Día del Desempleado
Después de cinco años, ocho planes de empleo y una “Misión Vuelvas Caras”, Hugo Chávez ha logrado convertir a Venezuela en un país de arruinados, desempleados y limosneros. Los trabajadores venezolanos que no están comiendo de las dádivas corruptas del chavismo, saben que la actual situación de la masa laboral venezolana es el precio de la instauración de un comunismo estilo cubano a través de esa revolución de pacotilla que mancha el apelativo bolivariano.
Siguiendo la misma ecuación de Fidel para ponerle la bota en el cuello al aparato productivo nacional, todas las políticas económicas se encaminan a quebrar al país productivo y a la economía privada, condicionando la supervivencia a una dependencia humillante de la voluntad del régimen. No se necesita un master en economía para saber que ningún inversionista se arriesga en un país cuyo Presidente amenaza con una revolución de clases, vocifera contra la propiedad privada, politiza la estatal petrolera, viola leyes nacionales y convenios internacionales, promueve el robo (“si es por darle de comer a los hijos”), ampara la invasión de tierras y edificios (“todos tienen derecho”), llama “pendejo“ a su primer socio comercial, confronta vecinos y amigos, manda la Iglesia al infierno, pretende echar mano de las reservas internacionales, hace alarde de su ignorancia en materia monetaria, impone un control de cambio asesino de la industria y el comercio nacional, persiste en un control de precios que dispara la inflación, utiliza el petróleo como arma política contra sus ya múltiples “enemigos”, manda a freír monos a los organismos que tratan de mantener la estabilidad internacional, se obra en los derechos humanos, acaba con el democrático principio de la separación de poderes.
Después de dos leyes habilitantes y de malbaratar el presupuesto más grande que haya tenido Presidente alguno, Chávez afirma que los medios son los que tienen la culpa del desbarajuste. Y que la oposición desempleada, atormentada, exiliada, maltratada y jurídicamente huérfana, no lo deja gobernar.
Así que ¿cómo carajo va a celebrar el 1° de mayo este incapaz que tiene a los venezolanos comiéndose un cable? ¿Tiene derecho a seguir en la Presidencia quien ha logrado que el desempleo crezca en 5 años 10 puntos porcentuales, llevándolo a casi 25%, con más de dos millones de puestos de trabajo perdidos? ¿Cuáles son los logros que va a exponer ante los trabajadores? ¿Cómo explicará que sus legisladores están ocupados en aprobar leyes que jodan a los medios, a los magistrados rebeldes del TSJ, a los institucionales de las Fuerzas Armadas y no han podido siquiera aprobar en primera discusión la Ley de Seguridad Social que favorezca a los trabajadores? ¿Puede explicarnos las razones por las cuales el 52.7%, es decir, más de cinco millones de venezolanos están en la economía informal? A quien no le tembló el pulso para firmar el despido de 19.000 profesionales y técnicos calificados de la empresa petrolera, a quien no le importó expulsar mujeres y niños de las escuelas y las casas de los campos petroleros, a quien le sabe a casabe las recomendaciones de la OIT para que reenganche a esos trabajadores injustamente despedidos, a ese no le queremos ni ver el 1° de mayo.
