De nuevo hacia las elecciones

Todo parece indicar y de manera sustancial, como va a cambiar el mapa político venezolano luego del 23 de noviembre, y aunque la oposición ha cometido errores garrafales, tiende a volver a ganar espacios de poder perdidos años atrás por el chavismo. Chavismo que demostró de manera contundente su gran ineficiencia, corrupción, clientelismo, hampa desbordada, crisis económica, y un sin fin de problemas, que prometieron resolver, y ha sido todo lo contrario. Ahora son problemas endémicos en todos los Estados del país.

Los problemas en Venezuela se han agudizado de una manera tan desbordada que estamos en un estado de sitio permanentemente frente a la muerte, y frente al Estado más corrupto e inoperante de la historia constitucional.

Son diez años de desgobierno, diez años de mentiras, diez años de discursos populistóides, diez años de latrocinio, diez años de todo, porque este país, y digámoslo sin ambages, esta destrozado, está vuelto cacao, (…) lo cual pone en la palestra pública la necesidad de salir por vías legitimas y sobre todo constitucionales de tamaño Estado de forajidos. Es decir, por medio el voto, que aún nos queda.

Y ello nos llama poderosamente a la reflexión por todos los desmanes cometidos por el proceso delincuencial llamado bolivariano, que de bolivariano solo tiene la triste figura de un Bolívar pisoteado, trasgredido y sobre todo, muy mal comprendido por estos que trajinan con la historia patria. No solo eso, sino la pretensión de seguir con el mito de otros delincuentes como el Che Guevara, Fidel Castro entre otros. Eso sí, queda demostrado fehacientemente que ningún régimen de gobierno de corte militar socialista, funciona. Punto.

¡Claro! a no ser por el satélite socialista. Lógico, viven en otro mundo, viven en el espacio, no comprenden las realidades actuales, gastando los petrodólares por el mundo y dejando al ciudadano venezolano ladrando, pasando penurias. No, es demasiado pedir, esta gente no piensan en la gran mayoría cansada de tanto vagabundo en el poder.

En tal sentido es un deber, no, es una obligación con nuestro futuro salir de nuevo, y una vez más, a votar. Demostrar que se puede lograr un país viable, un país sustentable, un país más democrático, un país posible de cara al siglo XXI, sin ese mal llamado mondongo pre-ideológico, socialismo de micrófono del siglo XXI, que de siglo XXI solo tiene el número, porque de resto es una gran contradicción incluso hasta dialéctica.

Porque la Italia de Mussolini, así como la Alemania de Hitler, como la Rusia de Stalin, o la Yugoslavia de Josip Broz Tito, en su momento aparecieron bajo promesas socialistas engañando descaradamente a sus naciones por la gran pobreza. Cosa parecidísima con este milico de turno y sus genuflexos de oficio. Pero si, socialismo para los boliburgueses de las camionetotas, Gringas, gringas, todas ellas por cierto. O los maletinzazos con bastantes dólares, gringos, gringos. ¿entonces? La revolución se alimenta de los dólares del popular imperio, y por supuesto del capitalismo.

Los peligros antidemocráticos continúan presente, y hoy más que nunca bajo una izquierda peregrina, vemos cómo el discurso disfrazado y sobre todo muy televisado, se mantenga una relación netamente instrumental con la democracia en el país.

Salir a votar, votar con conciencia y sobre todo, votar con paciencia para defenestrar el desquiciado socialismo del siglo XXI, como muy pertinentemente lo han llamado intelectuales como Fernando Mires en recientes publicaciones, o como lo ha venido advirtiendo Enrique Krauze, Mario Vargas Llosa, Álvaro Vargas Llosa, Fernando Rodríguez, Teodoro Petkoff, Alfredo Ramos Jiménez, Plinio Apuleyo Mendoza, Manuel Caballero entre otros intelectuales que se me escapan los nombres.

Los venezolanos estamos demostrando que queremos votar, porque, en los últimos sondeos a nivel nacional están reflejando que más del 80 % de los ciudadanos quieren participar en la venideras elecciones. Por ello, los discursos del presidente son tan incendiarios, simplemente se sabe derrotado, en por lo menos seis gobernaciones y muchas tantas alcaldías de importancia, y precisamente por eso debemos votar para comenzar a conquistar los espacios de poder y comenzar de nuevo a refundar el Estado venezolano.