Opinión Nacional

Disociados Socialista y garzon

I

La damita Mary Pili Hernández logró catalogar y calificar muy bien a
sus compañeros de ruta al tildarlos de «los disociados», es decir, (a
quien le venga el sayo que se lo ponga): disgregadores, divorciados o
divorciadores, desunidos, o separatistas, descompuestos o
descomponedores, desintegrados o desintegradores, diferenciados o
diferenciadores, separados, o separadores, desmembrados o
desmembradores.

Pero, sus compinches no sólo son disociados y disociadores, son
también «hala mecates» y corruptos de la lengua. Cuando yo era pequeño
y decía alguna de las palabras (palabrotas le llamaban mis padres) que
le escuché a Nicolás Maduro, Canciller de la República, nada más y
nada menos que el segundo hombre más importante de la Nación; a doña
Luisa Estella Morales, presidenta del Tribunal Supremo de Justicia,
(TSJ), órgano que tiene que arbitrar entre las partes del Estado y de
los privados impartiendo justicia, para lo cual se requiere la máxima
ponderación, el máximo tino y una probada neutralidad (ie.: «que no se
inclina por ninguna de las partes o alternativas que se oponen en una
confrontación: el moderador se ha mantenido neutral durante el
debate[.1] «); y, también, leí los comentarios del vicepresidente de
la República Jorge Rodríguez, quien como psiquiatra debería ser más
ponderado y cuidadoso en el lenguaje…

II

Los calificativos y adjetivizaciones de estas personas en contra del
Juez Baltasar Garzón, hombre probo y valiente, fueron desde
mercenario, término que se usa para quien trabaja exclusivamente por
dinero o para un ejército extranjero; por ejemplo, la famosa Legión
Extranjera de Francia está compuesta por mercenarios. Usando la
primera acepción, podríamos decir que quien lanzó ese insulto se auto
descalificó pues se supone que también trabaja por dinero, en caso
contrario tendría que seguir el consejo presidencial de donar sus
bienes a los pobres.

Otro connotado dijo que Garzón era un payaso, es decir que es un
artista de circo que hace de gracioso, con trajes, ademanes, dichos y
gestos apropiados, o que es una persona de poca seriedad, propensa a
hacer reír con sus dichos o hechos. Y, realmente, para quienes
escuchamos la clase magistral de Garzón, allí no hubo ni payasadas ni
cantinfladas como a las que nos tienen acostumbrados nuestros
dirigentes. Creo que las palabras de Garzón fueron, por lo demás,
bastante serias como para que un Vicepresidente se ría de ellas.

La Presidenta del TSJ al calificar de «mercenario parcializado»
(nótese el uso del idioma, por Dios), también lo acusó de falta de
ética y de moral. (Por favor, remitirse a Aristóteles y Platón, entre
otros). Es fácil descalificar con el Poder que aquí se auto confieren
los magistrados y magistrados, pero yo nunca he visto a Garzón
gritando a todo pulmón, con toga y birrete, ¡UH-AH! Aznar no se va; ni
menos gritando ¡UH-AH! Zapatero no se va… En cambio vi a los no
comprometidos políticamente magistrados venezolanos gritando y
saltando ¡UH.AH! – Chávez no se va, y eso si que es feo para quienes
deberían ser neutrales en política y apegados a derecho.

Por otro lado, Nicolás Maduro, quien siempre seguirá verde, no por lo
copeyano sino por lo inmaduro, calificó al Juez Garzón de triste y
cobarde, lo cual demuestra que el Canciller o no lo conoce, no lo ha
leído (como el resto de sus camaradas), o no le ha visto la cara, o no
sabe de la trayectoria de Garzón, pues para haber decidido ser el
primer Juez del mundo en iniciar un juicio por crímenes de lesa
humanidad a un ex dictador, como lo fue Pinochet, a quien el diablo lo
debe tener en su parrilla, no hay que ser cobarde precisamente, como
lo califica Maduro: la voluntad de Garzón estremeció a importantes
sectores de la sociedad capitalista, comenzando por la española, luego
la británica, con Margaret Tatcher a la cabeza, grupos chilenos,
sectores bancarios, etc. En otras palabras, un cobarde o un
mercenario, no se atrevería a desafiar a un sistema en donde siempre
se protegió a la elite. Desde el juicio de Nüremberg, que por cierto
fue ilegal, el de Garzón contra Pinochet, señores magistrados y
políticos fue el primero en hacerse en forma legal para juzgar
crímenes de lesa humanidad y, además, sirvió para que la comunidad
internacional aprobara la creación del Tribunal Internacional de
Derechos Humanos, al cual ustedes, talvez, tendrán algún día que
rendirle cuentas unos por omisión, otros por cómplices y los menos
como ejecutores. Gracias a Garzón, Milosovic, conocido como «el
carnicero de los Balcanes», fue llevado a juicio, lástima que como
Pinochet, se murió antes de la condena.

III

Pero, lo más vergonzoso, lo peor de las críticas a Baltasar Garzón,
vinieron de Alejandro Uzcátegui, quien preside Empresarios por
Venezuela, quienes se declararon socialistas (esto hay que verlo con
mucho cuidado pues es primera vez que se crea un empresariado
socialista en el mundo, cuestión que Marx, Engels, Lenin, ni Mao
concibieron, en su atraso intelectual ante los expertos de socialismo
del siglo XXI. Empresarios socialistas del siglo XXI son una
revolución dentro del pensamiento socialista del mundo y todo eso es
«made in Venezuela»). Uzcátegui, como dijo alguien, «está bien que te
guindes pero no re columpies», declaró al Juez español «persona
non-grata» (aunque no creo que sepa que se escribe «non» y no «no
grata». En «Reporte diario de la economía», le preguntan a Uzcátegui
qué es lo que producen estos empresarios robolucionarios, perdón,
revolucionarios…

Yo, por cierto, que como politólogo algo sé de marxismo y de
socialismo, le hago un llamado a los trabajadores de estos empresarios
socialistas para que obtengan sino la propiedad de esos medios de
producción, al menos una participación en el capital, lo cual se llama
cogestión empresarial y no congestión, como dicen algunos líderes
chaveros; para empezar a hablar de socialismo ¿verdad?

IV

Es muy posible que el premio Nóbel de la Paz y ex Presidente de
Polonia, Lech Walesa, visite pronto Venezuela y se le prepare un
recibimiento con los peores epítetos de esta chusma, pues la verdad
sea dicha, sólo en los bajos fondos se usa este tipo de lenguaje tan
soez al que se han acostumbrado estas personas…

El rol que le ha correspondido en esta repartición de insultos, con
ventilador, de pronto está bien para Jorge Rodríguez, para Maduro,
para Luisa Estella Morales, pero no para los que vinieron desde atrás
a guindarse pues esos, no son más que colaboracionistas, oportunistas
que no creen en el proceso chavista, como me consta, creen los
anteriormente nombrados con excepción del colaboracionista Uzcátegui y
compañía. Ser colaboracionista es peor que ser mercenario y aquí le
tomo prestada una opinión de Sartre al colega Orlando Ochoa Terán de
«Quinto Día». Allí Ochoa cita a Jean Paul Sastre (1945) diciendo que
el papel de los colaboracionistas es como un juego sexual. «La
mentalidad del colaboracionista es femenina, reconoce su debilidad y
usa las mismas armas de una mujer. El colaboracionista es, en
consecuencia, taimado, encantador, seductor. Como en las relaciones
feudales de una sierva y el amo, el colaboracionista sabe que la
fuente del poder de aquel es la fuerza[.2] «.

Por eso podemos entender que el Vicepresidente, la Presidenta del TSJ,
y el Canciller, traten de descalificar al juez Garzón, pero no se
puede aceptar que estos altos dignatarios de la nación sean tan soeces
pues eso no va con la magistraturas que representan.

¿De qué acusan a Garzón? De hablar del valor de la libertad, de la
libertad de expresión, de la democracia? Garzón no aludió nunca a
Venezuela ni a sus autoridades; entonces, ¿por qué se dan por aludidos
e insultados? Quien nada hace nada debe temer ¿verdad?

Garzón, dijo en Venezuela: «Vivimos, como alguien ha dicho, los
tiempos de la vergüenza, del terror, de la corrupción, de la guerra,
de la xenofobia, de las mordazas, de las mentiras; por eso generar un
discurso sectario y excluyente para encadenar conciencias, sacralizar
una tierra y reivindicar la exclusiva de la población, considerarse de
esencia superior y heredero legítimo del patrimonio ajeno o convertir
en mesiánicas las empresas humanas son algunas de las fuentes de la
violencia que día a día amenazan a muchos pueblos».

Otro de los pecados de Garzón fue decir que la libertad se siente
amenazada en muchos lugares del mundo, pero «no tan sólo por la acción
de las organizaciones mafiosas y terroristas o por dictadores
inmorales o genocidas, sino también por aquellos que desde el poder
imponen un estado de cosas que resultan difícilmente aceptables en una
democracia».

V

El juez español generalizó, pero, como se decía en el pasado, «a quien
le venga el sayo, que se lo ponga» y parece que el gobierno y sus
representantes han quedado con la epidermis muy resentida a partir del
cierre de RCTV. Pienso que los chaveros deberán recomponer su historia
a partir del cierre de ese canal de TV y a partir de las protestas
estudiantiles. Recuerdo que el psiquiatra Eduardo Chirinos» calificó
una vez a la generación de sus tiempos de Rector de la UCV de
«generación boba». Chirinos tenía toda la razón. Esa es la generación
que hoy está conduciendo los destinos del país con un pensamiento
único y son, además, como Chirinos decía, «los garimpeiros del
pensamiento», o como dice Mary Pili Hernández, los disociados del
socialismo.

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