Opinión Nacional

Diosdado Cabello asegura: Hay Chávez para rato

Diosdado Cabello conoce a Chávez desde 1985. Estuvieron juntos en el golpe de 1992. Después de 25 años, todavía caminan a la sombra del otro. Por eso Diosdado es un ‘cuadro’ chavista. Por donde se lo mire. Aunque hay algo más: no se puede hablar de poder político en Venezuela sin nombrar a Diosdado. Con matices, claro: porque el actual ministro de Obras Públicas es ‘el poder detrás del poder’, ‘el florentino que mueve los hilos de Venezuela’, ‘el hombre que puede ser el recambio de Chávez’, o “quien controla a las cúpulas militares’. Verdad o exageración, tantas atribuciones de poder resultan, finalmente, un incordio para la relación del ladero con su comandante. “De la lealtad a Chávez yo hago un culto” dice Diosdado. Por eso es que cultiva el perfil bajo y trata de mantenerse alejado de la prensa. Una excepción a esa regla fue esta entrevista, realizada la semana pasada durante la visita de Hugo Chávez y su comitiva a los astilleros de Tandanor en Buenos Aires.

Periodista: ¿Cómo imagina a Venezuela dentro de 10 años? ¿Con o sin Chávez?

Diosdado Cabello: ¡Con Chávez! Estamos luchando para que en Venezuela haya el mayor grado de igualdad posible. Con el presidente hemos buscado la nivelación de todos, por igual, en género y clases. En 10 años, para 2019, me imagino el proceso revolucionario consolidado, finalizando lo que Chávez llama ‘la segunda etapa’. Nosotros esperamos que sea candidato en 2012. Para 2018 estaría finalizando ese período presidencial.

P.: Y en 2019, ¿Chávez podría estar todavía en el poder?

DC: Si el pueblo lo sigue pidiendo, claro que sí.

P.: ¿No le parece extraño a la democracia esto de permanecer tantos años en la presidencia?

DC: Es el pueblo quien decide. Nos sometemos a lo que decide el pueblo: en 2012, tendrá que escoger votar o no por Chávez candidato. Por otra parte, en Sudamérica existe un complejo ante la reelección. Al contrario de Europa, donde hay varios jefes de Estado que permanecen en el cargo cualquier cantidad de tiempo. Afortunadamente, una vez que el presidente Chávez abrió la compuerta para la reelección, algunos otros países han ido repitiendo la fórmula. Desafortunadamente, hay casos como el de Lula, que se va del gobierno con una popularidad del 80%. El pueblo lo quiere y él se encuentra entrampado en un sistema político interno que no se lo permite.

P.: Para Ud., ¿cuál es la principal virtud de Chávez?

DC.: Su constancia. Nunca se rinde.

P.: ¿Y su mayor defecto?

DC.: Tener un corazón demasiado grande, que no es bueno en política porque a veces la gente no juega limpio. Y a veces, al perdonar en política se repiten hechos que no debieran repetirse. Como por ejemplo, lo que ocurrió el 11 de abril de 2002 cuando el golpe. Uno debe tener el alma tranquila para perdonar, pero perdonar es una cosa y permitir es otra. Bolívar decía que tras cada perdón venía una nueva violación y que tras esa violación, otro perdón y así hasta instalarse un estado de des-derecho o de falta de justicia, sin leyes.

P.: ¿Sigue Chávez poniendo atención a la ‘letra’ política de  Noam Chomsky y Heinz Dieterich? En sus últimos escritos, Dieterich viene advirtiendo sobre la necesidad de un cambio de rumbo…

DC.: El Presidente quizás no tenga tanto trato personal pero hace constante referencia a su obra. Dieterich tiene una visión sobre dónde debiéramos estar en este momento y nosotros escogimos en Venezuela transitar el camino por vía de elecciones. La vía electoral es más lenta, impone trabas. Y el presidente es extremadamente democrático y somete a consulta muchas cosas. Por eso, el ritmo para avanzar a veces se nos retrasa. Yo también podría estar de acuerdo que después de 10 años, en el gobierno debiéramos tener una mayor profundización en varios temas pero escogimos la vía democrática para hacerlo. Es la única forma que garantiza que no se va a regresar a lo que ya fue.

P.: Pasemos a la región. ¿Puede tener éxito el proyecto de un Cono Sur bolivariano?

DC.: Chávez habla de la integración, del sueño de Bolívar, de San Martín, de O’ Higgins, de Artigas. Esos sueños encontraron muchas trabas entre los poderosos del Norte, que no les gusta que los países del Sur estén unidos. No les gusta que Mercosur en pleno haya condenado lo de Honduras. No les gusta que en Sudamérica no estén los lacayos de siempre sirviendo los intereses de EEUU y mucho tiene que ver en esto la presencia del comandante Chávez. En los próximos 10 años, el presidente Chávez buscará consolidar la revolución hacia adentro para evitar todo tipo de exclusiones, y hacia fuera, con la integración de todos los pueblos.

P.: Y con Colombia, ¿hay posibilidades de recomposición?

DC.: Lo de Colombia es abusivo con la instalación de las bases militares norteamericanas. Si queremos, de verdad, hablar como hermanos de gobierno a gobierno –porque los pueblos no tienen problemas- Colombia tiene que impedir se instalen. Son bases de guerra que tiene el imperio norteamericano en Colombia, donde los gringos mantienen al gobierno de Uribe. ¿Hasta cuándo va a durar eso? ¿Despertará el pueblo de Colombia? En ese momento, seguro que las relaciones van a mejorar.

P.: Las FARC han manifestado su adhesión al Movimiento Internacional Bolivariano, promovido por Venezuela. ¿Lo aprueba Ud.?

DC.: Nosotros no podemos impedirlo. No podemos impedir la manifestación de esos grupos. Además, en este tema de las FARC, lo que no puede Colombia es pretender que nosotros nos peleemos con esos grupos simplemente porque Colombia lo diga. Esa no es nuestra guerra. Esa guerra es exclusiva de Colombia.

P.: La crisis bancaria y financiera hizo rodar cabezas políticas. ¿Cómo la analiza?

DC.: Para la estructura bancaria no es mayor el impacto porque los bancos intervenidos son pequeños, y significan una porción pequeña del mercado bancario en Venezuela. Sin embargo, el impacto político todavía lo está evaluando el gobierno. El presidente Chávez desde un principio dijo que cuando alguien comete algún tipo de ilícito o algo reñido con la legislación, debíamos asumir la responsabilidad. No nos hacemos cómplices ni solidarios automáticos con ningún hecho de corrupción y así abrimos de inmediato una investigación ordenada desde el gobierno. La presión de la oposición no tiene nada que ver en e esto.

P.: Si le tocara la de Jesse Chacon, con un hermano con causa en la Justicia, ¿renunciaría como él?

DC.: Sí, claro. En el fondo, estoy de acuerdo con Jesse Chacon, que optó por desprenderse del cargo. Una renuncia por dignidad, en una muestra de comportamiento ético y en algo que todos sabemos, hasta la oposición, que él no tiene nada que ver. Lo que no podemos es caer en un chantaje de la oposición, que mediante chantaje mediático imponga historias, inventos, para debilitar a la gente que está al lado del Presidente.

P.: Que el presidente Chávez lo haya retado al aire durante la transmisión de ‘Alo Presidente!’, ¿podría llevarlo a Ud. a reubicarse políticamente, más alejado del círculo de Miraflores, por ejemplo en una gobernación?

DC.: No: estamos bien donde estamos ahora. Al contrario, empujamos cada día para que el Presidente no sólo esté donde está sino que pueda permanecer… En cuanto a mí, estaré donde el presidente disponga: es un tema de lealtad. Y de la lealtad yo hago un culto.

P.: ¿Ud. puede ser el sucesor de Chávez?

DC: No, ¡no! Chávez tiene que estar allí donde está, y hasta el año 2060 si hace falta.

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