¿Diez añitos?
Cumple el señor Chávez una década en el poder. Se trata del gobernante venezolano que lo ha ejercido durante más tiempo y de forma ininterrumpida desde los tiempos del general Gómez.
En esta mismo decenio 1999-2009, el vituperado Imperio ha tenido 3 presidentes: Clinton, Bush y Obama. La vecina Colombia 2: Pastrana y Uribe. Brasil también 2: Cardoso y Lula. Chile 3: Frei, Lagos y Bachellet. Argentina muchos más: Menem, De la Rúa, dos interinos y la pareja Kirchner de forma sucesiva. México 3: Zedillo, Fox y Calderón. Bolivia 5, Ecuador 4, Perú otros 4, y el único país de América Latina que tendría el mismo jefe único es Cuba, si no hubiera sido por la enfermedad de Fidel Castro, luego de casi 50 años de mando exclusivo.
España lleva 2 jefes de Gobierno en estos 10 años: Aznar y Rodríguez Zapatero. Inglaterra también 2: Blair y Brown. Italia 4 y va para el quinto. Alemania 2 y hasta la neo-imperial Rusia ha tenido 3 presidentes: Yeltsin, Putin y ahora Medvedev. La monarquía saudita ha tenido 2 reyes, la república islámica de Irán 2 presidentes, y el Vaticano 2 Papas: Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Entre las contadas naciones que no han cambiado sus mandatarios en este decenio se encuentran la Zimbabue de Mugabe, la Corea del Norte de Kim Jong Il y la Bielorrusia de Lukashenko. Y no será por casualidad que sus regímenes son muy bien vistos por la «revolución bolivarista», sobre todo los dos primeros.
Y ahora resulta que no contento con estar rompiendo récords nacionales e internacionales de permanencia continua y personalista en la presidencia, el señor Chávez tiene por ocupación prioritaria la modificación de la Constitución para establecer la reelección perpetua, para así buscar quedarse en Miraflores por lo menos 10 años más.
La verdad es que hay que ser muy fanático para encuadrar esta obsesión por el poder dentro de unas coordenadas democráticas, por más rudimentarias que fueren.
De cumplirse el objetivo de perpetuación hasta, digamos, el 2019, el señor Chávez mandaría tanto tiempo como la sumatoria consecutiva de los presidentes López Contreras, Medina Angarita, Betancourt, Gallegos, Delgado Chalbaud, Suárez Flamerich, Pérez Jiménez, Larrazabal, Sanabria y, de nuevo, Betancourt, durante el período 1939-1959.
¿Y los resultados gruesos de estos 10 años de Chávez? La democracia vuelta caricatura, la economía un Maicao importador, la dependencia petrolera extremada al máximo, el tamaño del Estado abultado, la deuda pública multiplicada, la inseguridad desenfrenada, y la cierta «sensación de bienestar» en determinados sectores sociales colocada en la picota por la caída de los precios petroleros.
Y por si fuera poco, ya se despacharon los 800 mil millones de dólares que el Fisco recibió gracias a la bonanza petrolera, y del ciclo de vacas gordas sólo quedó el pellejo.
Según la propaganda oficialista apenas son 10 añitos, y casi de arranque para establecer las bases de una revolución de aspiración imperecedera… ¿10 añitos? ¡No qué va!: 10 largos y conflictivos años en los que el país ha luchado y lucha a fondo para sobrevivir. Venezuela no se merece que se renueve esta tragedia.
