Chávez hacia la ruptura histórica
Chávez se planteó la tesis de la “Ruptura Histórica” para hacer realidad la revolución. A la “Etapa de Transición” seguiría la “Etapa del Proyecto Nacional Simón Bolívar”, entendido como “Socialismo del Siglo XXI”. Esa Etapa de Transición” fue pensada para ser ejecutada en un plazo de 3 años. Luego vendría la “nueva sociedad”, basada en la fusión cívico-militar. “Tenemos un proyecto de transición de 3 años de plazo, pero sin perder la perspectiva de un modelo de sociedad distinto, de un modelo económico distinto”, le dijo a Agustín Blanco Muñoz (Blanco Muñoz: 1998).
El paso de la etapa de preparación de la revolución (convivencia de sistemas contrapuestos: socialismo-capitalismo) a la fase superior (socialismo revolucionario) podía vivir una situación traumática. Después de escuchar el planteamiento radical de Chávez, Blanco Muñoz le preguntó: “¿Tú crees que la salida aquí será violenta o pacífica?”. El entonces candidato presidencial respondió con seguridad: “Yo creo que va a ser violenta”.
Ya en el gobierno, Chávez le explicó a Dieterich que la estrategia para lograr la revolución bolivariana constaba de 3 pasos: a) ofensiva de masas; b) aceleración de la estrategia constituyente; y, c) “el tercer eslabón, que no se ha producido, es el desencadenamiento histórico.” (Heinz Dieterich: 2001).
El tema de la “Ruptura Histórica” fue debatido en el Partido de la Revolución Venezolana en tiempos de la guerrilla. El PRV sostenía que sin una ruptura total con el sistema (filosófica, ética, ideológica, científica, tecnológica, económica, cultural) era imposible hacer una revolución que permitiera crear una nueva civilización. Chávez tomó la médula del concepto, la necesidad de “romper” la historia para hacer una “nueva sociedad”. Pero Chávez no se plantea crear “una nueva civilización”, sino un Estado socialista.
La Etapa de Transición no duró 3 años. La realidad la prolongó a 8 años. El 3-D del 2006, relegitimado, Chávez anunció, por fin, el inicio de la Etapa que instalaría en Venezuela el socialismo del siglo XXI. La ruptura, que debe ser estructural, ha tomado cierta forma (ruptura parcial con EEUU, con el Banco Mundial, con el FMI, medidas de estatizaciones negociadas en los sectores definidos como estratégicos -telecomunicaciones, energía-, advertencias de algunas estatizaciones en otros sectores -metalúrgicos, alimentación, banca, vivienda, educación-).
El camino hacia la esperada Ruptura Histórica sigue prolongándose. Por ahora solamente ha significado el inicio de una etapa intermedia entre la Transición y la revolución.
Algo muy grande debe ocurrir para que se produzca la Ruptura Histórica, tal como el propio Chávez se lo confesó a Blanco Muñoz. Esa es la cuestión.
