Escalofriantemente juntos
Algunas veces quisiera saber por qué hay tanta miseria en mi país. Algunas veces no entiendo que ésta nación de eterna primavera tenga el más cruel verano de su propia existencia. A veces quisiera saber por qué una nación con tanta posibilidades está como atada a una silla de ruedas con una gran angustia que no deja ver la posibilidad, tan sólo la evidencia de que aún nos falta un largo camino para llegar a ser más humanos.
Quizás el mayor mal de mi nación sea ella misma, pues posee todo y a la vez nada. De que vale tener tanta riqueza cuando las manos están atadas, cortadas o mutiladas, sobretodo no tener la conciencia de que existen Otros, de no pensar en los Otros. Es como si esta nación fuera un monólogo de los hombres y mujeres que administran circunstancialmente el poder.
Una nación de una sola voz, de un sólo ser, de un sólo orgasmo. Una nación con satélite pero aún palúdica. Una nación con petróleo y hambre. Qué cosa, mi país. Nuestro país es la antítesis de su propia síntesis pero sin tesis. Los que dicen defender al pueblo pisotean a éste, los que decomisan unas toneladas de alimentos de una empresa productiva que genera empleos e insumos dejan perder y pudrir 30 mil toneladas de alimentos almacenados en 1300 contenedores en un puerto. Al parecer mi nación no tiene dolientes o es que nuestro precio es tan bajo que con unos cuantos centavos nos es suficiente para atarnos a la mas cruel miseria humana.
Cuando vi a la diputada Valera reclamar por las prestaciones sociales de unos 5 mil supuestos trabajadores de la empresas Polar, me di cuenta de lo que pasa en mi país y es tan simple. Es que no tenemos quien reclame por los 30 millones de venezolanos, como los médicos que ganan una miseria en los hospitales y el gobierno les debe todos los aumentos, las vacaciones y hasta algunos aguinaldos o por los maestros que forjan el futuro pero con hambre por esos malos salarios o los miles de venezolanos que deambulan por las calles mendigando. Quién defiende al venezolano: ¿La oposición tratando de ser gobierno? o ¿El gobierno con miedo de ser oposición?. Quién defiende al venezolano no del imperio o de las invasiones gringas o de los marcianos encapuchados. Quién defiende al venezolano de los propios venezolanos y para colmo todos vivimos y seguiremos viviendo escalofriantemente juntos.
