Gaviria en Caracas: una oportunidad
La visita que inicia hoy el Secretario General de la (%=Link(«http://www.oas.org/ «,»OEA»)%) es fundamental para la evolución de la crisis. Es una visita que no debe ser menospreciada por ningún sector, especialmente por la oposición. Tal vez sea una oportunidad, de las pocas que parecen quedar, para explorar una evolución pacífica del conflicto explosivo que se avecina.
Hay que recordar que a pesar del lenguaje sutil empleado por el Grupo Tripartito (OEA, PNUD y Centro Carter) en su reciente comunicado, allí se hicieron afirmaciones fundamentales que han sido planteadas insistentemente por la oposición. Como ejemplo están los siguientes puntos del comunicado aludido y entre paréntesis algunos comentarios míos:
«Lo expresado por los actores nacionales hace evidente la imperiosa necesidad de que, a través de los acuerdos políticos que sean necesarios y en el marco de la constitución, las leyes y la separación de los poderes, se logre re-legitimar algunos de los poderes del estado, como el Moral, el Judicial y el Electoral (se habla de relegitimar tres de los cinco poderes que no es poca cosa).
La Misión ha constatado coincidencias en el Gobierno y en la oposición, que considera altamente relevantes y que podrían ser abordadas de forma inmediata, tales como:
Viabilizar el pleno funcionamiento de todos los mecanismos previstos en la Constitución para la participación ciudadana en la elección, remoción o continuidad de sus representantes, tema que se encuentra indisolublemente vinculado al tratamiento de un «paquete»electoral (aquí se abre la oportunidad para establecer la remoción o continuidad de Chávez y además con mecanismos electorales no fraudulentos como los existentes hasta la fecha).
La determinación de los hechos de abril último y el respectivo deslinde de responsabilidades, con la posible participación internacional (La Comisión de la Verdad).
El desarme de la población civil tanto de organizaciones como de individuos (el centro de este aparte es el desmantelamiento de los Círculos del Terror)»
Allí se explora una salida electoral a la voraz crisis que Venezuela experimenta, en el marco de un «paquete electoral». Tal «paquete» debería permitir la selección de miembros idóneos para el Consejo Nacional Electoral; así como garantías de no intervención gubernamental, la necesidad de un Registro Electoral confiable y de personal técnico profesional no parcializado. Junto a esta exigencia hay otras que expresan varias de las propuestas que la oposición ha venido presentando.
La presencia de (%=Link(«http://www.cidob.org/bios/castellano/lideres/g-007.htm»,»César Gaviria»)%)
en Venezuela podría servir para que la oposición le plantee las múltiples violaciones de la Carta Democrática Interamericana en las que incurre el gobierno, así como la violencia que ya comienza a desbordarse y que ha tenido diversas manifestaciones, como la persecución a los militares y a sus familias; la detención de Peña Esclusa; las golpizas a periodistas y trabajadores de los medios de comunicación; la «hazaña» de la Guardia Nacional en Chuao contra el grupo de personas, especialmente mujeres, que allí manifestaban; el asesinato de varios dirigentes del MVR en el Zulia; el asesinato de Luis Alcalá Perdomo; el secuestro y torturas de los que fue víctima Estrella Castellanos; las agresiones a Antonio Ledezma y Henrique Salas Römer; entre otras manifestaciones que evidencian que la sangre ya comienza a correr.
La idea de buscar un compromiso del gobierno, a través de los mediadores internacionales, para la realización de elecciones en este año, sea un referéndum consultivo cuyos resultados todos los actores acaten, sea una elección presidencial, pueden ser caminos de los cuales tal vez dependa el desenlace pacífico de la actual situación. En este sentido, una separación pactada del cargo por parte del Presidente de la República y la selección de un Vicepresidente confiable para todas las partes, introduciría un nivel de confianza en el camino que media entre el encrespamiento actual y la propuesta consulta electoral.
La oposición no debería perder la iniciativa con esta visita. Más allá del lenguaje edulcorado e inevitable de los diplomáticos, la OEA conoce el polvorín que es Venezuela. Pueden ayudar si el gobierno no sabotea con dilaciones. Si no resulta la gestión, que no sea ni por un átomo de culpa de los opositores a la barbarie chavista.
