El “Por Ahora” del 4-F
Uno de los aportes más importantes para llegar al fondo de la comprensiòn del fracaso militar del 4-F de 1992 lo ofreció, en larga explicación publicada por La Razón (19 de junio de 2005), Fernán Altuve Febres, quien para entonces era comisionado especial del Ministerio de la Defensa.
Altuve Febres, quien pasó a ser noticia por un supuesto intento de cobro de comisiones por la compra de armamento ruso, rompió de manera impactante su pesado silencio de dècadas. Además de relatar la historia de la Unión Nacional Bolivariana (UNB-1957), logia de militares bolivarianos que actuaría nacional e internacionalmente y participaría en los alzamientos de Castro León y del 4-F, revela sus estrechos nexos con los jóvenes oficiales que crearon, según él, el hasta ahora desconocido MR-200 (Movimiento Revolucionario-200), y posteriormente el MBR-200 (1990).
Altuve asegura que el jefe de la logia (MR-200) era Acosta Carlèz, el fallecido hermano (Caracazo) del actual gobernador de Carabobo. Además, afirma que el nombre Movimiento Bolivariano Revolucionario-200 (MBR-200) fue sugerido por él (Altuve) a Francisco Arias Cárdenas, luego de las maniobras militares de Quisiro, en 1990, y que la propuesta fue votada favorablemente por 89 oficiales y por él (Altuve), quien para la época era Director del CIDE (Centro de Investigaciones y Desarrollo del Ejercito). La estrecha relación entre Altuve y Arias queda comprobada cuando Altuve descubre que fue él quien esperó a Arias a su retorno de Israel, en Maiquetía (Arias había sido comisionado por Ochoa para investigar la compra de unos misiles israelíes que resultaron defectuosos). El alzamiento de febrero estaba esperando en la puerta de la historia.
Según el relato de Altuve, Arias y él fueron posteriormente a El Calvario “para hacer la evaluación y croquis de posiciones del armamento de apoyo y de ángulos muertos”.
Es decir, los planes del levantamiento del 4-F los realizaron Arias y Altuve Febres. Por otra parte, existìa una vieja relación entre Arias y el general Ramón Guillermo Santelìz, Jefe de Planificación del Estado Mayor y compadre de Fernando Ochoa Antich. Altuve dice que Santeliz y èl se habían comprometido a “controlar” a Fernando Ochoa Antich. Lo demostraron al sacar a Chávez “en vivo y en directo” ante las cámaras con su célebre “Por Ahora”, contra las órdenes de Pérez.
En pocas palabras: había varios golpes en marcha: a) el de los generales y Arias; b) El de los generales y el coronel Yañez Fernàndez; c) el de los comandantes Arias y Chávez, d) el de Chávez; y, e) el de los capitanes (Rojas Suárez y Blanco La Cruz) y Bandera Roja.
Altuve revela igualmente que el famoso “Por ahora” se lo sugirió él a Chávez, decidida la rendición. Chávez ensayó el breve discurso por lo menos tres veces, de acuerdo a Altuve.
Altuve, en su escrito, muestra su extrañeza sobre el por qué Chávez no ordenó accionar sus antitanques AT-4 (“Un sólo AT-4 haría temblar a Miraflores”), con lo cual se habría facilitado el objetivo de tumbar el gobierno.
Queda una respuesta: Chávez sabía que había perdido el control de la insurrección. O el poder quedaba en manos de Arias y los generales, o pasaba a Bandera Roja, por la vía de los capitanes.
El “Por Ahora” tuvo plena utilidad, especialmente para Chávez.
