Internet y periodismo
No cabe duda de que Internet se ha convertido, más que en instrumento del periodismo, en plataforma para el establecimiento de toda la variedad de medios de comunicación existentes hoy.
Siendo esta afirmación una certidumbre, es evidente que desde las escuelas de comunicación social el periodista requiere ser formado para atender a estos nuevos requerimientos, y con el objetivo de que adquiera la competencia que hoy exige el mundo laboral informático.
Hay dos aspectos obvios que los encargados de discutir la confección de los programas de estudio deben tener presentes para dotar al estudiante de las herramientas, uno es la presencia de Internet y sus alcances, y el otro, los avances de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y su influencia en la comunicación multimedia.
El primer recurso, Internet, ha de verse como un conocimiento básico adquirible en los primeros años de estudio. Mientras que la comunicación multimedia debe acogerse como especialización que se agrega a las existentes y tradicionales en la carrera.
Acótese que, sin embargo, la esencia del periodismo y la de su practicante sigue siendo la misma. Se le han agregado unos instrumentos valiosísimos que por su interactividad enriquecen las formas para su elaboración y la densidad de los contenidos, pero por sobre la importancia de las herramientas estarán siempre la ética de la profesión, la verdad como estandarte, y el periodismo como servicio público, no como mercadería. Aparte de que informativamente hoy más que nunca la calidad debería superar a la cantidad.
Desde la perspectiva del ejercicio creativo de la profesión y del reporterismo, tampoco debería el periodismo perder lo que en jerga llaman “la calle”, es decir, la necesidad de tomarle el pulso a las realidades en el mismo lugar de los acontecimientos, o por medio de entrevistas cara a cara con sus protagonistas.
Internet es un maravilloso recurso que por medio de la magia de un ¡clic!, coloca las fuentes informativas del mundo a la mano del redactor en su mesa de trabajo, pero el sabor de una crónica vívida y tejida en la propia barricada, nunca será sustituida por otra redactada a control remoto, aunque se le haya escrito en computador portátil, en la pretenciosa “laptop”.
Todos los mencionados son aspectos que deben continuar conformando parte del perfil del periodista de la comunicación digital en la denominada Sociedad de la Información, para garantizarle a la ciudadanía globalizada que el arte y la sustancia de la escritura periodística proseguirán siendo una vocación por la humanidad.
