Opinión Nacional

Dicotomía pública

En principio, puede desagregarse en tres: di, co y tomía. Di, es un prefijo cuyo significado es oposición o contrariedad; origen o procedencia; extensión o propagación; separación. Di, como elemento de composición significa “dos”. En el caso de Co, el diccionario remite a “con”, la cual puede ser la preposición con cinco acepciones o el prefijo que significa reunión, cooperación o agregación. Tomía, no aparece en el vocabulario. En cambio, tomo o toma como elemento de composición se refiere al “que corta”, también “que se corta o que se divide”.

Concluiría, entonces, que dicotomía puede leerse como “algo que se divide en dos” o “algo que fragmenta en dos”. En ambos casos, tienen un origen común.

Desde la óptica filosófica, Dicotomía es un método de clasificación en la cual las divisiones y subdivisiones constan de dos partes.

El término Público o Pública es la palabra identificadora de todo aquello que “está a la vista”. Se opone a lo privado.

 

Dicotomías a granel es lo que sobra en la Venezuela de hoy. Así el Ciudadano Presidente solicitó la conclusión de rumores en lo referente a su salud y ese el origen común, pero la circunstancia la divide en dos: uno, la estrategia política de desinformar y dos, la idea de que el ciudadano es un personaje de segunda, un actor de reparto de una obra en la cual solo los funcionarios públicos de primera línea tienen los derechos que los otros no, como es lo referente a la salud de quien ejerce la Primera Magistratura.

Otra dicotomía, la MUD y el CNE entrenan a la ciudadanía para ejercer funciones de personal electoral, y eso es lo correcto, es el origen. Lo incorrecto es que llegado el momento crucial de un proceso de ese tipo, esos “funcionarios temporales ya adiestrados” no demuestran lo aprendido y por lo tanto, su comportamiento en los momentos críticos es penoso. Tremenda dicotomía, ser testigo electoral y no saber aplicar lo aprendido.

Algún personaje cercano al presidente habla de traiciones internas. Sentencia que los “revolucionarios” no deben emular a Páez. Dicotomía clara: Chávez es idéntico a Bolívar. ¿Es eso lo anhelado por convencer?

Es posible que los revolucionarios imaginen al Libertador y a Chávez, a la misma altura. Esto lo inducen en las largas cadenas donde los escenógrafos colocan la imagen de Simón a la misma altura de la cara de Chávez.

Un educador, convertido en el tiempo al comunismo, afirma que el progreso es una tesis de no fiar. Evidentemente, con propuestas educativas estimuladoras de la irresponsabilidad estudiantil es lógico suponer que no “adqueriran” herramientas para progresar. Se me ocurre pensar que a ese educador ya jubilado, le costó aprender matemáticas y como los humanistas como él y su cofradía no suman ni multiplican sino que restan y dividen, creen en la puerta franca de “dejar pasar sin estudiar”. Y… ¿los que se parten el lomo que, profesor? ¿Qué pasa con los que procuran aprender, saber y aprobar con notas por encima del nivel mínimo? ¿Tienen menos derecho? La dicotomía del hecho demagógico, populista, lo delata.

Hay funcionarios que a lo largo de su gestión en diferentes cargos comunicacionales han pretendido convertir a jerarcas en íconos invencibles ante la adversidad. Evidencian en su actitud un menosprecio inocultable por el resto de los ciudadanos. Tiene la convicción de vivir entre desmemoriados o “caídos de la mata”. Ello lo lleva a afirmar, gráficamente, eventos que no son prudentemente posibles de acontecer luego de una operación en la pelvis. Ni siquiera como gráfica referencial, sirve para demostrar la mejoría de un paciente. Salvo que se utilice la imagen para elevar a los altares del endiosamiento al “pirata del Caribe”, tal como lo demuestran las frecuentes exaltaciones sobre la sabiduría, hasta en lo médico.

“Dicotomía pública” es la cadena de hechos acontecidos a partir del “bofotón”, es como si fuera bofetón, pero no lo es, es algo más que eso, dado por la ciudadanía el pasado 12 de febrero al oficialismo en razón de la masiva asistencia. Este no salía de su “patatús” al comprobar la presencia de 3 millones de personas, incluidos algunos afectos a él, en la elección de un candidato de oposición. Entonces ¿Se quiere o No una masiva participación ciudadana en los asuntos del país?¿Se cree o no en el ejercicio de responsabilidad ciudadana?

“Dicotomía pública” es la contradicción de aquellos que expresan ser absolutamente respetuosos de la libertad de expresión y de pensamiento. Una cosa es la excesiva prudencia convertida en miedo y otra es la cordura producto de una conclusión de alguien sobre algo tratado.

La dicotomía pública y la que no es también, intentan intimidar, meter miedo. Con aprehensión a pensar, razonar, deducir y decir, aún cuando vaya contracorriente, no se hace ejercicio de democracia. Y no se hace democracia porque ni se representa a sí mismo y tampoco se aúpa a participar en los asuntos del interés de su comunidad y de sí mismo.

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