¿Democracia u Oclocracia?
Oclocracia según diversas fuentes es definido como una degeneración de la democracia en la que desnaturaliza la voluntad general, dejando de ser voluntad general tan pronto esta comienza a presentar vicios en sí misma, encarnando los intereses de algunos grupos y no los de la población en general. Es decir se impone la voluntad de la mayoría pero no la voluntad general y se convierte más bien como en una especie de tiranía de las mayorías.
Según Rousseau la voluntad general es la que corresponde al contrato social existente entre todos los habitantes de una nación, y en el caso de Venezuela el mismo puede ser trasladado a que nuestro contrato social es la Constitución de la República de Venezuela. Constitución que es frecuentemente violada por el actual gobierno, pasando por encima de elementos tan básicos para la democracia como por ejemplo la separación de poderes.
¿Pero cómo se desarrolla esta Oclocracia? El desarrollo de este tipo de política viene de las acciones demagógicas del gobierno de turno apelando a emociones irracionales como el que ser pobre (no tener las necesidades básicas satisfechas) es bueno, cuando promueve el fanatismo político sin ningún motivo real (¿cuántos chavistas saben que los logros son pocos pero inexplicablemente siguen siendo chavistas?), sentimientos nacionalistas exacerbados, fomento de miedos irracionales (¿guerra con Colombia?) y la creación de deseos injustificados e irracionales (¿Por qué hay que vencer al imperio? ¿Desde cuándo es un deseo de los venezolanos?). Además para desarrollar la Oclocracia como se ha desarrollado en Venezuela, hace falta apropiarse de los medios de comunicación y de los medios de educación para poder lograr la desinformación general de la población, lo cual ya es un hecho en Venezuela.
¿Pero como salimos de esta? Desde mi perspectiva es bastante difícil salir de esta Oclocracia en la que estamos, hoy por hoy los derechos de muchísimas personas han sido violentados por simplemente pertenecer a otra clase social, no formar parte del PSUV y muchísimas otras clases de discriminaciones que hemos vivido. La salida no es otra que unir fuerzas entre todos los que estemos conscientes de lo que pasa en el país y lograr promover un proyecto alternativo al que actualmente existe.
Es importante recordar que pasar sobre los derechos de cualquier persona por muy diferente que sea es algo que rompe nuestro contrato social representado por nuestra constitución nacional. Vivimos en un país donde existe una dictadura de un pequeño grupo social que ha logrado engañar a muchísima gente y que tiene poco que mostrar luego de 11 años de gobierno, más que un país lleno de ineficiencia, corrupción, desempleo, inseguridad y ahora hasta guerras internas de mafias por el control del poder económico donde hasta el presidente podría estar implicado. Es fundamental apartar nuestros intereses personales y hacer política real para rescatar a Venezuela de esta farsa de revolución que nos han montado.
