Opinión Nacional

La esquizofrenia suelta

Siempre fue necesario recurrir al griego para bautizar las enfermedades, de modo que lo que cada enfermo tiene, más que su enfermedad, es un nombre griego. Tal ironía corresponde a un dramaturgo francés, François de Curel, que en uno de sus dramas, una dama, ante la imposibilidad de que su marido la entienda, lo cual sería anormal si ocurriera, la envía al psiquiatra. Preocupada por esto, cuenta su historia a su amiga, siempre salvadora y ésta, sabia como buena amiga, la previene: “le pondrá un nombre griego a eso que te pasa”. Y, ciertamente, empleo la palabra esquizofrenia a sabiendas de su terrible significado. Tal vez sea ésta más temible que ninguna otra, cáncer, leucemia, sida…habida cuenta que, a pesar de su tragedia inherente, tiene, como toda tragedia un final, cuyo destino, obviamente prefijado y que si bien se puede descifrar el oráculo y resignarse, se puede, al menos, bajo combates incansables, diferir la muerte. La esquizofrenia, en cambio, es la única palabra griega, qué digo, enfermedad, que impone la muerte permaneciendo vivo. Pérdida de lo real y, a la par transubstanciación de lo irreal hasta finalmente, no lo se exactamente, existir sin ser y ser sin existir. Mas cerca todavía, es la esquizofrenia, la única palabra griega, digo enfermedad que, sin tener una verdadera definición, (si ello ocurriera, estaríase en presencia de la cura), sirvió para la mas compleja de las clasificaciones porque, si bien la esquizofrenia como palabra se define a sí misma, hender la mente, significa en griego, ha de ser la dificultad mayor, porque nos es compleja la mente, pues ella indefinible, inasible, inmaterial y si la pensamos bien, henderla ha de ser trágico., entonces, la esquizofrenia, es pues, un modo de existir sin consciencia de sí, de los real, es ficción sin fantasía, sin poesía. Alguien ha dicho, es una verdadera catástrofe y tal vez si se curara apenas si se lograría poner en orden a su poseedor, digo mejor, a su poseído.

Como ve lector, padezco en este momento de desesperación. No faltará un buen amigo de esos que tengo con tanta gratuidad, que califique mi mal de esquizofrenia. Pero no, estoy apenas en los niveles de alta angustia, pero, creo, a plenitud de mi consciencia. Posiblemente usted viva la misma angustia que yo y tal vez necesite de un bien vino, primero para descifrar el anterior párrafo, pero sobre todo, y, segundo, porque quizá no encuentre como yo, razones mínimas para explicar qué pasa en la universidad. (LUZ), donde nada pasa y que al pasar haga brotar la ciencia, el arte, jugar el conocimiento sobre los jardines límpidos de las almas. Bracho o Atencio y nadie podría encontrar las diferencias, según lo que hacen, destruyen, aniquilan que es lo que hacen, en su nada hacer, salvo destruir el futuro, sobre el asalto a la razón, al tiempo y al espacio donde son omnímodos. Qué pasa con la alcaldía (de Maracaibo). En corto, qué pasa. Un amigo, en estado de poética embriaguez insistía, determinando así la situación, “en Venezuela no pasa nada”, y, en la universidad pasa lo mismo; pero la cuestión está en creer que sí pasa y, entonces, decía sí pasa, como ocurre con las grades aventuras del espíritu en alguna de sus acciones dionisíacas. Que nada ocurre, pero como no ocurre nada, entonces, cree uno que pasa de todo. Y seguía en su sonrisa sabia y savia del buen vino, para concluir, porque si pasase algo distinto de NADA, algo pues distinto a eso que pasa, estaríamos en presencia de cambios esenciales, transformaciones radicales y se sonreía citando a Marx y a Kuhn
Para saber que no poseemos esta enfermedad, la esquizofrenia, que no hemos sido agarrados por ella, se hace necesario poner los hechos y verificar su estado. Así entonces podemos afirmar, porque es real de verdad como existencia empírica y legal, que LUZ está allí. Que la alcaldía está allí. Que Atencio, Nava, Palencia, Aular, son las autoridades electas por el Claustro. Que el Alcalde está allí y que sus dos manos, la diestra y la siniestra están allí, como está allí el jefe de la alcaldía a su lado. Eso es verdad, aun cuando los críticos severos, pudiesen advertir que están pero no son. Si el ser implica en este caso cualidad de sabiduría, bondad, equidad, idoneidad para el ejercicio transparente del cargo y función que desempeñan. Podemos hasta afirmar que la APUZ existe, que es propiedad de una bella Dulcinea desde hace largos años y que lo será por muchos más, pero ajena a Don Quijote. Podemos ver, sin más, con nuestros propios ojos y los ajenos que sus terrenos, unos han sido invadidos por la gente “humilde” como dice el Alcalde, otros con el permiso del CU o del rector, de este y de otros que hicieron a FUNDALUZ dueña de todos los terrenos de LUZ, que ha sido invadida por COLORAMA o algo así y el resto, los otros espacios, los libres, están invadidos y poseídos por la desidia. Que el Polideportivo, cargado de una inmensa historia de grandeza, pleno del ideal universitario, humano, lo asaltó el Alcalde y LUZ perdió más que esos espacios que son suyos, las posibilidades de iluminar desde ese lugar, convertido en medio de recreación, de grandeza, en fin, de cultura. Ejemplo de cuanto la universidad debe ser y hacer.

¿Esto dicho es verdad, verdadera? ¿Es ficción mía? ¿Es locura irrecuperable buscar la verdad y decirla, esquizofrénicos sus resultados? Ahora no se. Pero cuanto viene a continuación también es verdad. El CU y por unanimidad (un monstruo que cuando en la universidad existe tiene su único fundamento es la actriticidad, en la negación más absoluta de la verdad real, de la duda metódica, es una palabra es la complicidad, la que provoca estos acuerdos. Pues con ese acuerdo unánime y su cómico estilo decidió expulsar de su seno a siete (7?) estudiantes que por meses mantienen tomados las dependencias de transporte y, al parecer, duermen cómodamente en algún lugar inmediato, el centro de computación (¿?) toma que, además, impide el funcionamiento, así dicen de las FEC y de la FEDA. Y en estos mismos días, en una rompe páginas, completa el Alcalde pide a la universidad que les dé el espacio invadido que queda frente a las narices de la APUZ, y limita más allá con unas muy feas casas que para tragedia, llevan el nombre de Lossada. (C2 y …). El bueno del Alcalde tiene el corazón casi desecho, su alma está al borde de la amargura más profunda si LUZ no le entrega esos terrenos para hacer allí un modelo de cuanto es su saber arquitectónico, sociológico, criminológico, artístico y sobre todo, su humanismo revolucionario y allí tendríamos un paraíso urbanístico para esas dos mil familias. Naturalmente ello haría de Maracaibo ya no la primera ciudad de Venezuela, como ya lo es (sin agua, sin gas, sin vías en las barriadas…) de América Latina, como dicen que es, la del mundo como anuncian que será. (Consulte a nuestro alcalde y al profesor que lo acompaña y lea de nuevo las promesas de Chávez en el Maruma). Los arquitectos al lado del Alcalde lo convencieron de la grandeza de esta obra, mayor que la Bauhaus y tendrá más trascendencia, así le dicen, que lo que fue y será Weimar.

Por su parte esta toma en LUZ por siete estudiantes, lea bien, SIETE, de los cuales la mayoría parece tener más de muchos años en sus “estudios superiores” y, claro, están allí, viven en LUZ, sabrá dios –con minúscula – por qué. Dios es cualquier decano, cualquiera de las autoridades. Caulquieir comerciante del voto. Allí están. Valen, al parecer un voto y algunos más y unas pistolas y mas que eso, valen acuerdos, pactos unas veces para aterrorizar a otros, para ser guardianas de los mercaderes del templo, o de eso que llaman alma mater. Esos siete tienen paralizadas a la FEC y a la FEDA. Quien podría en sano juicio no meditar hasta en sus tuétanos que siete estudiantes hayan paralizado, sin que nada pase y pase nada, a las facultades estructuralmente, en plenitud de la teoría, los pilares de la universidad. Siete han paralizado la ciencia y el arte! Cuánta pérdida o será que no se pierde nada? ¿Será legal y sobre todo legítimo que LUZ pierda espacios que debió llenar de parques de arte y ciencia? ¿Será mas grave la toma de los siete que la invasión de las dos mil familias (alcalde dixit) y la invasión de eso que llaman, ara más desdicha Colorama? Y las vacunas y las calificaciones dubitables., los concursos tantas veces viciados y los diezmos y derechos de pernada que gravedad, digo mejor, gravidez alcanzan? El bueno del alcalde dirá que son familias buenas, que necesitan vivienda, que todo es así para que el proceso tenga algo que exhibir y su bondad, la de ambos se vea en bloques. Que no son invasoras, que allí no hay negocios y manos obscuras que controlan el juego y cobrarán mañana, que es la universidad la terrateniente, la feudal. Que el jeke digo que hay que acabar el feudalismo, etc.… Y para ganar la aprobación del César, ordena a LUZ a que salude su propia muerte. Cuanta caridad cristiana, cuanta bondad y desprendimiento juntos en un alcalde.

Ah, pero llegó la salvación. El gobierno y LUZ harán allí una gran ciudad de miles de millones, centenares de millardos. Ya se firmaron, dicen hondos, lirondos, orgullosos, honrados los actores de este hecho que lo inscriben como el más importante de toda la historia humana, tecnológica y arquitectónica de la ciudad, de LUZ a la cabeza. Será bonita, la más bonita que en el mundo ha sido. Pero, que desdicha pesa sobre mí. En ese lugar habíamos soñado que se creara la Ciudad de Las Artes. Parques, jardines, teatro, cine, áreas de recreación, espacios escolares desde el kinder hasta las más sublimes exquisiteces de la virtuosidad, espacios para el diálogo ciencia-arte-hombre naturaleza. Espacios para el encuentro regional, nacional mundial del arte, sus creadores, sin un día de descanso, porque la vida misma no se cansa y tiene en el arte su mayor alimento. El campus de academus en Maracaibo.

Pero, No… eso sería delirio, esquizofrenia, dirán sonrientes los sabios que asesoran al señor rector, y a los demás del alto poder en LUZ y en el gobierno. Resolvimos un… ya no se tendrá la universidad qué preocupar ni porqué hacerlo por esos espacios, para los cuales (salvo Borjas Romero y nosotros otros muy poquiticos) ni una sola idea, viven muertas en Arquitectura, henchidas de complicidad en Derecho, huyeron de Humanidades, nadie saben donde andan. Pero, resuelto el problema, así como ellos creen, con esas casas bellas y esos millardos, no da el cerebro para entender que el campus universitario tiene una y única propietaria, la comunidad universitaria y que su destino es el destino de la universidad: espacios para la ciencia, el arte. Que cuando se hacen propiedad privada, la universidad los pierde, se queda sin espacios académicos, estéticos, humanos. Imagínese, rector y usted, su señoría el alcalde y su majestad el señor presidente, que la las universidades de gran historia ya milenaria hubiesen vendido su campus a los trabajadores, a los profesores, a los estudiantes…ya no existirían, sencillamente. Las grandes residencias no son residencias particulares de estudiantes, ni casas privadas, son, si se quiere, espacios para el transitar de quienes en la universidad se abren caminos al andar.

Sabe, señor rector, señores colorama, su excelencia el alcalde, su Señoría Chávez: qué gran herencia dejan a la cultura, a la ciencia, al arte, a la historia: la destrucción. Dios los salve, los premie y no os lo demande y vendrá una foto: qué bellos se verán usted, el alcalde y el señor presidente. Pero por piedad no pongan a Losada ni a Borjas Romero de testigos, déjenlos sueltos. Resucitarán.

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