el despacho de buques con mineral debido al mal estado y deplorable mantenimiento del canal del río Orinoco. Bauxilum, productora de bauxita y alùmina, Carbonorca que fabrica ánodos de carbón para las reductoras de aluminio junto a Ferrominera darán por primera vez en su historia de más de 30 años, vacaciones colectivas obligatorias o forzadas a su personal debido a graves problemas de flujo de caja los cuales son tan severos que hace poco mas de un mes la junta directiva de CVG Minerven a solicitud telefónica del ministro de Industrias Básicas y de Minería Rodolfo Sanz, le exigió aprobar al directorio de esta empresa un auxilio financiero a la moribunda alcasa por 20 millones de bolívares fuertes para honrar el pago de la nomina y obligaciones navideñas la cual se aprobó con el voto salvado de los directores laborales. Esto es algo insólito que compromete seriamente la gestión de Minerven que aun no ha podido cumplir todas sus obligaciones contractuales con sus trabajadores lo que genera un estado de angustia en la población de el callao al sur de Venezuela. Si a esto le sumamos el continuo desmantelamiento de PDVSA con una producción cada vez mas critica que no aguanta el menor análisis ni mucho menos una simple auditoria, podemos deducir que el cuadro que tenemos por delante no es para nada alentador y como dice el dicho popular: Éramos muchos y ahora parió la abuela, pues en medio de esta vorágine que nos consume nacional e internacionalmente ahora le dió a Hugo Rafael la recurrente manía de montarse en el santoral de la reelección per sécula seculorum como si con ello los venezolanos de a pie o las amas de casa van a ir felices al mercado y colorín colorado el sueño nos han robado. El problema medular ciertamente no es la reelección en sí, ni mucho menos. El verdadero problema es un Presidente con una prodigiosa capacidad de mentir y engañar como si nada, que hoy dice una cosa y mañana hace otra, que ofende, agrede e insulta sin miramientos de ninguna índole para luego afirmar que el nunca dijo eso y que todo ha sido producto de una diabólica manipulación mediática de los lacayos del imperio que lo quieren matar. Ya nos cansamos de la tortura de su grosero verbo, de su poca o ninguna transparencia en el manejo de la cosa publica que es de todos y no él. Ya basta que se proteja al delincuente y se persiga al inocente solo porque el primero está con el proceso y el segundo lo critica. El pueblo está hasta la coronilla de tanta conflictividad, odio e incapacidad que transpira el oficialismo de la mano de su descontrolado guía y por ello ya se sienten los aires frescos de un cambio por venir pero si el despotismo otra vez levanta la voz, seguiremos el ejemplo que Caracas dio.
