La Guerra Psicológica de la Revolución Bolivariana, Parte II

Se la pasan casi todos los días acosándonos con una inmensidad de dimes y diretes, que son puras payasada y mentiras, orientadas exclusivamente a los que no están de acuerdo con la Revolución Bolivariana. Emiten leyes, que ni siguieran han sido leídas, analizadas, profundizadas y mucho menos compartidas y discutidas con personas lo suficientemente preparadas y calificadas que puedan dar opiniones y soluciones a los problemas; pero solo con el ¡alteo de las focas! de la Asamblea Nacional las aprueban; publican en la Gaceta Oficial cualquier cantidad de decretos provenientes de todas partes, de la presidencia, de los ministerios y de donde puedan usar su poco intelecto, para perseguirnos con saña, maldad y mucho empeño; con todo este despilfarro de leyes y decretos, que solo sirven , para seguir engañando y confundiendo al pueblo, y así poder callarlo.

Quieren destruir con un odio implacable nuestras formas de vida, cambiar nuestra manera de pensar así como nuestras actitudes, que nos pleguemos a ellos, queriendo con esto, que cambiemos nuestra forma de comportamiento y expresión, a lo que ellos nos exigen y quieren; los altos personeros de esta revolución bolivariana, no lo piensan dos veces para acusarnos, atropellarnos y vilipendiarnos, con el solo objetivo de que perdamos nuestra verdadera identidad, quienes somos, y sobre todo, en las cosas en que hemos creído y actuado a lo largo de nuestra vida.

Aquí podemos añadir, las irresponsables e injustificadas actitudes que ha tomado este gobierno, cuando le da la gana, sobre la libertad de expresión, propiedad privada, educación y salud, conllevando con esto, a que el pueblo entre en una situación de ¡indecisión! terrible y que sientan no saber que hacer.

Cuando el líder máximo, en sus interminables cadenas televisivas y en su hediondo y vulgar espacio los días domingo de Alo Presidente, empieza a balbucear lo que es y lo que no es, en un lenguaje extremadamente arrabalero y grosero, con ello pretende hacernos sentir ¡asustados y confundidos!; con sus mentiras y contradicciones pretende subyugar a su potestad, al pueblo. Quiere definitivamente que nos ¡acobardemos! en nuestras luchas y que nos sintamos unos ¡pánfilos!

Para estos revolucionarios parece ser muy sencillo, o como se dice en criollo “una papita pelada” causarnos a través de esta guerra psicológica, un nivel de indecisión, susto y angustia, que nos haga desistir de nuestras luchas.

Trabajamos muy duro y logramos muchas conquistas en diferentes campos de la vida y la sociedad en el país; hemos estado viendo y sintiendo desde hace diez años, como han atacado y destruido todo lo que se alcanzo de la forma más decente y con responsabilidad, sobre todo para beneficio de nuestros trabajadores y nuestro pueblo. Incapaces de poder mantener o mejorar las conquistas, lo que han hecho, es destruir, destruir y destruir, ¿y que han ganado con eso? , solo insultar, atropellar y decirle mentiras al pueblo.

Lo que han querido hacer, es que sintamos la perdida de nuestra creencias en las cosas, que nos asustemos y angustiemos, que nos repleguemos a ellos, para así poder implantar lo que quieren. Pero la gran verdad, es que habemos muchos, mas de la mitad de la población, que no nos vamos a frustrar con sus atropellos y mucho menos rendirnos, es todo lo contrario, aquellos que cometieron o cometen muchas injusticias, lo que encontraran será “su propia ruina”.

Cuando se nos ocurre protestar por no estar de acuerdo con algo, inmediatamente entra a funcionar lo que esta revolución si sabe hacer muy bien, la represión, acusación y humillación a su pueblo, mediante una burda, “burlita”.

Buscan por estos medios y muchos mas, hacernos creer que somos unos inmorales, corruptos y enemigos del pueblo, ¿será que nos están diciendo que no queremos nada con el pueblo? , que equivocados están. Un proverbio chino dice: “El carro adelante y el caballo detrás”, ubíquense revolucionarios, ustedes solo saben engañar al pueblo, a través de la pretensión, de la extensión indefinida en el poder, contradiciéndose constantemente, con lo cual mienten al pueblo, creyendo, que con sus constantes burlas, podrán llegarle mas y mejor al pueblo. ¡Olvídese mi querido Watson!

Pretenden ser dueños de la verdad, de que con todos estos atropellos y ataques seremos unos sumisos que nos entregaremos fácilmente a su revolución. Pareciera, que creen que no nos damos cuenta de el fracaso de esta “revolución bonita” copiada del “mar de la felicidad” que lo que ha hecho es hacer retroceder al país.

Y esta desagracia ha sido en todos los estratos de nuestra sociedad, por donde uno ve, encuentra una tras otra, una línea de fracasos y fracasados; pero, ahh, eso si, pretenden con sus malos chistes, burlas, vulgaridades, mentiras, y sobre todo, sus inconsistencias y acciones de ponerse en oposición, con lo que dijeron antes .

“No importa cual sea la altura del árbol, las hojas siempre caerán en las raíces”. (Proverbio).

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