¡Colín-coleo!
Lanzado va el teniente-coronel, forrado de harto dinero. Qué fácil es gobernar cuando las arcas de la nación están abiertas a las irrestrictas apetencias del poder.
El mundo entero está perplejo y casi todos quieren disfrutar, lo más pronto posible, de ésta sangrante debilidad. Por lo tanto no es extraño que Zapatero, Putin, Kirtchner, Lula, por no mencionar a Castro y otros tantos necesitados, estén ansiosamente pendientes de aprovechar la oportunidad: “A caballo regalado no se le mira el colmillo”.
En realidad, cada benévolo reconocimiento que cualquier personalidad internacional le hace al gobierno de Chávez proporciona una cierta cantidad de turnos para darle a la piñata. Y como nuestro presidente no difiere de la idiosincracsia que caracteriza a tantos venezolanos, acostumbra a menudo a exclamar, y eso en voz muy alta: – Ta´barato, dame dos. Y así, exaltados por las arengas facilistas de nuestro presidente, vomitan estas personalidades nuevos reconocimientos y nuevos e ingeniosos alagos a las faenas revolucionarias de este carismático y simpaticón lider ta´barato.
Los indios ta´baratos siempre han existido en nuestro país y los hay de todas las toldas. Y así, a punta de repartir dinero, se han mantenido y se mantienen en el poder mientras no falten petrodólares.
Incultos, se dice de los pueblos que comen de titulares, de mensajes mesiánicos, de limosneras cesta-ticket y de paso, peor para remate en nuestro caso, de los que son fervientes creyentes de las eternas bondades de pandora y el agua de babandí.
En realidad es el dinero y no la política lo que apuntala nuestra desastrosa situación. ¿Será que no lograremos cambio mientras la caja no merme?
Como aquí ya casi nadie puede trabajar en el sector productivo, ya que los que lo hacían quedaron desempleados por ser malévolos escuálidos, existe sólo un producto a disfrutar: el pandorado petróleo.
Parece ser que en Venezuela, desgraciadamente, ya se ha instaurado la paupérrima felicidad de los subsidiados; pero cuando la caja de pandora decline y Putín no nos salude más, ni Castro nos pare metra porque la bolsa flaquea, pagaremos los desmanes que este torpe presidente va dejando por doquier. Eso es de antiojito, se los garantizo.
En últimas cuentas ¿de quién es ese dinero?
Como bién apuntó Miguel Hernández (Vientos del Pueblo), los bienes le pertenecen a la sociedad activa “-Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, decidme en el alma: ¿quién, quién levantó los olivos? No los levantó la nada, ni el dinero, ni el señor, sino la tierra callada, el trabajo y el sudor”.
Pero como para nosotros eso es sólo literatura de otros lados que no tiene nada que ver con nuestra inproductiva, pero gastadora revolución, la situación es diferente.
Les digo en el alma entonces,
que aquí en este patio nuestro,
tan vernáculo y querido,
el dinero pertenece,
casi siempre a los más vivos.
Y por supuesto:
Colín-coleo,
ta´barato dame dos,
y el resto a llorar al valle.
Liko Perez
Estocolmo, 2005-02-13
