Desarrollo sustentable
Se configura en el mundo un nuevo paradigma energético bajo los principios de desarrollo sustentable (equidad social, eficiencia económica y protección ambiental). El desarrollo de las naciones descansará menos en el aumento del consumo de combustibles fósiles derivado del crecimiento económico; si bien estos (carbón, petróleo y gas) mantendrán la primacía en la matriz energética durante dos o tres décadas más, por el auge del gas como carburante limpio.
Las naciones desarrolladas han quebrado la tradicional correlación entre el crecimiento económico y el consumo petrolero. El impacto sobre la demanda de los aumentos de precio, las legislaciones sobre energías renovables y eficiencia, las nuevas tecnologías para vehículos, aviones, equipos y plantas de bajo consumo, los edificios y casas inteligentes, las conductas conservacionistas de los consumidores y las medidas de seguridad de suministro permiten prever para esos países una mejor calidad de vida en sociedades crecientemente descarbonizadas.
Los países emergentes no han roto la correlación entre crecimiento y consumo de petróleo. Asia lidera la expansión de la demanda, seguida por América Latina, Medio Oriente y África. Y China cuenta con un ambicioso programa de expansión de energías renovables y de mejoramiento de la eficiencia energética.
La revolución del gas, convencional y de esquistos, está redibujando el mapa energético mundial, en especial en el Hemisferio Occidental. Las mayores reservas de gas de esquistos están en China, EEUU, Argentina, México y Suráfrica. Venezuela, con grandes reservas de crudo y gas, precisa estar atenta, aprovechando las oportunidades de inversión bajo principios de desarrollo sustentable.