Opinión Nacional

Golpe de Estado en la UCV

Vivimos en un expaís cada vez más sorprendente y agotador. No terminamos de pasar una fuerte impresión cuando se produce otra. Un poco andar por los caminos del desgaste permanente. Y esto se siente con gran fuerza-poder en la esfera universitaria. Sociedad y universidad, en este caso, se juntan para dar la imagen de vacío, atraso, complicidad, mediocridad, podredumbre. El hundimiento de la UCV hoy no puede ser más profundo y significativo. En este escenario se inscribe buena parte de los acontecimientos y el propio montaje que se hace por parte de las autoridades de la UCV y particularmente del rector, a la hora de presentar sus versiones de lo ocurrido el 28 de marzo del 2001.

La asamblea más concurrida de los últimos tiempos

Alrededor de las 10 am se dio comienzo a la reunión convocada con el propósito de impulsar una Asamblea Universitaria Constituyente en la UCV. La asistencia y participación fue verdaderamente significativa. Según las propuestas aprobadas, se debía desarrollar un gran debate a nivel de las aulas y escuelas. La decisión: echar a andar la transformación universitaria a través de la Constituyente. Esto se votó en forma unánime en la Asamblea. Un fenómeno inesperado por muchos. La interrogante de inmediato tiene que ver con la forma como reaccionarían los guardianes del orden ucevista.

Después de la asamblea vino la ocupación del CU

Concluida la reunión, un grupo formado básicamente por estudiantes, en una decisión no aprobada por la Asamblea, se dirigió al Consejo Universitario. Por fuentes referenciales y por el comunicado del CU se conoce que hubo algunas expresiones de violencia. El CU dice que la reunión que adelantaba el 28-03-01, se … «cierra cuando un grupo extremadamente violento, mayoritariamente estudiantes, penetró a la fuerza en el salón de sesión del organismo, agrediendo física y verbalmente a los presentes, arrojando dos bombas lacrimógenas y señalando que, ‘como poder constituyente venían a disolver el Consejo Universitario’. Todo ello hizo necesario la inmediata evacuación del salón, restableciéndose el funcionamiento del Consejo en el Despacho del Rector» ¿Toda esta ‘violencia’ y, sin embargo, el CU simplemente se traslada al Despacho del Rector? La violencia aplicada no sometió a los miembros del CU al secuestro ni nada parecido. Se cambiaron de lugar y prosiguió el Consejo. Es evidente e innegable que hubo violencia, pero ¿alcanzó la magnitud-dramatismo que se dice? Cuando llegamos al sitio, sobre las 4:30 pm no percibimos ningún rastro de gas ni destrozos en la sala.

Tomistas y autoridades en sus sedes

Desde que irrumpen los estudiantes en el CU se crean dos sedes-frentes. Por una parte el grupo numeroso que se identifica con la constituyente, al que se suma el que se encontraba en la planta baja del rectorado. El otro frente se ubica en el despacho rectoral. Desde allí se señala que hay una situación de secuestro. Pero el comunicado oficial no alude al asunto. Sólo se habla de un cambio de sede debido a la violencia que aplicaron los estudiantes. No fue que los estudiantes encerraron a las autoridades o se apostaran a las puertas para impedir la entrada y salida de visitantes y medios de comunicación.

Fuimos llamador por estudiantes

Desde las 3 pm recibimos llamadas de algunos de los ocupantes de la sala de reuniones del CU. Me pedían que asistiese porque consideraban importante mi participación en las discusiones sobre lo que ocurría y determinar hacia dónde podía conducir esta acción. Temían que pudiera presentarse un enfrentamiento intergrupal porque –me dicen- hay fuerzas afectas al rector que dicen estar dispuestas a aplicar la violencia contra nosotros y hacerse incontrolada la situación. Por ello decidí atender el llamado de los muchachos. Cuando llegamos al sitio, el clima traslucía mucha emoción. La idea era intentar influir o convencer a los jóvenes para que suspendieran la acción.

Con ese objetivo planteamos dos elementos-aristas para la reflexión: ¿para qué puede servir la ocupación de un local? ¿Ayuda este acto al impulso de la constituyente? ¿No habrá que pensar más bien que sirve a las autoridades para acusar la existencia de una toma que se hermana con un secuestro? Señalamos en varios casos que si se desocupaba el lugar, no habría ningún tipo de pretexto por parte de las autoridades. Pero esta prédica reiterada, no obtuvo mayor eco. Alrededor de las 5:30 Sergio Sánchez recibió una llamada del Ministerio de Educación manifestándole la preocupación del Ministro y del Presidente por la situación planteada. Algo que nos llamó poderosamente la atención.

¿Por qué se presentó Otayza al escenario ucevista?

Y si lo anterior extraña, también llama la atención que el jefe de la Disip se presente al escenario conflictivo de la UCV. ¿Quién lo invitó? ¿Con cuál propósito asiste? Cuando llegó a la planta baja del rectorado, varios jóvenes llevaron el parte al salón que estaba tomado. Fuimos partidarios de que se le escuchara para oír sus planteamientos. Se hizo hincapié en que había que dar muestras de democracia y amplitud. Dijo el jefe de la Disip que estaba de acuerdo con el proceso de transformación de la UCV y que le preocupaba los métodos que se aplicarían para lograr ese objetivo. Señaló además que estaba en el lugar por decisión personal y que tenía conciencia de que se estaba jugando su cargo. En realidad, su presencia no está nada clara. ¿Se había comunicado con algún tomista? ¿Por qué se expuso a ese «riesgo»? ¿Tenía conocimiento del señalamiento del rector de que los «tomistas» estaban armados con bombas, ametralladoras y pistolas? ¿No le dio ninguna importancia al mensaje rectoral? En el caso de que esto fuese verdad, ¿qué habría hecho Otayza ante algún altercado o imprudencia? ¿Utilizó su servicio de inteligencia para saber qué ocurría en la UCV? Cuando se anunció su presencia la situación pudo haberse desbordado, si en lugar de estar el autor al frente del debate, hubiese estado alguien que alimentara la confrontación con el policía. ¿Cómo negar que pudo haber ocurrido una situación verdaderamente violenta?

El Golpe de Estado ya se califica como fallido

Para el anochecer los medios difunden unas declaraciones del rector según las cuales ABM se autodenomina Rector. Un señalamiento que hace gala de la más profunda insensatez y superficialidad. Algo pueril, que pone de manifiesto dónde llegó la majestad rectoral. Al lado de esto se señala que el profesor al frente de un grupúsculo, intentó un golpe de Estado que fracasó. ¿Pero de qué habla el rector? ¿Qué llama golpe de Estado? ¿Dónde quiere llegar? ¿Qué fines persigue? ¿A qué se debe el montaje que ha puesto a andar? Un absurdo que no parece improvisado. Unos muchachos solicitan mi presencia, asistimos para persuadirlos pedagógicamente de lo que consideramos un error, y esa acción se convierte, por obra y arte del señor rector y sus acólitos, en una autoproclamación y un golpe de Estado, con lo cual se incita abiertamente a la violencia.

Esta información la recogen y echan a andar los medios y comienza a ser repetida una y otra vez, de manera machacona y obstinada, hasta el punto de convertirse en una verdad absoluta que comienza a derivar en otras verdades y aseveraciones, sin que se busque la versión del actor que se señala como el protagonista fundamental de los acontecimientos en marcha. El objetivo está claro: desviar lo planteado hacia la consideración de alguien que sólo quiere un cargo burocrático y específicamente el rectorado. Eso es todo lo que estaría pasando en la UCV. El simplismo no puede llegar más lejos. Tres horas después de la ocupación estudiantil, es cuando el rector declara que ha habido un intento de golpe de Estado. ¿A quién va dirigido este mensaje? ¿Qué veracidad puede tener semejante absurdo? ¿Cuál es el objetivo de esta maniobra? ¿Hacia dónde quiere conducir?

Los secuestrados entran y salen como quieren

Superados los primeros momentos de mayor confusión y tensión, se despejó la puerta de entrada al despacho del rector, de modo que muchas personalidades pudieron entrar y salir cuando quisieron. Esto ocurrió con quienes venían a manifestar «su solidaridad al rector que había estado a punto de ser derrocado por el fallido golpe de Estado». Los medios instalaron sus monitores en la planta baja y se conectaron al despacho rectoral. Un secuestro verdaderamente sui generis. Novedoso. Sin embargo, sólo faltó que dijeran que los secuestradores habían pedido un alto rescate en dólares.

ABM: un peligro para la Constituyente

Alrededor de las 10 pm se planteó otra discusión-reflexión. De nuevo los argumentos sobre abandonar o permanecer en el local. A esta hora se agrega otro ingrediente: el Ministro de Educación condena públicamente la operación que se adelanta. Los dirigentes (VR) Juan Barreto y Ernesto Alvarenga, quienes han venido a manifestar su solidaridad a los poderes constituidos, le informan al sorprendido compañero de Utopía, que hasta ese momento creía contar con el apoyo gubernamental, que el obstáculo estaba en la participación de ABM.

Dentro del conjunto de contradicciones, los dirigentes no alcanzan a comprender que el oficialismo apoya una constituyente siempre y cuando se haga a su medida. Las autoridades procuran avanzar en cambios delimitados por ellas mismas. Ambos se juntan para enfrentar el enemigo común: una propuesta de cambio formulada y ejercida por el colectivo universitario, desde sus propias bases, excluyendo toda parcialidad, politiquería o intereses grupales. Precisamente lo aprobado en la Asamblea del Aula Magna.

Recibido el mensaje, Sánchez me dio la información. Le recordé que mi papel allí consistía en tratar de hacer respetar las resoluciones de la asamblea e intentar influir para que la toma que se adelantaba no sirviera para desviar el movimiento. Un proceso que no requiere ni admite autocracias ni líderes individuales, sino que se afinca en el colectivo. Para finalizar el intercambio de informes e ideas le manifesté que me retiraría de aquel escenario transitoriamente para poner de manifiesto mi posición antipersonalista de siempre y mi oposición a que un movimiento de esta monta esté conectado al celular de un ministro o a la concesión a los poderes constituidos, sino a la conciencia del colectivo. Aspiramos que este mensaje haya servido y sirva para algo a los compañeros estudiantes. Apenas me retiré, el rector declaró que los mismos que me habían proclamado ahora me expulsaban.

De proclamado a expulsado por los propios tomistas

Según el rector, en cuestión de dos horas, ABM se autoproclama y luego los mismos estudiantes que lo proclamaron lo expulsan. Esto constituye, sin duda, un montaje para ingenuos. Utilizar este enclenque argumento para acusar a alguien es verdaderamente deplorable y poco inteligente. Si a esto se añade que los propios tomistas me expulsaron, el absurdo es aún mayor. Admitiendo que sea cierto, es porque había diferencias entre lo que ellos hacían y lo que yo proponía. Es decir, que estaba, como lo estoy, en desacuerdo con la ocupación del local del CU. Lo que no significa que esté en desacuerdo con el necesario, indispensable e impostergable movimiento de transformación universitaria. Y por encima de ese desacuerdo, no puedo dejar de reconocer que, desgraciadamente, las acciones de fuerza son las que hacen posible que esa institución momificada, burocratizada y corrupta pueda conmoverse. Eso plantean los jóvenes, es esto lo que tiene conmocionado al orden-poder-universitario.

No nos quedemos en el debate de la toma del CU

Por todas partes vemos la ruma de comunicados preocupados por la violencia, pero en su casi totalidad se muestran incapaces de entender que la peor violencia se ejerce hoy con el fraude-engaño que se le hace a la juventud con una educación por el pasado y signada por los grandes intereses de la sociedad de la injusticia. Por ello, a estas alturas, no parece lógico quedarse en el debate sobre la ocupación o no de la sala del CU o en el doble discurso del Min-Educ. La mayor parte de las fuerzas del cambio universitario no aceptan dogmas-guías-líneas de nadie. El movimiento que se adelanta estará presidido por un colectivo creador, participativo y protagónico y no por las figuras de la tradición caudillesca y la burocracia desgastada y vacía. Por esto quiero dejar completamente claro que no asumo posiciones defensivas. Hago sólo uso de mi derecho a expresarme libremente. Llamo a la polémica tanto a quienes quieren avanzar en el camino de la transformación, como a aquellos que pugnan por mantener su status de privilegios.

Una interesada magnificación

Y aquí cabría preguntar por la actitud asumida por las autoridades universitarias y quienes han apoyado la ‘institucionalidad’. ¿Qué conduce a magnificar de tal manera la acción de los estudiantes? ¿Cuál es el propósito de señalar una y otra vez que se produjo una acción vandálica, salvaje por parte de los tomistas? Las cámaras de televisión han dado cuenta de que, en el mismo piso del edificio del rectorado, se ha producido una material coexistencia entre un grupo de estudiantes asentados en el salón de sesiones del CU, y las autoridades establecidas en el despacho del rector. En medio de ambos, el ingreso o salida ha sido libre. ¿Dónde están las huellas del destrozo vandálico, del ataque salvaje, de la irrupción incalificable a que aluden los comunicados del poder ucevista?

Se busca descalificar la transformación

Creemos que en esto también hay la clara intención de descalificar una acción estudiantil que podría avanzar en una dirección distinta a la que estaría dispuesta a asumir el poder constituido. Y para ello es necesario deslegitimarlo, enfrentarlo y finalmente mediatizarlo. El discurso rectoral hace gala de la adjetivación más severa y la solicitud de castigos ejemplares para los responsables de los hechos vandálicos, para proseguir luego con la invitación persuasiva y ‘pedagógica’ para que los ‘valiosos estudiantes’ participen en sus propuestas. Estamos convencidos de que la propia acción de las autoridades provoca estas reacciones ‘violentas’, con el claro objetivo de desviar y desvirtuar el propósito estudiantil y mediatizar e intervenir negativamente en ese incipiente despertar que aflora en el colectivo universitario. Y en esa dirección reiteramos aquí nuestra disposición a continuar, como lo hemos hecho siempre, en el debate que conduzca a nutrir acciones que otorguen a esta institución la majestad, la función y el papel que debe desempeñar en estos tiempos y en estas horas tan menguadas del país y del mundo.

¿Y por qué el Plan para liquidar los logros de la Asamblea del 28 de marzo de 2001?

Lo expuesto permite concluir que los entes del actual orden universitario actuaron orquestadamente ante «el peligro» que significaba la asamblea del 28-03. Los convocantes habían demostrado ascendencia en la comunidad. Al debate asistieron unas cuatro mil personas y esto podía proyectarse y conformarse en un verdadero peligro para unas autoridades que cuentan con un nivel de aceptación cada vez más precario. Hacer el movimiento con los lineamientos V republicanos no es nada peligroso. Se podría seguir disfrutando de la república ucevista y hasta de la corrupción. Una cosa diferente es si se adelanta una constituyente que apunte hacia la transformación.

El verdadero enemigo es el colectivo

En este punto es donde se evidencia el enemigo a vencer: la incorporación de la comunidad, la participación del colectivo en la refundación de esta casa llena de sombras. Significaría acabar con los protagonismos y los reinos individuales, para dar paso a una nueva manera de aprehender y desarrollar la vida universitaria. Por ello todo el montaje que se hizo para intentar liquidar a quien pudiera ser un obstáculo para el desarrollo de los planes de la neocorrupción. Y ante la debilidad-estupidez del plan-montaje, se acude ahora al triste y deprimente espectáculo de recoger firmas para pedir una tal expulsión de Blanco Muñoz de la UCV. ¿Es que realmente se cree que un solo hombre tiene tanto poder? El tema universitario ha estado siempre en nuestra agenda de trabajo, de modo que la idea de la constituyente no es para nosotros un instrumento nuevo. A lo largo de tiempo, hemos insistido en la necesidad del debate y la participación, la sustitución de los criterios tradicionales y los mandos de siempre, por el trabajo colectivo y participativo, sin el cual ningún avance es posible. Desde 1999 iniciamos en la Cátedra «Pío Tamayo» y el CEHA un amplio debate sobre la constituyente universitaria. En principio los poderes constituidos voltearon la cara, hoy recogen firmas.

Los montadores de engaños caerán por su propio peso

Después de esta explicación-toma de posición no pienso entrar al debate subalterno y adjetivista. Quien tenga pruebas de delitos, que demande «justicia» ante las instancias correspondientes. A los desarmados-provocadores de oficio, les recuerdo que pierden su tiempo y energía. Seguiré formando parte de los aspirantes a hacer la vida capaz de tocar los instrumentos para la construcción del porvenir, desde cualquier sitio donde esté. De esto se trata, de apartarse de brozas, fatuidades y perversiones, Hoy estamos plenamente convencidos de que los montadores de engaños caerán por el peso de su propia podredumbre!

(%=Link(«http://www.ucv.ve/piotamayo.htm»,»Cátedra Pio Tamayo»)%)
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