Opinión Nacional

Democracia participativa y la evolución de las especies

Después de nuestra comentario anterior sobre la exigencias para la realización exitosa de una consulta popular, encontramos un texto de 1930 (Haldane), donde se explica que la democracia activa será la consecuencia de la evolución natural de las instituciones, un caso especial de la evolución de las especies. Pero todo depende de los vehículos para la canalización de la expresión popular.

Hace poco escribimos (ver Analítica.com, 20/01/04) un comentario sobre las condiciones para la consulta popular. En esa ocasión mencionamos que para llegar a una verdadera “democracia participativa moderna” habría que alcanzar primero la total popularización del uso de las computadoras e Internet. También surgió allí una acotación de sociología política, de J.G. Schwartzenberg (1971) sobre la nueva era tecnotrónica y del “regreso” de la democracia participativa con motivo del “anacronismo” de la democracia representativa, con las mismas limitaciones del acceso a las comunicaciones.

Ahora resulta que en una reciente consulta de On being the right size (h. 1930) del humanista inglés J.B.S. Haldane, este señala (la llegada de la democracia directa) como una conclusión lógica de la evolución de las especies, basado en las implicaciones matemáticas que definen el tamaño, las características físicas y biológicas de las distintas criaturas, incluyendo las instituciones humanas.

Extraigamos algunas de las apreciaciones de Haldane(1) como preámbulo al asunto.

“SOBRE SER DEL TAMAÑO CORRECTO”
J.B.S. Haldane

“Las diferencias más obvias entre los diferentes animales son diferencias de tamaño, pero por alguna razón los zoólogos singularmente le han prestado poca atención a ello. Tengo ante mi un texto grande de zoología y no encuentro ninguna indicación que el águila es mayor que el gorrión, o que el hipopótamo es mayor que la liebre, aunque lo reconoce a duras penas en el caso del ratón y la ballena. Pero sin embargo, es fácil mostrar que una liebre no puede ser tan grande como un hipopótamo, o una ballena tan pequeña como un arenque. Para cada tipo de animal hay un tamaño que es él más conveniente, y un cambio grande en tamaño inevitablemente lleva consigo un cambio en forma.

Forma y gravedad : Gigantes y cabezudos

Tomemos el más obvio de los casos posibles, y consideremos un hombre gigante de sesentiséis pies de alto – cerca de la altura del Papa Gigante y el Pagano Gigante en el Pilgrim´s Progress ilustrado de mi niñez. Estos monstruos no solamente eran diez veces más altos que Christian, sino diez veces más anchos y diez veces más gruesos, de manera que su peso total era mil (1000) veces el suyo, o sea entre 80 y 90 toneladas. Desdichadamente la sección transversal de sus huesos era solamente cien (100) veces los de Chistian, de manera que cada pulgada cuadrada de hueso gigante tenia que soportar diez (10) veces el peso soportado por una pulgada cuadrada del hueso humano. Como el fémur humano se fractura alrededor de diez veces el peso humano, el Papa y el Pagano se quebrarían sus muslos cada vez dieran un paso. Esto sin duda explica porqué siempre aparecen sentados en las ilustraciones que recuerdo….

Presión sanguínea en los grandes animales

Naturalmente los animales terrestres altos tienen otras dificultades. Tienen que bombear hasta mayores alturas que el hombre y, por tanto, requieren mayor presión sanguínea y vasos sanguíneos más resistentes. Mucha gente muere de rotura de vasos, especialmente en el cerebro, y en una jirafa o un elefante este peligro es presumiblemente mucho mayor. Pero toda clase de animales sufre dificultades en el tamaño por la razón siguiente. Un pequeño animal típico, digamos un gusano microscópico o rotífero, tienen una suave piel a través de la cual chupa todo el oxígeno que necesite, una tripa recta con suficiente superficie para absorber la comida y un simple riñón. Aumenten diez veces sus dimensiones en toda dirección y su peso se aumenta en mil veces, de manera que para usar sus músculos tan eficientemente como su contraparte en miniatura, requeriría mil veces tanta comida y oxigeno por dia y excretará mil veces mas de tales productos de desecho.

Cambios en la superficie

Ahora, si su forma se mantuviera inalterada su superficie se multiplicaría solamente por cien y tendría que entrar diez veces más de oxigeno por minuto por cada milímetro cuadrado de piel, diez veces más comida a través de cada milímetro cuadrado de intestino. Cuando se alcance el límite de su fuerza absorbente la superficie tendría que ser aumentada por algún aparato especial. Por ejemplo, se puede sacar una parte de la piel hacia la punta para hacer agallas o empujarla hacia adentro para hacer pulmones, aumentando así la superficie para la absorción de oxigeno en proporción al tamaño del animal. Un hombre, por ejemplo, tiene cien yardas cuadradas de pulmón. Igualmente, los intestinos, en lugar de ser suaves y rectos, se vuelven ensortijados y desarrollan una superficie aterciopelada, y otros órganos aumenta su complicación. Los animales superiores no son mayores que los inferiores porque son más complicados. Son más complicados porque son más grandes. Y lo mismo pasa con las plantas. Las plantas más simples, como las algas verdes creciendo en un pozo con agua estancada o en la corteza de los árboles, meramente resultan células redondas. Las plantas más altas aumentan su superficie añadiendo hojas y raíces. La anatomía comparada es mayormente el relato de la lucha por aumentar la superficie en proporción al volumen.

El vuelo y el tamaño

Exactamente las mismas dificultades se asocian al vuelo. Es un principio elemental de la aeronáutica que la velocidad mínima para mantener en el aire a un avión de forma determinada varía como la raíz cuadrada de su longitud. Si sus dimensiones lineales se aumentan cuatro veces, debe volar dos veces más rápido. Ahora, la potencia requerida para la velocidad mínima aumenta más rápido que el peso de la máquina. Así que el aeroplano más grande, que pese sesenticuatro veces más que el pequeño, necesita ciento veintiocho veces su potencia para mantenerse en el aire. Si aplicamos a los pájaros el mismo principio, encontramos que se alcanza rápidamente el limite de su tamaño. Un ángel cuyos músculos desarrollen no más potencia unitaria por peso que los de un águila o una paloma requeriría un pecho que se extienda por unos cuatro pies para albergar los músculos ocupados en mover sus alas, mientras que para aliviar su peso reduce las patas hasta meros zancos. Si así no fuera las águilas podrían ser tan grandes como tigres y tan formidables para el hombre como aviones de guerra.

El “tamaño óptimo”

Tales son algunas pocas de las consideraciones que muestran que para cada tipo de animal hay un tamaño óptimo. Sin embargo, la gente todavía cree que una mosca del tamaño de un hombre podría saltar mil pies en el aire, aunque Galileo demostró lo contrario hace más de trescientos años. De hecho la altura a la cual un animal puede saltar es más bien0 independiente que asociada a su tamaño. Una mosca puede saltar como dos pies, un hombre como cinco. Para saltar una determinada altura, si despreciamos la resistencia del aire, se requiere un gasto de energia proporcional al peso del saltador. Pero si los músculos de saltar forman una fracción constante del cuerpo del animal, la energía desarrollada por onza de músculo es independiente del tamaño, siempre que pueda ser desarrollarse lo suficientemente rápido en el animal pequeño. De hecho los músculos del insecto, aunque pueden contraerse mas rápidamente que los nuestros, parecen ser menos eficientes; porque de otro modo una mosca o un grillo podrían saltar en el aire seis pies.

El tamaño y las instituciones
Y así como hay el mejor tamaño para cada animal, lo mismo es verdad para la institución humana. En el estilo griego de democracia todos los ciudadanos podían escuchar a una serie de oradores y votar directamente sobre cuestiones de legislación. De allí que sus filósofos mantenían que una pequeña ciudad era el mayor estado democrático posible. El invento inglés del gobierno representativo hizo posible la nación democrática, y la posibilidad se realizó primeramente en los Estados Unidos y luego en todas partes. Con el desarrollo de la radio se ha hecho otra vez posible para cada ciudadano escuchar las posiciones políticas de los oradores representantes, y el futuro podría quizás ver el regreso del estado nacional a la forma griega de democracia. Incluso se ha hecho posible el referéndum solamente por la institución de la prensa diaria.

Para el biólogo el problema del socialismo aparece mayormente como un problema de tamaño. Los socialistas extremos desean manejar cada nación como un único conjunto de negocios. Yo no estimo que Henry Ford encontraría mayor dificultad en administrar Andorra o Luxemburgo sobre una base socialista. El ya tiene más gente en su nómina que su población. Es concebible que un sindicato de Fords, si pudiéramos encontrarlos, podría hacer exitosos a Bélgica Ltd. o Dinamarca Inc. Pero mientras sea una posibilidad obvia la nacionalización de ciertas industrias, encuentro que no es más fácil ver un Imperio Británico o unos Estados Unidos completamente socializados que un elefante dando volteretas o un hipopótamo saltando cercas….”

El recopilador James R. Newman añade la siguiente cita de Galileo GALILEI:

De lo que ya ha sido demostrado, Ud. puede fácilmente ver la imposibilidad de aumentar el tamaño de las estructuras hasta vastas dimensiones ya sea en el arte o en la naturaleza; lo mismo la imposibilidad de construir barcos, palacios o templos de enorme tamaño de manera que sus remos, patios, vigas, pernos, y, en resumen, todas las partes que lo mantienen firme; ni puede la naturaleza producir árboles de tamaño extraordinario porque sus ramas se quebrarían bajo su propio peso, así como seria imposible construir las estructuras óseas de hombres, caballos u otros animales para que se mantengan juntas y ejecuten sus funciones normales si estos animales se les aumenta enormemente su altura; porque este aumento en altura puede lograrse solamente empleando un material mas duro y más fuerte que lo usual, o aumento del tamaño de los huesos, cambiando así su forma hasta que la configuración y apariencia de los animales sugeriría una monstruosidad. Esto es quizás lo que nuestro sabio poeta tenia en mente, cuando dijo, describiendo un enorme gigante:
Imposible reconocer su altura,
Tan desmesurado es su tamaño…”

Quiere decir que, según Haldane, el regreso de la democracia griega sería una consecuencia directa de la evolución natural de las especies (que determinan tamaño y forma) y sus instituciones. Very good. Pero falta algo, hay un escollo: la pobreza (que dificulta el equipamiento tecnotrónico).

Regresemos a nuestro anterior comentario. Decíamos en aquella ocasión (art. citado):

“Se habla del anacronismo de la democracia representativa, que con la electrónica de Internet la interposición de representantes entre el poder y el pueblo se hace cada vez más innecesaria, y que paradójicamente, con el ascenso tecnológico se regresa a la democracia antigua, directa.

Pero recordemos que el regreso no podrá ser idéntico. La democracia directa antigua no era posible sino gracias a los esclavos y a los metecos… Las actividades nobles, dignas de la clase ociosa, se reunían así en cuatro categorías: la política, el arte militar, la clericatura y el deporte o la caza, o sea la siguiente cuarteta: gobernar, matar, rezar (o pensar), jugar…

Naturalmente ahora se trata que la democracia directa por internet permite la participación de todos, esclavos o no, pero se supone que en la medida que los países son más desarrollados cada vez hay menos explotados (o sea gente sin Internet) y podrán votar en Ios referéndum.

Pero mientras existan los actuales niveles de explotación (incluyendo las mujeres musulmanas e indígenas), más otros excluidos, todo parece indicar que seguiremos con la democracia representativa por muchos años por venir…”

Ahora aparece Haldane con su opinión de 1930, bajo el impacto de la aparición de la radio, inclinándose por la posibilidad del regreso de la democracia directa con la aparición de la radio, al igual que Schwartzenberg con su “revolución tecnotrónica” cuando habla que de la nueva comunicación directa, si tal cosa fuera posible.

Como los referenda suizos. De repente un senador (cuando haya) por el estado Cojedes podría colectar las opiniones de sus habitantes sobre temas específicos, eso sería directo. Podría ser esto medio democracia griega, cuando el tamaño habría sido compensado por las facilidades de la transmisión, y se pueda oir la opinión de todos. Entonces las instituciones se habrán adaptado al tamaño de las cosas. Habrán evolucionado. Una aldea global en el sentido de una polis global.

Objeción 1: añadimos ahora: como consecuencia de lo anterior, el equipamiento individual de máquinas dificulta la realización práctica de las consultas, habría que canalizarlas en centros de recolección. La pobreza otra vez viene primero. “Primero que el hambre llegó la pobreza”, como dijimos alguna vez. Habría que solucionar la recolección de opiniones.

Objeción 2: además, tampoco sería para elegir autoridades, no todavía. Para ello hace falta enmendar los mecanismos que eviten las trampas. Fabricarlos contra-tramposos, que de todo hay en la viña del Señor.

De modo que bienvenido el rescate de Haldane y la posición del erudito biólogo, también a favor del próximo advenimiento de la democracia directa por la via de las modernas comunicaciones; pero como tiene un requisito previo, como es la solucionar la desigual distribución del ingreso y la disminución de los excluidos y otros explotados, creo que todavía hay mas cosas en el cielo y en la tierra de las que sueña su filosofía, como dijo su coterráneo.

Concluímos así que el advenimiento (regreso) de una democracia directa está siendo anunciado (con cierta lógica) desde la aparición de la revolución de las comunicaciones, desde la radio, pero sucede que el acceso a los medios de comunicación requiere adicionalmente un sistema de ingresos y unos medios de canalización que permita a los excluidos (los sin tierra, sin educación, sin viviendas, sin hospitales, &&.) tener la posibilidad de expresarse y comunicarse con el poder. Una falla de la teoría evolutiva: “Darwin habló en palabras, ahora hay que hablar en cifras”.

Mientras tanto, repetimos, hablar de democracia participativa no pasa de ser un buen eslogan, y mas nada.

*

*Individuo de la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat (sillón I)

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Nota

(1) Véase James R. Newman, The world of mathematics: J.B.S. Haldane, On being the right size; Simon and Schulster, New York 1956, vol. 2, pp. 950-957. Traducción libre, insertando subtítulos, cursivas y cifras, para agilizar las cuartillas. Véase tambiénr D`Arcy Wentworth Thompson en su voluminosa obra “On growth and forms” (1915), un fragmento de la cual (On magnitude) aparece en el volumen citado, p.1001. Igualmente el lector interesado en el tema podría consultar el trabajo de Erwin Schrödinger Heredity and quantum theory, idem p. 975.

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