Opinión Nacional

“Ciudadanicidio” y Deshumanización

Ante las reiteradas denuncias de magnicidio, se nos ocurre una palabra que aunque no forma parte del diccionario, describe la dramática situación a la que estamos expuestos los ciudadanos de este azotado país. En lugar de pretender crearnos preocupaciones a los venezolanos porque quien ejerce la presidencia de la República pueda ser víctima de un atentado, debieran más bien preocuparse los responsables de la seguridad ciudadana del número de ciudadanos que día a día mueren víctimas del hampa en todo el país, como consecuencia de una violencia que muchas veces es estimulada por verbos encendidos que agreden sin misericordia quienes no piensa como ellos y los exponen al odio de una sociedad que han pretendido dividir para poder vencer en sus más bajas ambiciones.

El “ciudadanicidio” es a lo que estamos expuestos cuando salimos a la calle y creemos que va más allá de un simple homicidio como los quieren catalogar los organismos técnicos de policía. Somos todos los ciudadanos que habitamos en esta tierra de gracia los que nos exponemos a que nos maten por cosas tan simples como rozarle el carro a otro conductor, luego de largas horas en el tráfico de nuestras ciudades o por cosas tan difíciles de entender, como el vil asesinato de nuestro querido Julio Soto, dirigente estudiantil del Zulia, para quien vaya un afectuoso y solidario recuerdo desde estas notas, en la espera que no quede impune tan cruel “ciudadanicidio”.

En nuestra humilde opinión, esta triste circunstancia por la que atravesamos en Venezuela, viene dada por circunstancias que son absolutamente ajenas a lo que siempre fue nuestro modo de ser y que como dice nuestro amigo Emeterio Gómez, hacen brotar los instintos más bajos del espíritu del ser humano, al extremo ver al otro (a nuestro prójimo) como quien ve a cualquier alimaña, a la que podemos aplastar sin piedad alguna. Los ánimos están permanentemente caldeados y la gente anda por la calle enardecida, sin importar cual sea nuestra preferencia política, llegando así a un estado de deshumanización, cuyas consecuencias trágicas son difíciles de predecir y cuya mejor muestra es la multiplicación de esos “ciudadanicidios” con los que nos topamos todos los días.

Vemos entonces como escasean esos buenos y nobles sentimientos de afecto, solidaridad y empatía que siempre formaron parte de nuestro ser latino, que siempre nos llevó a involucrarnos con el otro en sus problemas y sus soluciones, aunque no fuera sino alguien (el prójimo) en aprietos, con quien nos topamos por primera vez y donde la ayuda mutua es un elemento clave en nuestro comportamiento ante esos momentos difíciles.

Necesario es entonces que recuperemos la cordura, que nos tomemos las cosas con calma, que comprendamos que el otro no es el culpable la rabia que sentimos, que dejemos de verlo como un agresor permanente y sobre todo, es fundamental que desde los altos niveles del poder dejen de exacerbar el odio, la rabia y la venganza como comportamientos recurrentes de no sabemos cual “hombre nuevo”.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba