Gazo dixit
Hace poco declaró el jesuita Jesús Gazo sobre la corrupción galopante del gobierno. Habló claro en dos sentidos. Sigue creyendo en el proceso, pero decidió denunciar una de sus peores caras. Incluso indicó, apuntando a Chávez, que a éste “no le tiene que temblar el pulso” para enfrentar a los corruptos “porque si no, no vamos a creer tampoco en él”. Demostró que, además de portar sotana, lleva los pantalones de la entereza moral y política.
¿Dónde está el coraje de las otras personas serias que aún apoyan al gobierno? No les pido que cambien de posición política global, pero si que no se traguen ruedas de molino y sigan tan tibiamente campantes. ¿Cuántos chavistas están diciendo públicamente que descontinuar el negocio de la orimulsión, desbaratar el INTEVEP y entregar la comercialización petrolera a manos de intermediarios privados es un delito de lesa patria? ¿Dónde quedó el guáramo de los chavistas sensatos que no rechazaron la infeliz coartada que culpó del segundo desastre en Vargas a los Estados Unidos por no haber firmado el Protocolo de Kyoto?
¿Cómo pueden callar los educadores chavistas ante la piratería de la Misión Ribas en la cual un único “facilitador” supuestamente orientaría a los educandos en todas las áreas del conocimiento? ¿Y de los chavistas creyentes en la paz habrá alguno que opine algo sobre el comunicado del presidente de Alcasa induciendo a sus trabajadores a formar comandos que sepan emplear lanzacohetes y poner minas, en vez de exhortarlos a ser más productivos? ¿Por qué un chavista light como Elio Gómez Grillo, de quien tirios y troyanos respetábamos su trayectoria, no habla con fuerza sobre el desastre infernal de las cárceles? ¿Por qué otro chavista light como Maza Zavala no fija nítida posición sobre el exabrupto que supone el intento del gobierno de apoderarse de unas reservas internacionales que no le pertenecen?
¿No les toca a los intelectuales chavistas al menos combatir los peores excesos? No lo dejen para más adelante. Los latinos decían: “Si aliquando, cur non modo. Si non modo, cur aliquando”. Si lo piensas hacer alguna vez, ¿por qué no ahora? Si no lo haces ahora, ¿por qué creer que lo harás alguna vez. Cualquier duda sobre la interpretación moral de este juicio, consulten a Gazo.
