El 350 es legítimo, democrático y constitucional
En un editorial publicado ayer por Analítica, titulado ¿Aplicar el 350 de la Constitución? 1, esa prestigiosa revista electrónica critica los «llamados de algunas personalidades de la oposición para que se aplique el Artículo 350 de la Constitución». Analítica considera que estos llamados «no toman en cuenta la actual correlación de fuerzas» y añade que «en las actuales condiciones es poco probable» que la desobediencia civil tenga éxito.
El editorial concluye diciendo que «no hay que dejarse tentar por soluciones aleatorias y milagrosas» y recomienda orientar todos los esfuerzos en ganar las próximas elecciones regionales.
Estamos seguros de las buenas intenciones de Analítica, pero –dada la importancia del tema y dada la gravedad de la crisis– consideramos necesario añadir algunos elementos de juicio que podrían esclarecer el debate:
Primero, el Artículo 350 de la Constitución –es decir, el derecho a la desobediencia frente a la arbitrariedad– es un mandato legítimo, democrático y constitucional, puesto que está plasmado no sólo en la Carta Magna; sino en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. No se trata, pues, de un atajo, de una aventura golpista o de una salida mágica.
Segundo, tiene razón Analítica cuando afirma que en la actualidad no están dadas las condiciones para la aplicación del 350, pero ello no justifica abandonar ese derecho, sino por el contrario, trabajar duro para darlo a conocer y para orientar a la gente sobre cómo implementarlo. De esta manera, el pueblo estará listo y organizado cuando las condiciones sí estén dadas.
Tercero, la aplicación del Artículo 350 no se opone a la salida electoral, ni la perjudica, sino que la complementa. La experiencia del 2 de diciembre pasado así lo demuestra. El Régimen se vio obligado a reconocer el triunfo del NO –aunque maquillando las cifras a su favor– porque el pueblo estaba dispuesto a salir a la calle a defender su voluntad (o sea, a aplicar el 350). Por su parte, los militares no estaban dispuestos a reprimir al pueblo, y así se lo hicieron saber a Chávez en la noche del 2D. Esta interesante combinación –triunfo electoral, desobediencia civil y crisis militar– permitió derrotar la reforma totalitaria.
El próximo mes de noviembre se realizarán las elecciones a gobernadores y alcaldes. Es de suponer que el Régimen recurrirá al fraude, como lo ha venido haciendo hasta ahora. Llegado ese momento, se repetirá el escenario del 2 de diciembre pasado y sí estarán dadas las condiciones para aplicar el Artículo 350 de la Constitución.
En nuestra opinión hay que buscar la concertación entre quienes se dedican a ganar elecciones (partidos políticos) y quienes desean organizar la desobediencia (sociedad civil); porque la combinación de ambas estrategias podría significar la liberación definitiva de Venezuela.
Quizá Analítica podría ser el medio idóneo para lograr esta concertación, a través de un debate público serio, respetuoso y bien fundamentado, entre los diversos sectores que se oponen al Gobierno.
