Decálogo para elegir bien
1. Cada voto cuenta. El teniente coronel Chávez, con la complicidad de cuatro de los cinco rectores del CNE, se ha saltado todas las reglas de la mesura y la contención, se ha valido del más obsceno ventajismo mediático y ha hecho ostentosa gala del desprecio a la Constitución y a ley para intervenir indebidamente en una campaña electoral de autoridades locales y regionales que nada tiene qué ver con el mandato presidencial que expira el 10 de enero de 2013. La única razón que puede explicar tal desmesura es inhibir a los electores, provocar la abstención, y al mantener el statu quo actual, intentar promover su inconstitucional reelección.
Si el ciudadano se abstiene de votar, otro decidirá en su lugar.
En defensa de la Constitución salgamos a votar.
2. No vendemos el voto. En unos sufragios democráticos, la decisión ciudadana no tiene «precio». Hemos visto cómo el desespero ha llevado al teniente coronel Chávez a ofrecer carros virguitos (sic) a los militantes de su partido que se comprometan a acarrear votantes el día de las elecciones, a ofrecer viajes para Cuba a los patrulleros que cumplan con las asignaciones del buró político, a la impúdica regaladera de lavadoras, cocinas. He visitado muchas zonas populares en el oeste de Caracas y en especial del municipio Sucre, y estoy convencido de que no podrán comprar la conciencia de un pueblo que ya decidió que es hora de cambiar.
3. Votemos por la calidad de vida. El domingo debemos tener plena conciencia de que la calidad de vida diaria en nuestros estados y municipios en los próximos años dependerá de cómo las autoridades que elijamos administren los recursos. Unos candidatos ofrecen la construcción del socialismo (sic), otros, ocuparse de recoger la basura, mejorar la vialidad, afrontar la delincuencia.
Con nuestro voto decidimos lo que queremos.
4. Votemos por la democracia. Tengamos conciencia de lo que han hecho los candidatos en defensa de la libertad y de los derechos de todos, votemos por quienes respetan la Constitución y por quienes se comprometen a gobernar para todos. Muchos de esos candidatos que hoy piden nuestros votos aprobaron la reforma constitucional que acababa con los gobernadores y alcaldes electos por el voto popular, y autorizaba al jefe del Estado a nombrar, a dedo, autoridades regionales.
5. Votemos por la paz. Todos los sondeos de opinión indican que los venezolanos queremos paz, tolerancia y unión. No apoyemos a los violentos. Tenemos una excepcional oportunidad para decir no a los insultos, no a las amenazas, no al lenguaje escatológico que degrada la política. Quien esté cansado de la grosería debe manifestarlo. Quien se quede en casa, calla y otorga.
6.Votemos por los mejores.
No nos dejemos seducir por las apariencias. Votemos por candidatos serios, honestos, bien preparados y comprometidos con nuestros estados y municipios. Votando sancionamos la mediocridad y premiamos la apuesta por la excelencia.
7. Evaluemos el equipo de trabajo. Ya basta de líderes mesiánicos y «puedelotodo». Una buena obra de gobierno se fortalece en la competencia y coherencia del equipo de trabajo. ¿Quién acompaña a nuestro candidato? ¿Aplaudidores o profesionales expertos? 8. Votemos por propuestas creíbles. Apoyemos a candidatos con planes para solucionar los problemas concretos que afectan a nuestras comunidades. Rechacemos las campañas basadas en descalificaciones. Si un candidato aspira a la reelección, es imperativo evaluar su gestión.
9. Voto responsable. Seguridad, salud, educación, recolección de basura, recreación, calles iluminadas y sin huecos, centros culturales y deportivos en nuestra comunidades dependen de nuestro voto. Hay que elegir bien y no dejarnos chantajear. ¿De qué nos sirvió a los caraqueños tener dos alcaldes y un gobernador del partido de Chávez? ¿Les dio los recursos? ¿ Adónde fue a parar el dinero público si nos agobia el hampa, la basura maloliente y el tráfico infernal? Con nuestro voto el cambio es posible.
10. Votemos por la convivencia. Confío en que más allá de las amenazas, de los insultos de Chávez, los ciudadanos de convicción democrática iremos a votar el próximo domingo. Venezuela necesita ser plural y multicolor para comenzar la construcción de un país de progreso para todos. Sin exclusiones ni pases de facturas.
