Estimado Rey Don Juan Carlos de Borbón:

Nosotros, los abajo firmantes, miembros de la Federación de Asociaciones de Círculos y Cuadrados Bolivarianos, y de los Consejos, Recomendaciones y Sugerencias Comunales del Barrio “Cristóbal Colón”, entre la esquina “Las tres carabelas” y la calle “Nueva Andalucía”, hemos decidido escribirle esta carta para rechazar de la manera más categórica su gesto de mandar a callar (habrase visto) en la reciente Cumbre Iberoamericana celebrada en Chile, a nuestro magnánimo, líder supremo, Gran voz celestial, energía fulgurante, Maestro revolucionario, Comandante, Camarada ungido, Caudillo adorado, Alfa y Omega rojo-rojito, benévola energía, venerable guerrero, Voz cantante y fuente del billuyo sonante, Llama eterna, y por supuesto, presidente, Hugo Rafael Chávez Frías.

El hecho de que nuestro Comandante, estrella resplandeciente de esta y todas las Cumbres Iberoamericanas para envidia de Ud. Don Juan Carlos, haya repetido 346 veces que el señor José María Aznar es un fascista por haber apoyado el Golpe de Abril de 2002 (junto a las 250.478 veces que aquí ha repetido el término cuando habla de la oposición), no buscaba extraerle la roca (o sacarle la piedra) a Ud. y al señor José Luis Rodríguez El puma…perdón, Rodríguez Zapatero. No. Claro que no. Lo que pasa es que nuestro Comandante le gusta enfatizar sus ideas, por si acaso queda alguna duda.

Más de una vez ha dicho que no le gustan esas Cumbres, ni esas reuniones, en grandes salones, ni esa viajadera, ni esos manjares que sirven en almuerzos y cenas, ni mucho menos caminar en alfombras rojas, ni posar para camarógrafos y fotógrafos, ni dar entrevistas, ni dormir en “suits” presidenciales, ni beber escocés, ni tener que vestirse en esos trajes carísimos de sastre, ni andar con esos guardaespaldas, ni tener que trancar calles, vías y ciudades enteras a su paso. Sabemos que todo eso para el es un gran sacrificio, cosas dolorosas y abominables que solo el amor a esta patria, le hacen soportar.

Rey Don Juan Carlos: mande Ud a callar a los huesos de Cristóbal Colón, o a sus mascotas reales, pero no, no a nuestro amado, adorado, querido, tímido y humilde Comandante Chávez. No es que él hable mucho, o quiera llamar la atención, o que sea un impertinente, fastidioso, megalómano o inmaduro, o todo eso junto. No. Es sólo que su luz de líder latinoamericano, mundial, universal, sideral, opaca tanto la simpleza y mediocridad de otros seudo-líderes mundiales y de toda la galaxia, que ni “Obi-uan-kenobi”, Darte Vader y el mismísimo Maestro Yoda pueden igualar.

Por eso y muchas razones, y concientes y claritos de que no existe alguien más respetuoso de las formas y el protocolo que nuestro venerado líder máximo, sepa Ud. Rey Don Juan Carlos que hemos decidido tomar algunas acciones contundentes para resarcir su falta de respeto y no dejar pasar semejante grosería.

Sugerimos al canciller Nicolás Maduro, y a las autoridades de nuestro gobierno, apoyarnos en las siguientes acciones, para limpiar el honor de nuestro presidente: Deben prohibirse en todos los restaurantes, cafés, comederos, tascas y demás locales y taguaras, platos como la paella, callos a la madrileña, la empanada gallega, el solomillo de cerdo a la sidra, el cachopo y la tortilla española, símbolos de la horrorosa dependencia gastronómica, hoy intolerable. Antes de emitir el decreto prohibitorio respectivo, los suscritos nos ofrecemos como voluntarios para, en valiente y doloroso sacrificio, decomisar las ollas y cazuelas respectivas, para evitar males al colectivo.

Deben prohibirse en todo programa radial, televisivo y en reuniones, fiestas y demás actividades semejantes, pasodobles y ritmos análogos. Las parejas de la tercera edad serán invitados a entrenarse en ritmos alternos y más tradicionales, como el tamunangue, o variaciones folclórico-caribeñas del regueatón, para evitar la difusión de la música enemiga.

Apoyamos también la prohibición que debe hacerse de la transmisión en Venezuela de todos los juegos del fútbol español, porque no podemos aupar el deporte del nuevo imperio enemigo. Nada de Real Madrid, ni de Barcelona, ni de Sevilla o Valencia, ni nada de nada. Sugerimos transmitir en su lugar, el torneo de “chapitas” y de “bolas criollas” que nuestro comité deportivo organizará próximamente.

En respeto a nuestra soberanía e independencia, debe prohibirse también el flamenco, y cerrarse en todo el país las academias donde se enseñe ese horrible baile, en clara señal de lucha contra la dominación cultural del enemigo.

Pensamos también que deben decretarse como personas no gratas en el mundo deportivo a Fernando Alonso, a un tal futbolista de nombre Don Quijote de la Cancha, y al señor Jinks, el gato ese con acento andaluz de las comiquitas de los dos ratoncitos pixie y dixie. Además, apoyamos la censura en el espacio radial revolucionario de cantantes como Alejandro Sanz, Miguel Bosé, Los Hombres G, Mecano, Jarabe de Palo, David Bisbal entre otros, cuyas canciones son perjudiciales para la salud mental de nuestro pueblo.

Sabemos que estas acciones serán apoyadas por todo el colectivo, y por nuestro magnánimo líder Hugo Chávez, y aprovechamos esta carta para decirle (porque seguro le escondieron el papelito que le mandamos cuando vino señor presidente) que en el barrio no tenemos agua, que no hay luz, que los malandros nos tienen a monte, que en el Mercal no se consigue nada, que no nos han asfaltado las calles, que seguimos esperando las casas prometidas, y que por supuesto, sabemos que todo eso es un sabotaje de la oposición golpista, fascista y terrorista y el imperio, y seguramente ahora, de los agentes de la inteligencia española.

Sin más a que hacer referencia, quedamos de Ud.

Atentamente, los abajo firmantes (dejamos las firmas en el depósito, en la licorería “El Guamazo”, desde donde escribimos esta carta).