El Comando Sí

Se acabó la guachafita de la diversidad, de la pluralidad y el divisionismo. Se acabaron las discusiones épicas sobre candidaturas futuras, sobre transiciones y liderazgos. Para la oposición el Comando se llama Sí, el candidato se llama Sí y la campaña tiene un solo lema: Sí. Aquí va a haber un Referendo Revocatorio y todos los esfuerzos de los ciudadanos que quieren seguir viviendo libres deben estar concentrados en la concurrencia masiva a las urnas para decir “Sí” queremos revocar el mandato a Hugo Chávez.

Mi amigo Carlos Pineda, que sí sabe de asesoría de campañas porque es su especialidad, me dijo que él eliminaría todos los testimoniales de por qué queremos revocarlo, porque eso ya lo sabemos y lo demostramos reuniendo las firmas necesarias para solicitar el RR. Dice Carlos que mientras el chavismo tiene un solo líder cuyas palabras son repetidas y acatadas irracionalmente por sus loros lacayos, la oposición tiene muchos líderes con mensajes propios, además de los libre pensadores que abundan en este patio. Así que yo apoyo el criterio visual de mi amigo, para quien sería suficiente una imagen: el perrito ese que gusta tanto a los taxistas, que mueve la cabeza afirmativamente con cada movimiento del vehículo, como diciendo Sí, Sí, Sí. Mensaje clarito.

Aquí no tenemos que discutir que queremos revocarlo por corrupto, porque las riquezas mal habidas y el saqueo al Estado está a la vista; tampoco justificar nuestro deseo de revocarlo por la continuas agresiones verbales y físicas a que ha sido sometida la ciudadanía para imponer esta revolución de pacotilla; menos aún decir que lo revocaremos porque ha destruido el Estados de derecho y las instituciones democráticas. Para otros la razón es que no se calan más el abuso de las interminables cadenas, del bla bla bla revolucionario, de la mentira y la estulticia de los seguidores del régimen. Todo esto ya lo sabemos.

La oposición y la sociedad civi deben dedicarse a una labor concreta: reunir la mayor cantidad de votos para que la avalancha sea imposible de ocultar por un fraude oficialista. Chequear las inscripciones en el REP, cambiar los domicilios para tener la garantía de poder ir a votar, inscribir a quienes aún no lo han hecho y convencer a tanto apático de que a Venezuela le hace falta hasta el último voto para sacar a Maisanta y su incendiaria tropa.

Los líderes de la oposición tienen otras responsabilidades: frenar las estrategias del gobierno, destinadas a torcer a su favor los resultados del referendo. Las tres directrices del oficialismo son: 1) control de las máquinas de votación, 2) saboteo de la observación internacional, 3) cedulación masiva de extranjeros y manipulación del REP. Ya el bocón mayor las anunció (y él no habla pendejadas, siempre cumple los desmanes que promete, lástima que no haga lo mismo con las buenas ofertas) y sus serviles se encargan de repetirlo hasta la saciedad.

Tres cochinitos en el CNE hacen su trabajo: despedir a 150 funcionarios que no les son “incondicionales”, controlar la data y el REP, no suministrar información a los dos rectores no oficialistas, demorar para el 15 de agosto la fecha del referendo, no reunirse para decidir cosas tan importantes como la pregunta a realizar, la utilización de las máquinas (defendidas a capa y espada por Jorge Rodríguez, cuánto interés), la inscripción de los venezolanos en el exterior en el REP y la presencia de la observación internacional. Los de la Asamblea Nacional también hacen su trabajo: Cilia Flores anunció que el referendo más bien aceleraría la aprobación del leyes terribles para la libertad ciudadana, como la Reforma del Código Penal y la Ley Mordaza contra los medios. Iris Varela dijo que ultimadamente ellos aprobarían lo que quisieran, porque para eso eran mayoría. La comisión ilegalmente instalada por los chavistas, nombrará a 12 magistrados, indudablemente chavistas, para blindar las decisiones del máximo tribunal a favor de la permanencia de Chávez en el poder.

Contra la observación internacional hay toda una campaña desatada, no sólo acusándola de ser parcial e interesada sino afirmando que no es en absoluto necesaria en el RR. Los oficialistas saben bien que la presencia internacional fue crucial para que se respetara el resultado de los reparos; también saben que el Centro Carter fue fundamental cuando el sandinismo y Daniel Ortega perdieron el poder en Nicaragua por los votos; y tiemblan de pensar en el caso Fujimori, quien intentó birlar el veredicto electoral y la observación internacional se lo impidió. El acuerdo firmado por el gobierno en mayo del 2003 incluye la presencia de los organismos internacionales en la salida electoral a la crisis venezolana. Pero también Venezuela, como país miembro de la OEA y de otros organismos internacionales, debe respetar los sistemas establecidos en convenios firmados por el Estado venezolano, que tienen fuerza constitucional. Así que aunque el triunvirato porcino del CNE se dedique a hacerles la vida imposible, los observadores internacionales estarán aquí y en cantidades superiores a las vistas anteriormente, ya que éste es un proceso histórico a nivel mundial, algo difícil de entender para un parcelero de Sabaneta pero indiscutible para un Jefe de Estado.

En las elecciones de California, cuando defenestraron al antecesor de Arnold “Terminator” en un revocatorio, rechazaron la utilización de unas máquinas similares a las que nos quieren imponer. El gobierno americano las consideró violables e inseguras. La Unión Europea acaba de realizar sus elecciones parlamentarias en forma manual. España votó recientemente en forma manual. Se considera la vía más segura: proceso manual en las mesas, proceso automatizado en los cómputos. ¿Cuál es el problema del CNE para aceptar esto? Ni siquiera permitenr la auditoría en caliente, que sería una comprobación pública del funcionamiento correcto de ellas. Tanta negativa misteriosa es propia de quienes quieren ocultar secretos o delitos. Que ni se les ocurra, millones de ojos van a velar porque su voluntad soberana no sea quebrantada.

Por otra parte, el gobierno jamás podrá cedular en dos meses a los votos que necesita para ganar el revocatorio. En serio, las cuentas les salen cachicornetas. Por ejemplo, ¿cómo es que el gobierno tiene becadas a más de 500.000 personas, que la meta de Ismael y su Comando Borracho era sacar 360.000 firmas y que con todas las más canallescas amenazas sólo lograron 94.000 retiros? Esas son las cuentas exactas. Chávez lo sabe y no duerme pensando que el voto del RR sí es secreto. Que todos los humillados y ofendidos de su gobierno se las van a cobrar. Y él tendrá que pagar su deuda porque así lo exigirá el voto ciudadano, que pone y quita gobiernos. Así que a cobrar, digo, a votar, que como dice Carter, lo demás son “maníes”.