Opinión Nacional

Del terror a la libertad

La investigación  mas elemental al presente régimen,  su gobierno, el presidente, permite  establecer, sin posibilidades de error, que el presidente Chávez padece de una de las enfermedades de mas compleja cura, si hubiere,  que ha padecido dictador alguno, no tanto porque no haya sido común a ejemplares tales como  Hitler, Videla, Pinochet,  sino porque en él alcanza expresiones tragicómicas que en aquellos  fueron rasgos menores. Para  asumir la mayor buena fe, es propio del pensamiento autoritario el horror a la crítica.  Porque ellos se deifican y en consecuencia se asumen y creen ser poseedores de la verdad, que su verdad es única y eterna y que ellos son los únicos en poseerla. Le temen, tienen miedo y horror  a la crítica porque ella puede derrumbarle su verdad, puede –como en efecto hace – desmotar sus falacias, demostrar  sus incompletitudes, sus inexactitudes, su invalidez y estas, para ellos terribles demostraciones, lo sacan del altar. Lo  desdeifican, lo  hacen ser mortal, falible, le entierran su auto-idolatría y egolatría. Y es este miedo, el que impone al autócrata, no importa cómo se le llame,  refugiarse en la fuerza y usarla en contra de sus enemigos, que son todos quienes no asuman la verdad de su verdad y el acatamiento a sus ordenes, disposiciones.  Obviamente los secuaces del autócrata son siempre seres acríticos, son sumisos cómplices. O mercaderes de su templo, cuya tasa de beneficios crece tanto más según mayor es la autodeificación del autócrata.  Les toca el papel de probar que el autócrata no quiso decir esto sino lo otro,  que no quiso hacer esto sino aquello,  pero, lo peor, son sus cómplices y adoradores.  Si el grado de inteligencia y conocimiento les permite estar por encima del dictador se hacen  sus justificadores y sus engañadores.  A sabiendas de que el dictador es eso,  un dictador, le arman de “sabiduría”, de justificaciones morales,  de tesis e incluso teorías para fundamentar la criminalidad del Jefe y lo perverso y aberrado de sus objetivos.  Goebbels  uno de esos  “maestros” de Hitler,  como, salvando las distancias, pudo ser Laureano Vallenilla Lanz para Gómez.  No tengo un ejemplar de esta información con relación a Chávez, y JV Rangel que podría ser, no alcanza la formación intelectual  de estos  seres.

Producto de esta enfermedad el autócrata ve al mundo desde su ombligo y cree que en  su ombligo está el mundo.  De esta visión de sí y de su punto de mira, se erige mesías. El cómo lograrlo varía de formas y del coraje y capacidad del autócrata. Hitler escogió el camino de la guerra sustentada en la idea de que los alemanes constituyen una raza superior, creía en la superioridad de del pueblo alemán, llamada a superar las debilidades del mundo. Chávez, en cambio, la única fuente de su convocatoria está en la compra y control de los más miserables y en el culto y la  potenciación del odio como forma de  hacer concreta la práctica política, sin asomo de una ideología medianamente sostenible, sustentable. Odio que supone un enemigo responsable de la tragedia que él pobre padece.  Por esta vía construye, entonces,  toda la bazofia de su discurso.  Discurso que en todos los casos tiene el mismo uso, mentir y mentir y mentir mil veces mil para que se haga verdad tal bazofia. (Premisa de Goebbels). Las cadenas de Chávez constituyen la más  sencilla e irrefutable demostración de lo que aquí se afirma. Pero a diferenciad de otros dictadores que pueden exhibir logros materiales, tecnológicos, científicos, nuestro ejemplar solo puede exhibir fracasos que trata de esconder, justificar, mediante la cháchara de un lenguaje montado en la dicotomía bien/mal y todas las expresiones que en ese universo semántico caben. El imperialismo/ el mal. El capitalismo/ el mal. La propiedad/ el mal.  El socialismo/ el bien. Y como claro material, las misiones.  

Esta forma del discurso ha sido ampliamente estudiada, especialmente a partir de la caída del nazismo alemán que culpó a los comunistas, a los socialdemócratas, a los obreros y a los judíos de los males de Alemania, pero en la palabra de Cristo ya había sido observada en la tendencia de ocultar y justificar las miserias propias, nuestros errores, en los pequeños defectos ajenos. (Lucas 6, 41-42). Sobre esta hipocresía se construye la moral del régimen de todo dictador, pero sobre la cual vive y se solaza el nuestro.  De la boca para afuera, el imperialismo es el mal, pero la Coca Cola, los jeans, y las cuentas en los dólares en el “corazón del imperio” son el alimento real de estos fariseos. Sobre esta pseudomoral  el régimen ha construido y desarrollado un modelo de terrorismo de estado, que ha tenido diversas formas de expresión, la mas vil, la discriminación, que tuvo en la abominable lista Tascòn una de sus expresiones más siniestras.  Se buscó y logró en gran parte que, para garantizarse el derecho a la existencia, al trabajo, a la libertad misma, el individuo, la familia, se refugiasen en el silencio, primero, para luego, en ese universo de soledad, perder la voluntad por el peso del terror hasta llegar, finalmente, a la meta definitiva del chavismo, a la inacción e indiferencia  absolutas. Pasar mediante el terror, del miedo a la abulia; de esta a la ataraxia. En gran parte el chavismo tuvo éxito en ese macabro procedimiento. El poder legislativo, el ejecutivo, el judicial, las fuerzas policiales, el PSUV, algunos curas y obispos católicos, evangélicos, las empresas del estado, se pusieron al servicio de este macabro juego.  Los uniformes rojos se impusieron y se propusieron llevarlos desde el traje obligado que asquea el cuerpo, hasta el alma, no para que ésta se enrojeciera sino para anularla. La impunidad como premio al criminal se institucionaliza y se estimula con abundancia en la lengua del presidente, la violencia, de la cual se alimenta y se nutre de la inseguridad y a esta se justifica y aun se aplaude como equidad y a ratos como justicia. Miraflores se hace sala donde los delincuentes se re-crean.

Y casi ganan. Años sembrando y cultivando el odio. Pero la consciencia se levanta de la más temible de la obscenidad obscura, el terrorismo del poder. En efecto, la constitución de la MUD y su ejemplar conducta en la escogencia de un nuevo liderazgo,  que tiene pleno conocimiento  del daño que produjo el viejo estilo de la Realpolitik y que por tanto, dirige sus pasos a la constitución de una sociedad abierta, donde los propios partidos también los sean, casi antes que nadie, porque ellos se apropian en sus actos de las decisiones que son del ciudadano. He tratado este tema en anteriores textos, de modo que remito a ellos. Empero, imprescindible es hacer un especial reconocimiento a quienes conformaron la comisión para la realización de las primarias.  Una dama, estuvo al frente. Teresa Albanes, puso su dignidad en la más alta cima, donde siempre la ha tenido y en ella la dignidad de la mujer venezolana, lejos muy lejos de aquellas que se postran al amo para afear la justicia, pervertir instituciones en donde, la mujer que allí estuviese,  además de ser justa, capaz, sabia, debe ser madre idónea. No la del mito, sino la mujer que por su equidad, sapientia, amor, fe y justicia se han echado al hombro las más altas responsabilidades en bien de la familia. Honra a esa comisión, cuya sindéresis es el mejor ejemplo de lo que será el país en breve viene.

Pero no se pasa del terror a la libertad sin sacrificios y sin combate. Un  zarpazo que tiene en el nazismo antecedentes muy trágicos, como la justificación judicial  para que Hitler excluyera del parlamento a los comunistas o encarcelar a miles con la acusación de intentar la desestabilización del sistema. Fueron miles de alemanas, miles, comunistas, socialdemócratas, obreros, intelectuales, judíos, gitanos, victimas todos de un sistema judicial que del juez hace un verdugo, peores que el Mujiquita de Gallegos, porque estos ponen su ignorancia “consciente” al servicio del dictador. Y esto fue lo que hizo Carrasquero, al exigir que los libros fueran a parar a las manos inquisidoras, las manos de la insania y el crimen, tal como ayer se hizo con las listas Tascòn que, según este confesara en plena enfermedad, fueron solicitadas al propio Carrasquero por HRCHF y entregadas por  orden del propio Chávez. De Carrasquero, puedo decir sin error alguno, que mientras fue el consultor jurídico ad honorem de la secretaria de cultura del gobierno de Lolita Aniyar fue un ser probo, así dejo constancia, porque yo era el secretario de cultura,  pero tiró a los infiernos  la pureza de su alma, su historia, por razones que bien se saben pero que nada tienen que ver con la ética, la ciencia, ni el derecho, en fin, sepultó toda aquella probidad. Cuanto me duele, porque siempre quise  al Cacharro, con el bongó percutiendo entre sus manos y  un bolero donde se ahogaban nuestras penas.

Ah! Se equivocó el Tirano, y no tuvieron tiempo los verdugos de consumar el asesinato, pues es eso,  es el mas perverso de todos los crímenes, el que quiere quitar la consciencia al cuerpo. El que pretende dejar sin alma al ser inhumano, Y se equivocó porque este pueblo ya tiene plena consciencia de que para salir de esta tragedia, sencillamente Chávez es un obstáculo, pero no el problema y menos el destino. La solución del problema está en encontrarse con toda Venezuela, y  en dialogo abierto conquistar hoy el futuro que todos obligados estamos a forjar.

Se equivoca HR si cree que se subirá al ring para dar rienda suelta a sus insultos, a sus blasfemias por falta de ideas. A este farsante que el silencio de los pseudoadémicos bien pagos aplauden, que sin mínima vergüenza por máxima ignorancia quiere juntar a Marx  y Nietzsche, y por si poco fuera este imposible, ponerlos a degollar gallinas en un rito santero, probablemente oficiado por Moronta o Vidal, pues bien, no es el ser a quien se debe enfrentar.  Se trata de, con la verdad, sencillamente con ella, por ella y a través de ella, acercarse a cada venezolano, de manera muy especial a quienes aun permanecen bajo los embrujos de tan mal titiritero, que para su espectáculo paga la asistencia, porque nadie sin el dinero que expropia a los venezolanos todos, eso que llama María Corina robar, porque al secuestrar, malversar, corromper, regalar el dinero petrolero que por derecho es de todos, se incurre en ese  grave delito, en ese grave crimen contra el pueblo todo. Es robar al pueblo, destruir al país. Se equivoca HR porque es la consciencia nacional de todo el pueblo  que empieza con más de tres millones a recorrer este camino que va del terror a la libertad.

Y en esa libertad cabemos todos, hasta usted, HRCHF tendrá el espacio que la justicia, la ética, la dignidad, la idoneidad de esta república sabrá garantizarle.

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