La lumpia de Escarrá
Mi antiguo y experto profesor de Derecho Administrativo, Carlos Escarrá Malavé, ahora convertido en adalid de la «revolución roja-rojita», acaba de declararle a un semanario zuliano que «la inseguridad en Venezuela la provoca la oposición».
Y no es un titular travieso y llamativo, porque adentro en la entrevista el diputado Escarrá afirmó con todas sus letras lo siguiente: «La parte de la inseguridad la provoca la oposición para tratar de crear un ambiente de inestabilidad».
«Chávez se fumó una lumpia», dijo Aristóbulo Isturiz en el 2000 cuando él y su partido, el PPT, estaban en la mala con el jefe único. ¿Cómo no recordar esa frase ante las afirmaciones del parlamentario?
O sea que el aumento de 330% en el número de homicidios cometidos en Venezuela entre 1998 y el 2007 sería culpa, digamos, de Herman Escarrá Malave y de todos los demás voceros de la oposición política. La explosión de secuestros y el auge del narcotráfico, se supondría que también.
Luce muy «atinado» mi antiguo profesor, casi tanto como su contertulio televisivo, el cómico Mario Silva, conductor de un programa que produce y prácticamente dirige el fallido aspirante a la reelección indefinida.
Pero Carlos Escarrá no es el único de los representantes del oficialismo que de pronto dicen cosas sin la más mínima conexión con la realidad, sobre todo después del domingo 2 de diciembre de 2007.
El ex -ministro Jorge Giordani señaló en las postrimerías de su ministerio que gracias al presidente Chávez el desarrollo humano de Venezuela se estaba acercando al de Suiza…
Y qué comentar del re-puesto ministro de Interior y Justicia, Ramón Rodríguez Chacín, cuando expresó por la calle del medio que Caracas ya era una de las ciudades más seguras del mundo…
A lo mejor quiso implicar que la seguridad era para el hampa, porque en el 2007 se perpetraron en Caracas casi tantos asesinatos como los que ocurrieron en toda Venezuela el año antes que Chávez empezará su presidencia.
Y Osorio, el nuevo ministro de Alimentación que jura y perjura que la escasez y el desabastecimiento son virtualidades mediáticas. E Isea, el nuevo de Finanzas que se congratula por la victoria popular en contra de la inflación, justo cuando la pulsión inflacionaria es la más intensa de los últimos 11 años.
Y dónde queda el también re-puesto ministro de Información, Andrés Izarra, que ahora justifica el cierre de Miraflores a la prensa no oficial, porque «el palacio tiene restricciones que no había antes, ya que antes no había aquí gobiernos que estuvieran enfrentando al gobierno de EEUU»….
En otras palabras, la tradición de que Miraflores estuviera siempre abierta al acceso de los medios nacionales e internacionales, incluso en la época de Pérez Jiménez, y que fuera eliminada por el gobierno de Chávez, no recientemente sino hace varios años, se viene a justificar muy pero muy post-facto con el cuento de la amenaza gringa. Por favor cuenta una de vaqueros.
¿Será que el señor Chávez parte y reparte las raciones de hoja y pasta de coca que alega recibir de su colega boliviano Evo Morales? Quien sabe, pero lo cierto del caso es que el desbarrancadero los tiene desencajados y confundidos, por lo que andan tirando flechas a ver si alguien cae por inocente y se traga la lumpia.
