La astucia está en hacer que se cuente

Yo me pregunto…
¿Reparar o no reparar? Algunos dicen que es traición, verdad negociada e indignidad el ir a reparar. ¡Mosca! estos son momentos en que la oposición tiene que estar alineada y saber a quiénes dar la espalda por andar pescando en río revuelto. ¡¡Las firmas están!! Todos lo sabemos, empezando por el régimen.

Estamos al filo de una cruenta dictadura, sin medios de comunicación, sin garantías totales, sin cuerpos policiales. Es momento de más astucia e inteligencia activa, no de conmo-emociones. ¿Quién perdió más con el impromptus de Eduardo Lapi al decir que se ponía en desobediencia civil y no cumplir cabalmente su decreto, perdiendo ahora credibilidad? ¡Nosotros! Cada vez que un dirigente nuestro baja un escalón quien recibe la peor herida es la oposición.

¿Que nuestros líderes no dan la talla? Pero… ¿qué o quiénes impiden que «los propios» se coloquen al frente de esta tragedia? Nadie. Nada. Al menos hasta que afloren algunos, tenemos que aceptar que NO PARIMOS a los dirigentes adecuados. ¿De quién es la culpa? De nadie. Venezuela no estaba preparada para lo que estamos viviendo. Los seres que nos están dirigiendo son los QUE HAY y no hay tiempo para lamentos.

Chávez está convencido que a través de la crueldad la oposición entrará en MIEDO y APATIA. Así fue en Cuba. Castro les iba masacrando y los cubanos tuvieron que someterse. Los tiempos cambiaron. Chávez mató a traición y al instante el mundo se enteró. El Atila de Sabaneta no logra ya cubrir todos los flancos a su favor. Tiene pocas neuronas a su alrededor. Más que nada cuenta con una manada de incapaces sedientos de: poder, sangre y dinero. ¿A cuántos compromisos económicos tiene que responderle el régimen para mantenerse en pie?

Chávez ha logrado su poderío porque Venezuela ha tenido: dinero. Si no ¿cómo mantendría el ejército de sátrapas que ha conformado?. Si USA deja de comprarle petróleo a Venezuela ¿a quién le venderá Chávez los 1.500.000 barriles diarios? ¿A Suramérica? ¿A China absorbiendo los costos de exportación? ¿Competirá 5$ por debajo en Europa? ¿De dónde sacaría el torrente de dinero que requiere ahora para mantener al país acorralado (tropas, armamento, municiones, etc.)? Y digo ahora, porque lo que sigue para doblegarnos es la libreta de Mercal.

El Atila de Sabaneta busca dividirnos constantemente y ¡¡casi lo logra!! El régimen se mueve como pez en el agua cuando hay pelea, problemas, oscuridad. No sabe qué hacer si hay concordia, unión, paz. ¡Ojo! términos que nada tienen que ver con ABANDONAR LA LUCHA. Mantengámoslos en nuestro terreno, allí somos fértiles y fuertes.

Ya todos estamos claros que el objetivo central de Chávez es exterminarnos para adueñarse del país. Esto es tan duro que, aún hoy, hay muchas personas que les cuesta aceptarlo. Estamos a las puertas de un caos armado mucho mayor de lo visto y esto le da energía a Chávez y a su gente. No soplemos la fogata. Encontremos cómo apagarla para dispersar sus componentes. No sigamos poniendo «cuerpos contra tanques».

Claro que correremos riesgos yendo a reparar las firmas. Claro que nos esperan trampas y más trampas, dilaciones y más dilaciones. Sabemos que NO se quiere contar. La astucia está en hacer que se cuente. El régimen no ha vencido ni nosotros tampoco. Sin embargo, el Atila de Sabaneta tiene: la silla, los poderes, el dinero, las armas, los militares y suficientes asesinos para dar la pelea. ¿Dónde están los cañones, los soldados, los tanques nuestros? Nos tenemos sólo a nosotros mismos y somos ¡casi un país entero! Esto tiene que pesar a favor si nos mantenemos unidos y con acciones asertivas, inteligentes. Calle + Calle = libertad.

El pensamiento del Centro Carter y de la OEA es negociar. El término negociar no significa dejarnos TRAMPEAR. Defendamos el RR hasta las últimas. Es el mecanismo menos costoso en vidas humanas. La oposición tiene que arrinconarlo hasta hacer que se cuente. Al Capone no cayó preso por sus barbaries y asesinatos, sino por evadir impuestos.

La posibilidad de la reparación de firmas -aunque sepamos que es una medida injusta y tracalera- es mejor antes que lanzarnos en otra aventura a ciegas. Agotémosla. Vamos a seguir luchando lo más unidos posible. Tenemos que exigir se nos entreguen las «cuentas claras» en el conteo de las planillas y fijar nuestras condiciones. El CNE estableció el viernes para que la oposición de una respuesta, no le demos la patada a la mesa nosotros. ¡¡No otra vez!!

Esta guerra es larga, dura, difícil. No la tiene ganada el régimen, ni perdida la oposición. Estoy segura que este obstáculo también lo sabremos enfrentar y vencer.