El Presidente y Unisur
El 06 de septiembre del presente año, en su Programa Aló Presidente, realizado en la sede de UNESUR en Santa Bárbara del Zulia, el Presidente habló de la creación de esta Universidad, trasmitiendo el equívoco de que la misma es obra exclusiva de su Gobierno. Dijo igualmente que el crítico literario J.M. Semprum, epónimo de dicha institución -por nuestra iniciativa-, era nativo de Valencia. Ni lo uno ni lo otro, diría CAP.
Sin que ignoremos la importancia de la conversión de UNISUR en Universidad Experimental, tesis que mantuvimos desde antes de su fundación, es injusto olvidar el pasado.
El Presidente me conoce. Fui cofundador e integrante de la Dirección del Movimiento Moral Independiente (MOMO). También del MBR-200 en el Zulia, desempeñándome como Coordinador de Ideología y política. Trabajé muy duro en la organización y desarrollo de este movimiento. Promoví, desde una perspectiva iusfilosófica, la discusión sobre el tema de la Asamblea Constituyente. Al propio Presidente le ayudé teóricamente a clarificar este tema. Gracias a nuestro trabajo ex ante Chávez, contribuimos a derrotar el envilecido puntofijismo.
Primero es sábado que domingo: Primero fue UNISUR. En efecto, en la década del setenta, a mi regreso de estudiar en la República Federal de Alemania, e iniciándome como docente en L.U.Z., fundamos con estudiantes universitarios zulieros (surlaguenses) a CUDECO. Nuestra principal bandera: La creación de una Universidad.
CAP, en una de sus visitas a Santa Bárbara, nos prometió su creación. El Concejo Municipal de Colón, me designó como cabeza visible de esta lucha para elaborar el documento de fundamentación para la creación de la Universidad. En el Hotel del Lago me correspondió, con CUDECO entregarle dicho Documento al Presidente. Este no cumplió su promesa.
Seguimos en la lucha. Como Presidente de la Junta Bicentenaria conmemorativa de la fundación de San Carlos del Zulia, sostuvimos dos consignas: ¡La creación de la Universidad! y ¡Salvar al Río Escalante!
Rincón Araujo, entonces Gobernador del Zulia, durante los actos conmemorativos del Bicentenario prometió y cumplió adquirir la Hacienda La Glorieta en la que hoy funciona la Universidad. Fue el Presidente Luis Herrera quien formalmente decretó su creación. Una lucha mezquina entre el Rector Hurtado y el Presidente de FESDESUL, afectó la vida de la Institución.
Pese a la disolución de CUDECO, de nuevo, en solitario, me tocó entrar en acción. Asesoré ad honorem al Rector. Se me solicitó modificar los Estatutos de FESDESUL, lográndose finalmente una mejor convivencia.
Empero, la Universidad no existía más que burocráticamente. La integraba un equipo de profesionales socialcristianos. AD no veía bien esta situación. Lusinchi le dice al Rector que cerrará la Universidad. Su argumento: “Es absurda una Universidad en un pueblo de matones”. El Rector nos comunica la decisión de Lusinchi.
Indignado respondo: ¡Primero quemaremos a Santa Bárbara que permitir su cierre!
Visité escuelas y liceos, aula por aula. Asociaciones y gremios. Logramos un extraordinario paro cívico y una manifestación contra el cierre jamás vista.
Entendimos que los adecos querían la criatura. Para que no muriera, resignadamente se la entregamos. El clientelismo y la corrupción, dolorosamente imperó. Pero esa y otras veces no permitimos que muriera.
Esa es la única verdad. El Presidente encontró ese trabajo. Subido en esos hombros se pudo crear a UNESUR.
