El Poder Judicial, la V-R y la Ciencia Jurídica

Las recientes críticas y graves denuncias del Presidente Hugo Chávez Frías (23-03-03), contra el Poder Judicial venezolano, al cual ha calificado como “una fruta podrida”; así como las de la Diputada Cilia Flores, señalando que el mismo es peor que el de la IV-R, nos han hecho reflexionar sobre: Primero, lo lejano que está de hacerse realidad el pensamiento de nuestro Libertador Simón Bolívar, a este respecto; y segundo, sobre cómo este “proceso” y sus juristas han incurrido en el craso error de desconocer los modernos desarrollos jurídicos-científicos relativos a la función del Juez en el derecho.

Un aspecto que siempre nos ha sorprendido es la agudeza que tuvo Bolívar cuando se refirió a la importancia del Poder Judicial, cuestión que esta “revolución” ha ignorado.

Las declaraciones aludidas, nos recuerdan también, las palabras de Lenin en el sentido que no puede haber revolución sin teoría revolucionaria.

Los juristas de la V-R y el Presidente, como se observa de sus declaraciones, ignoran los modernos aportes de la Ciencia del Derecho en lo relativo a la función creadora del Juez.

Por mucho tiempo, se pensó que el juez cumplía una simple función mecánica (silogismo judicial) y que en su actividad no existían elementos creativos. En efecto, no se observó científicamente, el extraordinario rol que en la vida jurídico-política cumplen los jueces. Y en consecuencia, se colocó erróneamente, en un segundo plano (por desconocimiento teórico), lo relativo a la autonomía y elección del Poder Judicial.

Esta ignorancia teórica ha persistido en los constructores de la V-R. Hoy en día, sin embargo, jusfilosófica y científicamente, es un lugar común y una verdad, la aceptación de que el Juez cumple una tarea fundamental en la vida del Derecho.

Se atribuye al Realismo Jurídico Norteamericano, el mérito de haber establecido y demostrado dicha función fundamental del juez en el ámbito jurídico. Es conocida la expresión del Padre de esta Escuela o corriente jurídica, el Juez Holmes, quien estableció que “derecho es lo que los tribunales entienden como tal”. El Realismo Jurídico Escandinavo, del mismo modo, avanzó científicamente en estos desarrollos.

Para. H. Perkelis, los jueces «son principalmente creadores y no aplicadores del derecho”. Afirma este jurista que: “Los Estados Unidos no tienen Constitución escrita … Las grandes cláusulas de la Constitución, como las disposiciones más importantes de nuestras leyes fundamentales, no contienen sino una apelación a la honestidad y prudencia de aquellos sobre quienes pesa la responsabilidad de su aplicación».

La Ciencia Jurídica moderna, que parece no haber sido estudiada por los juristas de la V-R, ha determinado que el lenguaje natural y abstracto de la norma jurídica, vive su efectividad en la interpretación y aplicación judicial.

A lo largo de nuestra vida académica, como docente e investigador universitario, hemos producido obras científico-jurídicas, en las cuales hemos desarrollado esta temática y planteado infructuosamente propuestas en función de la creación de un Poder Judicial honesto e idóneo.

Desgraciadamente, en nuestro país no se ha comprendido la importancia de crear un Poder Judicial independiente, en cuya selección prive como única condición, la capacidad y la honestidad de los aspirantes a ingresar en la carrera judicial.

Es más, nuestro Poder Judicial, en la IV-R y en la V-R, ha sido pervertido por los vicios del clientelismo, la partidocracia, las tribus, las mafias, etcétera. Ello ha servido de base a la afirmación del propio Presidente de la República, en el sentido de que esta institución es “una fruta podrida”. Esto significa que carecemos de un auténtico Estado de Derecho.

¡Este estado de descomposición, no solamente de nuestro Poder Judicial, hoy denunciado por el Presidente, es del conocimiento de propios y extraños! Pese a la gran potencialidad y atractivo económico de nuestro país para la inversión, se ha considerado que una de las razones que ahuyenta la misma, es la ineficiencia, incapacidad y corrupción del Poder Judicial venezolano.

El Premio Novel de la Economía Douglas North, en una visita a Venezuela, afirmó que es muy difícil que nadie se arriesgue a invertir en Venezuela con un Poder Judicial como el nuestro. Esto es un lugar común en todos los estudios e informes que se presentan a los inversionistas y nos pone en evidencia, sobre la importancia ético-jurídica y también económico-política del Poder Judicial.

En el mismo orden de ideas, en una entrevista realizada al actual Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Dr. Iván Rincón, afirmaba: “Cuando en el año 92 estuvimos en el Departamento de Estado de Washington, el representante para Latinoamérica, Mister Caplan, nos dijo: “Allí están todas estas toneladas de dólares que nosotros queremos invertir en Venezuela, pero no lo podemos hacer hasta que se reforme el Poder Judicial” (19 –IX- 1999).

La V-R, no obstante haber contado con el poderoso instrumento de la Constituyente, sigue con un Poder Judicial más podrido que el de la IV-R.

¡Esta degradante situación del Poder Judicial, atrofia el funcionamiento del Estado de Derecho!
La corrupción y denegación de justicia han afectado hasta tal grado nuestra credibilidad, que han repercutido en la declinación de nuestros derechos soberanos, en jurisdicciones extranjeras, tanto en negociaciones como en convenios suscritos por nuestro país.

En conclusión, hoy el Presidente y sus juristas, admiten abiertamente que su “proceso”, sufre en el ámbito judicial, entre otros, los mismos vicios y lacras de la IV-R. Sin duda, este error se debe, entre otras cosas, a la ignorancia teórica de la Ciencia del Derecho.

(*):Profesor Titular Emérito. Ex Director del Instituto de Filosofía del Derecho de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad del Zulia. Maracaibo. Venezuela