Opinión Nacional

Exhortación Colectiva del Episcopado Venezolano en ocasión de su Asamblea Plenaria Ordinaria

«Pensamientos de Paz y no de Aflicción»
(Jr 29, 11)

Servidores de un pueblo noble

1. = Cada año, en =os meses de enero y julio, al término de nuestra Asamblea Ordinaria, nosotros, obispos de Venezuela, Pastores del pueblo de Dios, hacemos llegar a todos los venezolanos, junto con nuestro fraterno saludo y bendición, una Exhortación sobre la realidad nacional y eclesial. Lo hacemos por fidelidad a nuestra misión pastoral y moral, y como servicio a nuestro pueblo. Su confianza en nuestra orientación y acción nos anima a transmitirle los pensamientos de paz del Dios del amor (Cf. =r 29, 11). Nuestro único propósito, pues, es ayudar a los fieles católicos y a los hombres y mujeres de buena voluntad a discernir, conforme al Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia, las actitudes y opciones que han de asumir en estos tiempos tan confusos y desafiantes de nuestra presente historia republicana.

2. = Conocemos bien las notables virtudes de nuestro pueblo, sus anhelos e inquietudes, sus temores y esperanzas. Su inmensa mayoría es gente honesta, trabajadora y amante del orden, de la convivencia social amistosa y de la paz. Por ello bendecimos y damos =racias a Dios. Reconocemos los grandes esfuerzos que hacen las familias de escasos recursos por dar afecto, comida, techo y educación a sus hijos. sabemos también de la dedicación, cariño y capacidad con que se desempeñan los docentes; de la mística y competencia de hombres y mujeres honestos, profesionales o =o, en el ejercicio de su vocación y en el cumplimiento de sus deberes y =esponsabilidades laborales. Todos ponen su cuota de esfuerzo o sacrificio anhelando un =añana mejor. Sus principales demandas, hechas públicas de modos muy diversos = reiterados, son: seguridad, empleo, salud, vivienda, alimentación, =ducación, eficiencia y pulcritud en la gestión pública, justicia y paz. Si =ien reciben del Estado diversos subsidios, entienden cada vez menos cómo los =nmensos recursos que proporciona la renta petrolera no se traducen en empleos =ecentes y estables, en salarios suficientes para el sustento familiar, y en un =égimen de seguridad social universal, justo y efectivo. Exigen al Estado unas =ondiciones básicas y suficientes para una vida digna y pacífica. Por eso viven = luchan con la esperanza de que su situación puede cambiar, aunque la mayor parte =e pregunta de dónde y cómo vendrá ese =ambio.

Violencia y criminalidad en el =aís

3. = El tema de la =ida ha sido recurrente en nuestros documentos. Creemos en el Dios viviente, y =ediante la celebración de la resurrección de Cristo proclamamos el valor =nviolable de la vida humana y el respeto por ella. Estas convicciones del pueblo =ristiano chocan, desgraciadamente, con la cruda realidad nacional del momento. =rágica, pero paulatinamente, los venezolanos nos estamos acostumbrando a una =ultura o modo de pensar según el cual la muerte parece ganarle cada día la =atalla a la convivencia entre los ciudadanos. Estudios recientes han puesto de =elieve la aterradora realidad de un país que se desangra en las manos de la =iolencia y el odio. Según la UNESCO, Venezuela encabeza la lista de los cincuenta y =iete países más violentos e inseguros, con un promedio de cuarenta y =uatro homicidios por día, lo que significa un asesinato cada media hora (1)

4. = El espectro de la =iolencia es sumamente amplio. Sus manifestaciones son muy diversas y no se pueden =esconder. Golpean constante y dolorosamente a la familia venezolana =elitos tales como la extorsión, el secuestro y el narcotráfico, con =articular virulencia en las regiones fronterizas. Una situación de inaudita deshumanización, de protestas y de sangrientos enfrentamientos =ersiste en las cárceles. Hay otras manifestaciones, menos denunciadas, pero no menos perjudiciales y traumáticas, como el maltrato a la mujer y la =iolencia doméstica. Lamentablemente, algunos medios de comunicación =ontribuyen a la exaltación de actitudes violentas, difundiendo contenidos e imágenes =reprobables.

5. = La criminalidad conmociona al =aís. Sin olvidar ningún caso, no podemos menos de referirnos al Pbro. Jorge =iñango, sacerdote de la Arquidiócesis de Barquisimeto, muy apreciado por la =eligresía, quien para el momento de su homicidio era el Subsecretario de =st1:PersonName w:st=»on» ProductID=»la Conferencia Episcopal.»>la Conferencia Episcopal. La intención de algunos sectores de =esprestigiar a la =glesia y amedrentarla, no tuvo eco en la población. La Iglesia, por su parte, sabe =ue la cruz y la persecución son consecuencias inseparables de la vocación =rofética y del discipulado cristiano, y sabe también que «la verdad nos hará libres» =Jn 8, 32). Exigimos que el Ministerio Público y los órganos jurisdiccionales =ctúen conforme a la verdad para que éste y otros crímenes sean =ompletamente aclarados, y que los culpables sean debidamente sancionados de acuerdo a =as leyes y dentro del Estado de derecho.

6. = Junto a este cuadro de =iolencia desatada, Venezuela presencia, con asombro y rechazo moral, la =romoción de un clima bélico y la militarización de la sociedad, entre otras cosas =or la creación de milicias civiles. Es contradictorio ofrecer un discurso =ontra la violencia y planes de desarme de la población y, al mismo tiempo, =diestrar en el uso de las armas a los jóvenes y adolescentes. El militarismo, el =xceso de armas, los abusos policiales y la impunidad, crean un estado de zozobra = sobresalto en la ciudadanía y neutralizan la capacidad de legítima =rotesta. Es imprescindible una lucha frontal contra estos males y una sana =epuración de las fuerzas del orden, tanto en sus niveles de comando como en sus áreas =perativas, sin otro criterio distinto a la profesionalización, habilidad, =onocimiento y ética en el ejercicio de sus funciones. En este mismo sentido, el =royecto de Ley de Policía Nacional no debe propiciar la centralización, y ha de =uchar contra la corrupción y el amedrentamiento. Urge, por tanto, en el =aís una campaña nacional en favor de la cultura de la vida y de la =ivilización del amor, que incluya una educación para la paz y la reconciliación, que =enetre todos los sectores, ambientes e instituciones. Ha de promoverse de modo =ficaz la reorientación del gasto armamentista, disminuyendo el mismo y =umentando la inversión en programas de prevención y seguridad de las personas, de =anera muy especial, de los niños y jóvenes de los estratos más pobres y =bandonados. En este mismo sentido, sería muy deseable que la Asamblea Nacional =estableciera definitivamente la Ley de Seguridad Social universal e integral como =nstrumento de justicia social. «La =usticia es el objeto y, por tanto, la medida intrínseca de toda política» =/I>(Benedicto XVI, Carta Encíclica Dios es Amor, =/I>N° 28b).

Familia, educación y sociedad =o:p>

7. = La educación es =sunto de todos los venezolanos y a todos afecta. A los obispos nos preocupa la orientación de todo el sistema educativo. El problema fundamental =eside actualmente en el intento, recogido en el anteproyecto de Ley Orgánica =e Educación, de asignar al Estado los derechos educacionales originarios =e la sociedad. En efecto, tales derechos no tienen su origen en el Estado =ino en el niño, en la familia y en la sociedad, porque éstos son anteriores al =stado. Por eso, son ellos los que determinan la exigencia de que el Estado =arantice una educación de calidad. Considerar al Estado como actor supremo de la =ducación, además de socavar los derechos de la familia y de la sociedad, es =eligroso, porque lleva a consagrar el monopolio estatal-partidista de la =ducación y a herir de muerte el pluralismo o libertad educativa. Es inaceptable, por inconstitucional, y violatorio de la Declaración =niversal de los Derechos Humanos, el propósito manifestado por funcionarios del =obierno de «politizar» la =ducación y convertir a los docentes en agentes de adoctrinamiento de un determinado =odelo político. «Cuando el Estado =eivindica el monopolio de la educación, sobrepasa sus derechos y ofende a la =usticia…; el Estado no puede, sin cometer injusticia, contentarse solamente con =olerar la llamada escuela privada» (Instrucción de la Congregación para la =octrina de la =e acerca de la libertad cristiana y la liberación, 1986, N° 94).

8. = La cuestión de =ducación Religiosa en las escuelas públicas y privadas preocupa a los Obispos, a toda la =glesia y a la gran mayoría de la población. Al respecto, la Iglesia no pide =rivilegios; reclama los derechos de los educandos, de los padres y de la sociedad y el =erecho que ella y otras comunidades religiosas tienen de ejercer su misión. =st1:PersonName w:st=»on» ProductID=»La Educación Religiosa»>La Educación Religiosa Escolar (ERE), en particular, es un derecho =e todo niño, de acuerdo con el credo religioso que profesan sus padres, =entro del concepto de educación integral y del respeto a la libertad religiosa =omo un derecho humano. «El principio =econocido universalmente de la libertad religiosa y de la libertad de =onciencia… no sólo entra en la lista de derechos del hombre admitidos por todos, sino que =cupa el puesto clave» (Juan Pablo II, Discurso al Cuerpo Diplomático, =2-1-1979). Si el Estado no respetase este derecho de los niños y de la familia, la =ducación no sería democrática. Si a la educación le faltase la dimensión =eligiosa, sería incompleta. Además, la historia de Venezuela demuestra que la =ducación laica, es decir, no confesional, puede coexistir perfectamente con la =ráctica secular en Venezuela de la enseñanza religiosa en las escuelas. Sorprende que, =or una parte, cuando se reconoce el déficit moral de la sociedad, se pretenda =xcluir la educación religiosa de las escuelas, y, por otra, se proclame e =ntroduzca el manejo ideologizado tanto de la religiosidad popular, vaciándola de su =enuina raigambre espiritual, como de todo el hecho educativo.

Riesgos de conciencia para la =emocracia

9. = El aumento de la conflictividad social y de las protestas callejeras, que a diario =rotagonizan, especialmente, los sectores más pobres del país, son una =onsecuencia del sentimiento de abandono y escasa atención a los problemas más =rgentes. A propósito de esto, la sociedad percibe, en algunos sectores del =obierno, una falta de capacidad para dar respuestas a los planteamientos y a las =ríticas, por muy bien intencionados que éstos sean, una tendencia a =escalificar a quien pregunta o cuestiona, y asignar a sus intervenciones un propósito de desestabilización o, incluso, de «traición a la patria». La =ersecución y discriminación por razones de discrepancia ideológica, así como la =resencia de presos por actividades vinculadas con su posición política, resultan =o sólo reprobables desde cualquier consideración ética y democrática, =ino que son ajenas al talante tradicionalmente tolerante de la cultura política =el venezolano.

10. Las declaraciones y actuaciones =ontra la autonomía de las universidades y el ejercicio de la libertad de =xpresión, así como las normas contenidas en el Proyecto de Ley de Cooperación =nternacional en referencia a la libertad y actividades de las Organizaciones No =ubernamentales (ONG), constituyen en su conjunto amenazas ciertas a la pluralidad y =iversidad democráticas. Todos estamos llamados a reflexionar sobre el inmenso =iesgo que tales discursos y conductas encierran, por la sustentación =deológica que se les da y los modelos que de hecho proponen como referencia. Tales hechos =ermiten deducir algo que nos preocupa grandemente: que ellos puedan constituir =l intento de imponer un pensamiento único. Ante esto es imperativo que =l Gobierno y el sector político oficial precisen, sin ambigüedad ni dilación, =u reiterada propuesta englobante de «Socialismo del Siglo XXI». «Lo que hace falta no es un Estado =ue regule y domine todo, sino que generosamente reconozca y apoye, de acuerdo con =l principio de subsidiaridad, las iniciativas que surgen de las diversas =uerzas sociales». (Benedicto XVI, Dios es Amor, N° 28).

Interrogantes en un año =lectoral

11. Estamos en un =ño electoral, a escasos meses de las elecciones presidenciales. Las =nterrogantes y preocupaciones son muchas. La incertidumbre, el temor y la desconfianza =arecen ser los rasgos psicológicos y las actitudes sociopolíticas que =efinen el estado de ánimo general de los venezolanos. ¿Qué va a pasar en el país? =s la pregunta más común, que genera angustia y parálisis. Es menester, por =anto, superar cuanto antes, adecuadamente, esta situación.

12. Por ello nos =irigimos hoy, sincera y responsablemente, al Consejo Nacional Electoral: toda =olaboración o medida de corrección se hace necesaria cuando el objetivo es rescatar =a confianza de todos los sectores del pueblo en la institución del voto, =iendo éste el mecanismo democrático por excelencia para dirimir de manera =acífica los conflictos propios de quienes piensan distinto. En tal sentido, =olicitamos a este organismo que escuche las sugerencias de la Comisión de =eguimiento del Proceso Electoral de la Conferencia Episcopal. El CNE tiene el deber =istórico de extremar todos los esfuerzos para que el inmediato proceso electoral sea constitucional, legal, política = éticamente irreprochable, garantizando de esta manera que todos los =enezolanos puedan ejercer su derecho al voto sin miedo a represalias y con la =eguridad de que la decisión de la mayoría será respetada. Por otra parte, la =irigencia política debe, con un mensaje y una actuación coherentes, ganarse la =onfianza de la colectividad, en orden a contrarrestar la tendencia al =bstencionismo, mediante ofertas alternativas que encarnen y afiancen la viabilidad de =a democracia.

Llamados a la responsabilidad

13. Es urgente =niciar un camino de recuperación de la concordia nacional tanto entre los =iudadanos, como entre éstos y las instituciones públicas. Exhortamos a los =enezolanos a rechazar cualquier conducta de discriminación e intolerancia, venga de =onde viniere, a combatir con vigor las actitudes de indolencia, indiferencia, =resignación y desesperanza; a defender la libertad y la dignidad de la =ersona humana. Nada ni nadie, llámese líder o proyecto político, =conómico o social, del tipo o color que sea, puede estar por encima de la persona. Nuestro =ueblo clama al cielo por justicia desde el miedo y la opresión, generados =or la violencia o la pobreza. Desentenderse del problema, porque nos =costumbramos a él, o porque nos hemos convencido de que no se puede hacer nada, es la =egación del mensaje esencial del Evangelio, contenido en el Sermón de =st1:PersonName w:st=»on» ProductID=»la Montaña»>la Montaña =Cf. Mt 5-7).

14. Se requiere una =evisión profunda del sistema judicial, a fin de liberarlo de los yugos del =artidismo, el amiguismo, y el clientelismo que se nutren de las cercanías del =oder, y que terminan no sólo dándole la espalda al pueblo necesitado de justicia = paz, sino reforzando y estimulando a los hacedores de violencia.

15. Reiteramos =uestro llamado a todos los sectores, especialmente del gobierno, para que abandonen el =iscurso incitador a la confrontación y a la violencia; para que estimulen la =nidad entre los venezolanos, evitando acciones que propicien y refuercen la =ivisión y la discriminación, y para que enfaticen la tolerancia, el respeto por =l adversario y por la dignidad de quienes piensan distinto. En este =entido renovamos la solicitud que hiciéramos en el pasado mes de enero por =medidas de gracia, beneficios =rocesales y trato humanitario para todos los presos políticos» (Exhortación =astoral «Ser Luz del mundo y Sal de la =ierra en la =enezuela de hoy», N° 11). Ello sería un signo concreto y eficaz de =econciliación. «No hay orden estatal, por justo =ue sea – dice el Papa Benedicto XVI – que haga superfluo el servicio del amor. Quien intenta desentenderse del amor se =ispone a desentenderse del hombre en cuanto hombre» (Encíclica Dios es =mor, Ibídem).

16. Llamamos a las =omunidades cristianas de todas nuestras iglesias particulares a asumir con gozo, =lusión y compromiso la gran iniciativa global de la Iglesia venezolana en los =FAltimos años del siglo pasado y los primeros del nuevo milenio: el Concilio =lenario. Es ésta una propuesta orgánica de renovación eclesial, de anuncio =rofético del Evangelio y de contribución a la gestación de una nueva sociedad. El =oncilio ha sido escuela de comunión y es fuente de esperanza para la Iglesia y el país. El =róximo 7 de octubre tendrá lugar la solemne clausura de sus sesiones, y entrará =n su etapa más importante, la aplicación concreta en la vida pastoral.

17. En momentos difíciles y =n horas de calma acudimos siempre =on filial afecto a la que es vida, dulzura y esperanza nuestra, =st1:PersonName w:st=»on» ProductID=»la Virgen»>la Virgen de =oromoto, Patrona de todos los venezolanos, con la seguridad de que ella nos obtendrá de =u divino Hijo fuerza para proseguir el camino de reconstrucción de nuestra =istoria, promoviendo pensamientos de paz y no de =flicción.

18. Pedimos a los =acerdotes leer y comentar esta Exhortación en las diversas reuniones de grupos y =movimientos eclesiales.

Con =uestra afectuosa bendición.

Los =rzobispos y Obispos de Venezuela

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