Opinión Nacional

El maestro Carreño y la actual violencia politica

La (%=Link(«http://enciclopedia.us.es/wiki.phtml?title=Axiolog%EDa&diff=yes»,»Axiología»)%) o Teoría de los Valores está en aceptar que la religión, el derecho y la moral, constituyen órdenes normativos. Cada uno de ellos, de acuerdo con su especificidad ontológico-normativa, busca una particular concreción de valores.

Se discute, en cambio, si los convencionalismos sociales (la cortesía, delicadeza, sencillez, caballerosidad, solemnidad, buenas maneras, moda, decoro social, etcétera), constituyen un verdadero orden normativo. Ello en razón de no ser obligatorios (aunque su incumplimiento no genere sanciones coactivas, en ciertos casos desata otras muy fuertes) y carecer de autonomía. Se les considera como meramente exteriores y heterónomos. Empero, no siempre hay una ausencia total de autonomía, como se observa en el caso del duelo: Recordemos el célebre duelo de nuestra infancia cuando se nos quitaba del hombro la famosa “pajita”.

Según G. Radbruch, los usos o convencionalismos sociales tienen un carácter clasista. Nietszche, por su parte, les otorga una dimensión estética. En el lenguaje común se habla de personas ‘finas’ o de ‘maneras’ insoportablemente ‘ordinarias’.

Para otros filósofos como Ortega y Gasset y Schopenhauer, los convencionalismos constituyen un medio idóneo (técnica) para conseguir un fin: “El acercamiento”. Ortega menciona el caso del saludo. Schopenhauer lo entiende como una técnica para el “buen vivir”: Sin roces, tensiones o en armonía.

En nuestra niñez de internados, cuando estudiábamos el sexto grado en el Colegio Santa Teresita (San Cristóbal), que con gran vocación dirigía Monseñor Edmundo Vivas, era de obligatoria lectura el Manual de Urbanidad y Buenas Maneras” , de (%=Link(«http://www.venezuelatuya.com/biografias/manuelcarreno.htm»,»Don Manuel Antonio Carreño»)%)
, padre de la extraordinaria Teresa Carreño.

En ese entonces escuchábamos decir a los mayores, cuando querían calificar de ‘maleduacado’ a alguien, que “no había leído a Carreño”. ¡Verdadera ofensa!

En general, el venezolano practicaba seriamente la urbanidad. Me son suficientes esas lejanas y tempranas lecturas, grabadas en mi mente infantil, para recordar la insistencia de Carreño sobre la importancia de la ‘caballerosidad’, hoy tan golpeada por la Guardia Nacional. Tanto se practicaba en ésta nuestra Venecia la caballerosidad, que Mérida es conocida como “la ciudad de los caballeros”. San Cristóbal, por su parte, como la “ciudad de la cordialidad”. Y en todo el país se consideraba como ‘cobardía’ maltratar a la mujer.

Hoy vemos en Venezuela la relevancia social y política de las ‘buenas maneras’, como fundamental a la coexistencia pacífica. Bolívar las consideraba -particularmente en relación con el sexo hermoso- como muy importantes en la educación. Son suyas estas extraordinarias y hoy muy oportunas palabras, que escribo de memoria: “La noble decencia (grábenselo señores del gobierno y ‘oposición rabiosa’), honra a quien la usa”.

Todo antes expuesto lo traigo a colación, porque no obstante nuestro Carreño, dolorosamente los venezolanos estamos olvidando las ‘buenas maneras’. El repudiable lenguaje de los Presidentes (de la República, CTV, Fedecámaras), muchas veces soez y de guapetones, olvidando que ‘lo cortés no quita lo valiente’, ignora a Carreño, es fuente de violencia política, sangre, muertes, paros y crisis económicas.

En Venezuela, el maltrato a nuestras damas choca sobremanera: ¡Ni con el pétalo de una rosa!, se nos enseñaba.

Es repudiable la “falta de caballerosidad”, que tanto preocupaba a Carreño, ante ellas. Particularmente condenables son los degradantes atropellos ejecutados por parte de la Guardia Nacional.

La última manifestación de ignorancia de Carreño fue la del General Acosta Carles (17-01-03). Su forma grosera y morbosa de dirigirse al bello sexo, más que una degradación moral, que lo es, ha sido condenada por ‘fea’ por su propia familia avergonzada y por algunos compañeros de armas. Es decir, por antiestética. De igual modo, han sido repudiados nacional e internacionalmente sus ‘repugnantes eructos, que han dejado políticamente muy mal parado al gobierno y al estamento militar venezolano. En efecto, mi hija Lylian que hace un Postgrado en Madrid, consternada nos escribe: “Mostraron en las noticias al cochino militar eructando. ¡Imagínate que vergüenza para los venezolanos aquí en España!”
Sugiero que en la Academia Militar se imponga como materia obligatoria el estudio de Carreño para evitar estas patanadas que los proyectan dentro y fuera del país como “gorilas”. También se impone su estudio en nuestras escuelas. Esto mantendría nuestros tradicionales hábitos de convivencia. En fin, a los ‘chavistas’ y a los ‘anti…’ hay que obligarlos, por el bien del país, a estudiar a Carreño. Sólo de ese modo podrán aprender lo hermoso del buen vivir, la tolerancia y el mutuo respeto, presupuestos en la vida político-jurídica, económica y moral de la “polis”.

(*): Profesor Titular Emérito y Ex Director del Instituto de Filosofía del Derecho de la Universidad del Zulia.

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