Opinión Nacional

La gente no son flash cards

Hasta en la sala de audiencias del Tribunal Supremo de Justicia, el CNE seguía insistiendo en que la información sobre los candidatos postulados sí se había distribuido, pero lo que pasaba –según ellos- es que ahora se hacía en formato de “Cí-Dí”.

No debemos olvidar tampoco, que los voceros oficiales del organismo comicial le repitieron una y otra vez a los insistentes periodistas que les exigían información, que la publicación contentiva de las listas de candidatos que sólo comenzó a distribuirse en Caracas el miércoles 24 de mayo; sólo 3 días antes de la fecha de la megaelección, era según ellos una “cortesía” del CNE a la que no estaban obligados legalmente.

Esa publicación además, estaba llena de siglas desconocidas para la inmensa mayoría de los electores, cómo por ejemplo (lista parcial para el estado Aragua):

I.P.C.N………. M.D.D……….. A.B.P………… M.I.L…………. C.S…………. L.A.C.

S.I…………….. E.L…………… M.R…………… D.I.M.E……….. M.C.-90….. C.V.

G.E…………… MES…………. Q.A.P………… S.C.95…………. M.F.U……… DR 2000
A.A………….. FODE……….. M.F.U………… U.N.I.D.O.S…. D.P………… ABUELO
N.R.D……….. F.P……………. A.M.I………… M.I.A.U……….. U.D.H……… L.F.V.

Lo que quiere decir, que si no hubiese existido un grave problema técnico, el CNE hubiese conducido a la población a votar en medio de una gran ignorancia y desinformación; ante la cual, existía una profusa difusión de las “megallaves de Chávez”.

No es hacia las empresas contratistas, como E.S. & S. (Election Systems and Software); hacia donde debe dirigirse la atención en la búsqueda de la verdad de lo que pasó; sino hacia los directivos y gerentes del CNE y hacia las empresas contratadas para informar al elector quienes eran los candidatos postulados, y cómo sería la mecánica del acto de votación.

La penúltima página de la publicación que distribuyó el CNE 72 horas antes del 28 de mayo mostraba un recuadro titulado “Esta será la manera de elegir” contentiva de siete rectángulos en los que algunos tenían el rótulo de “anverso” y otros de “reverso”; mientras que otros no lo tenían; y de su minucioso exámen no hay manera de determinar cual anverso corresponde a cual reverso; ni tampoco el porqué algunos de los recuadros no tenían rótulos.

Finalmente, en la contraportada de la publicación aludida, se incluía una sección titulada “Sé listo, lleva tu lista” en la que se proporcionaban espacios en blanco para que el elector escribiera los nombres de los candidatos de su gusto. Esa sección no incluía un espacio para los parlamentos latinoamericano y andino.

A pesar de la enorme complejidad de la megaelección, el CNE no usó el medio más eficiente para informar adecuadamente a los votantes, como lo es la televisión, para enseñar a la población a votar, a identificar a las organizaciones postulantes o a los candidatos. Ni le distribuyó a las organizaciones postulantes suficientes tarjetones no válidos para que pudiesen instruír a sus simpatizantes y militantes.

Y cómo la guinda que corona el postre, le asignó a numerosas organizaciones postulantes tarjetas de idéntica forma y color, donde los nombres de los candidatos aparecen en letras de minúsculo tamaño.

¿Se necesitan más evidencias para demostrar una intencionalidad a la hora de convertir a las “megallaves de Chávez” en la “tabla de salvación” en las turbulentas aguas de la confusión y desinformación organizadas por el CNE ?.

El cuerpo del delito no son las flash cards. El cuerpo del delito es el intento de manipulación del electorado, al que se intentó conducir como ganado hacia las urnas: nariceado y sin conocer el destino que le esperaba. Y así hubiese acontecido, si como lo intentaron denodadamente los directivos del CNE, se hubiesen superado los problemas técnicos.

Lo que se iba a realizar no era una elección. Se iba a consumar un elaborado esquema para entregar, si no la totalidad del poder público, (nacional, estadal, municipal y parroquial) una inmensa porción de éste, a una sóla parcialidad política: el MVR; porque recordemos que ese partido hasta fracturó la alianza denominada polo patriótico, porque el PPT se rehusó a que sus candidatos fuesen reemplazados por los escogidos por la cúpula del MVR.

No se debe fijar una nueva fecha de elecciones, hasta que los electores estén, como dijo el defensor del pueblo en la sala de audiencias del tribunal supremo de justicia, debidamente informado a través de medios idóneos y suficientes.

Debe permitirse a las organizaciones postulantes, a las que se asignó tarjetas identicas, reemplazarlas por otras claramente distinguibles de las demás.

Y DEBE DARSE SUFICIENTE TIEMPO A LOS PARTIDOS
PARA HACER UNA FUERTE CAMPAÑA A FAVOR DE LA PLURALIDAD POLITICA

Si no se desmonta la manipulación, nuestra democracia fenecerá definitivamente

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