El Alcalde Mayor y la estupidez
Debería resultar curioso que funcionarios del mismo gobierno que considera colgar dibujos de esqueletos un acto de terrorismo califiquen un asalto armado a la policía de Chacao como simplemente “una estupidez”. También debería sorprender que el Alcalde Mayor trate de quitarle importancia al asunto diciendo que el perpetrador de la “estupidez” había renunciado a su cargo hacía un mes. ¿Cómo puede ser menos grave que un ex funcionario pueda movilizar a hombres armados de la Policía Metropolitana (y a otros que aún no se sabe si pertenecían a ese cuerpo) y llevarlos a cometer un acto que hubiera sido ilegal aunque todavía estuviera ejerciendo el cargo? En defensa de su ex Secretario de Gobierno alega que el alcalde de Chacao “violó la más elemental cortesía y sentido común que debe existir entre autoridades distintas”. Aparentemente, el Alcalde Mayor considera justificable que sus ex funcionarios pasen por sobre los procedimientos legales y se comporten como pandilleros cuando han sido objeto de una descortesía. Por el contrario, en lugar de apelar a la amenaza y al atropello, los hombres armados y quienes los comandan deben apegarse más estrictamente a las leyes y a los procedimientos.
No sé si debido al “jet lag”, a la habitual relativización de los criterios de quien acaba de llegar de La Ciudad Luz, o a su afán de demostrar que sus funcionarios (o ex funcionarios) no son los únicos capacitados para el berrinche y el desplante, el Alcalde Mayor anunció “que la PM estará desplegada a lo largo de toda Caracas, pero con particular énfasis en aquellos lugares peligrosos como el municipio Chacao». Si en efecto cree que «el pueblo no es imbécil” debería tener cuidado con este tipo de aseveraciones que tan obviamente insultan la inteligencia de cualquier habitante de la ciudad. Si Barreto realmente considera que Chacao es de las zonas más peligrosas de Caracas, ha llegado el momento de que reflexione seriamente sobre pasar menos tiempo en París. O sobre leerse los reportes policiales.
En su declaración pide que respeten «el derecho a la reputación» de Semtei. Como periodista sabe que los verdaderos medios de comunicación no están para encubrir ilegalidades. Esta “estupidez” del (ex)funcionario fue un acto público y es noticia. Igual que aquella otra cuando divulgó información privada de Miriam Kornblith y fue condenado por un tribunal. Supongo que ahora se quedará sin sanción. Después de todo, la estupidez no es delito.
