“La Ley debe ser como la muerte, que no exceptúa a nadie”
Candanga o diablo como ahora gusta hacerse llamar el Tte. Coronel, desde niño mantuvo conductas delictuosas. Confiesa que disfrutaba robando junto con sus primos, las gallinas realengas del vecindario donde creció. Las tropelías a lo largo de la vida de Candanga han sido incesantes, pero sus andanzas caían en el campo de las raterías, delitos éstos que las autoridades evaden procesar, porque es mayor el trámite burocrático que las posibles sanciones que recaen contra el delincuente. Candanga una vez en el ejército, según cuentan compañeros militares, administró una cantina de cuartel, la cual desfondó, sin que se iniciara alguna investigación sobre los intríngulis del caso.
Para las elecciones del 98, Candanga realizó una campaña ostentosa, pero el origen de los fondos usados se desconocía. Con la captura de la data en los computadores y pendrivers de alias Raúl Reyes, se pudo conocer que las FARC, financiaron en parte su campaña política, obviamente con dineros provenientes de delitos de narcotráfico y secuestros. Quizá de aquí parte la solidaridad de Candanga con los narcoterroristas de las FARC. Como es sabido, en los bajos fondos las solidaridades son selladas con clavos de acero.
Candanga jamás ha mostrado respeto por las leyes. Cuando se juramento como primer magistrado de la República dijo “Juro ante esta moribunda Constitución”, develando su alevosa intención de asesinar la Constitución del 61. Desde entonces Candanga no ha hecho más que violar: normas, leyes y a su propia hija: La Constitución del 99.
Hasta ahora la impunidad de una sociedad débil moralmente le ha permitido delinquir y salir incólume. Pero como todo transgresor, le ha tomado el gusto a la ilegalidad y utilizando a Venezuela como su guarida, se dedica ahora a actividades más riesgosas en el ámbito internacional. Sin embargo, como reza el dicho: “a todo cochino gordo le llega su sábado”, y ahora Candanga como diría el Quijote: con el imperio se ha topado.
Durante una de sus alharacas en Consejo de Ministros, Candanga con una profunda expresión desencajada y de miedo en el rostro dijo: “Una Juez de la Corte Federal de Miami me quiere dictar una orden de arresto, por un caso de lavado de dinero. No les extrañe que lo saquen mañana, que es Chávez el que está lavando dólares.” Desde entonces Candanga se ha visto incoherente y desfasado mucho más allá de su estado psicótico normal. El fantasma del General Noriega no lo deja dormir. La trenza se tensa antes del nudo y parece que internacionalmente, hasta sus admiradores más abyectos, están buscando saltar la talanquera.
Denuncias en distintas instancias se cursan: Tribunal de la Haya, La Audiencia Nacional de España, La Corte Federal de Miami, La CIDH e intuimos que una carta dirigida por 12 Senadores Republicanos a la Sra. Hilary Clinton, tiende a intentar el encausamiento de Candanga a través de la Ley Patriota y la Resolución 1373 de las Naciones Unidas, que establecen sanciones para los delitos de colaboración con: terrorismo, narcotráfico y lavado de dinero, cargos estos que a Candanga le vienen al dedillo.
Los últimos desplantes de Candanga ante la resolución número S-2010/283 de las Naciones Unidas contra Irán demuestra que lo tienen de cabeza. Las actividades delictivas que se sospecha sostiene Candanga con grupos terroristas del Hezbolah y la Guardia Republicana Iraní quedarán al descubierto al igual que: las supuestas operaciones de lavado de dinero realizadas a través del Banco de Comercio Internacional Iraní –Venezolano; las supuestas fábricas fachadas de tractores y bicicletas; los vuelos fantasmas “comerciales” entre Irán- Venezuela y viceversa, la explotación, y contrabando de uranio.
Quizá pecamos de optimistas, pero presentimos que los tiempos de las tropelías y actividades delincuenciales de Candanga están llegando a su fin, para beneplácito de la gente decente de la sociedad Venezolana y mundial.
Como dicen la justicia tarda pero llega y a candanga al parecer le llegará a través de leyes internacionales.
