Chávez, puntofijismo y el pensamiento del deseo
El 4F despertó al país. El desencanto, la frustración, la impotencia, el desaliento, la rabia, la indignación, el escepticismo, el nihilismo… Todos o algunos de estos sentimientos se habían apoderado del venezolano como consecuencia del desgobierno puntofijista. Yo era uno de tantos. El 4F fue como uno relámpago en medio de un océano de oscuridad.
La aparición de Chávez a raíz del 4F y su “por ahora”, lo presentó como la encarnación de la esperanza.
Personalmente me integré al MBR-200. Formé parte de su dirección en el Zulia. Entregué alma, vida, corazón y pasión a la causa, organización y formación de este Movimiento. Dura fue nuestra tarea. Queríamos sepultar la infamia puntofijista y su envilecimiento político.
Pese a las contradicciones y limitaciones que fuimos conociendo en Chávez, lo vimos y vendimos por un tiempo, como la salida para la agobiante crisis.
El deseo de superar los males que nos aquejaban determinó y condicionó nuestro pensamiento y acción. Un fenómeno psico-cognoscitivo y político. Es lo que en literatura anglosajona se conoce como Whisfulthinking.
Según este planteamiento, el deseo de alcanzar algo, hace que veamos las cosas, en el proceso del conocimiento de un modo particular. Algo similar a lo que ocurre a los enamorados Es una subjetividad cognoscitiva que influye en la relación sujeto-objeto del conocimiento, en el razonar y en el pensar. El Whisfulthinking fue en nuestro caso y en el de la mayoría de los venezolanos, lo que determinó nuestras luchas. Eso nos determinó a creer en Chávez como solución política para el país
Hoy el Whisfulthinking sigue presente en nuestro proceso político. ¡Pero cuidado! En el antichavismo hay mucho de lo que hemos querido cambiar y sigue vivo, de lo que Chávez nos prometió sepultar, pero que no sólo lo ha mantenido vivo, sino que le ha dado oxígeno con su ‘malgobierno’. Porque el puntofijismo es la causa del ‘fenómeno Chávez’, y por tanto, genera ese Whisfulthinking: Ese deseo político de lograr el cambio.
Pero, en la medida en que con el chavismo se han mantenido los vicios del pasado, el Whisfulthinking continúa vivo. Los ‘lázaros’ que Chávez resucitó se alimentan también políticamente, muy pesar del país, de ese Whisfulthinking. ¿Cómo romper el círculo vicioso? ¿Cómo impedir el retorno y continuidad puntofijista alimentados por el chavismo? ¿Cómo superar el pensamiento del deseo y asumir objetivamente nuestro devenir político? Sólo cuando dejemos de creer en loterías e iluminados, militares salvadores, etcétera, y asumamos racionalmente la política podremos salir de este círculo vicioso que tanto daño nos ha producido.
* Profesor Titular Emérito de la Universidad del Zulia
