Despropiados

Observando los últimos acontecimientos de nuestro pequeño país, enclavado en sus enormes problemas,  me ha confirmado que todo en la vida es un sistema simbólico. Desde las religiones, pasando por los mitos, el arte,  la ciencia, la historia,  la política. Lo interesante, es que  todo se sustenta y se basa en el mayor sistema de ellos, que es el lenguaje. De allí que podamos decir que “el lenguaje nos habla”.

Para el ser humano debe ser la vida propia,  el mayor tesoro que este posee y lo que mas valora.  Por lo que el fin de esta también suele ser lo que mas tememos. Tanto la vida  como la muerte son mas que un suceso  fisiológico.  Ya el  propio significado de éstas y que en si también son procesos simbólicos; si no fuera de esta forma no podríamos afirmar que hay  sociedades que actúan como muertos en vida, donde su lucha se  centra en la dadiva y no en la propia vida.

Tengo dos amigos que aunque habitan en un mismo espacio y desde luego son afectados por éste, poseen dos visiones completamente distintas de su propia realidad. Es como si habitaran en un país que posee dos mundos paralelos, uno del ataque y el otro de la resistencia. Uno que le da toda la posibilidad y el otro que le niega hasta su propia existencia.

Quizás ambos amen profundamente a su nación pero no saben reconocer a esta, ya que ella al dividirse en dos ha dejado de existir para los dos. En una nación pueden habitar muchas gentes con visiones distintas, anhelos distintos, amores distintos pero lo que lo hace una nación es que ella cobija y protege a todos por igual, porque el conjunto de las diferencias la hace una sola para el conjunto exterior, para lo que está afuera, para lo que es diferente a la forma de ser, actuar y vivir de los que están adentro.

Mis amigos se apreciaban mucho, aunque con diferencias convivían y se respetaban. Hoy mis amigos se odian, se aborrecen, se insultan, se vejan y hasta se humillan, todo gracias a un “lenguaje  que ya no nos habla”. Un lenguaje que ha sobrepasado la tolerancia de los Otros,  y que se cierne como un propio bumerán ante sus propios símbolos.

Ojala mis amigos se pongan de acuerdo y en este país se inicie la  despropiación sobre la miseria, el hambre, el robo, el secuestro y sobretodo la impunidad. Ojalá que mis amigos que tanto utilizan la palabra “despropiado” se den cuenta del verdadero significado de ella.