La ofensiva final de Chávez

Hugo Chávez comenzó el ciclo que debe conducir a la ruptura histórica que se trazara hace más de dos décadas como meta de su accionar político-militar. Años atrás lo había anunciado en una conversación que sostuvo con el ideólogo alemán Heinz Dieterich. Al referirse a la exposición que hiciera en el marco de la asamblea del MBR-200 del 19 de abril de 1997 -donde se decidió ir a las elecciones presidenciales- Chávez recordó que había planteado ante los concurrentes una tesis que contenía tres pasos: a) una ofensiva masiva, popular “que se ha potenciado muchísimo”, b) la aceleración estratégica (de la revolución), entendida como “estrategia constituyente transformadora”; y, c) “el tercer eslabón, que no se ha producido, es el desencadenamiento histórico; es decir, la ruptura de lo viejo para que se quede atrás definitivamente y que nazca un proyecto nuevo. Eso no ha ocurrido aún. Es la tercera fase. Hacia ella vamos”. (Dieterich, Heinz, La Cuarta Vía al Poder, Las Otras Voces, Navarra, 2001, p.79).

En la noche del 3 de diciembre de 2006, con su condición de Jefe del Estado relegitimada en la elección presidencial, Chávez anunciaba el fin de la etapa de transición y el inicio de una nueva era, definida como Proyecto Nacional Simón Bolívar y empujada ideológicamente por un nuevo concepto de socialismo (Socialismo del Siglo XXI).

La Historia

Las inquietudes políticas de Chávez nacieron en su adolescencia, cuando compartía, en Barinas, las conversaciones de la familia liderada por el maestro comunista Ernesto Ruíz Guevara, cuyos hijos, militantes de la Causa R de Alfredo Maneiro, habían desarrollado con Chávez una relación de amistad. Ya en la carrera militar, cuando era subteniente, Chávez llegó a sostener alguna reunión con Maneiro y Pablo Medina, para tratar el tema de la insurrección revolucionaria.

Paralelamente, su hermano Adán militaba en el Partido de la Revolución Venezolana. En 1980 el PRV, bajo la jefatura de Douglas Bravo, tomó contacto con Hugo Chávez a través de su hermano Adán y con la conducción operativa del profesor Nelson Sánchez.

La relación Chávez-Bravo permitió que el entonces Teniente del Ejército se nutriera de las tesis que durante años había elaborado la antigua guerrilla venezolana. Así, el concepto de “Árbol de las Tres Raíces” (Bolívar, Zamora, Rodríguez), la reivindicación del indigenismo -indianidad-, de la negritud, la convicción de que el petróleo era un arma geopolítica, la constituyente originaria, la alianza con el mundo musulmán, la búsqueda de una nueva civilización, que pasaba por el conflicto ínter-civilizaciones, fueron algunos de los temas discutidos largamente por Bravo y Chávez, quien hizo suya buena parte de la carga ideológica rupturista.

En julio de 1991 se cortó formalmente la relación entre los dos principales protagonistas de la revolución bolivariana. Pero Chávez ya era portador del nuevo ideario. Hacia finales de los 80` y principios de los 90` (1991-1992) Chávez redactó varios documentos que cobrarían vigencia años más tarde, cuando llegó, por vía electoral, a la Presidencia de la República.

En ese tiempo Chávez escribió, entre otros trabajos, “El Libro Azul” (Árbol de las Tres Raíces), el “Proyecto Nacional Simón Bolívar” y ¿“Cómo salir de este Laberinto?”, papeles que representan piezas complementarias de un solo pensamiento: debía crearse una nueva sociedad, con nuevos valores, que dieran origen a otro sistema político, económico, social y cultural.

Desde Yare se anunció (1992-1993) que el Proyecto Nacional Simón Bolívar se estructuraría en torno a la fusión cívico-militar. También se anticipó que crear la nueva sociedad llevaría 20 años “a partir del escenario inicial”. Para instalar el Proyecto Nacional Simón Bolívar era necesario atravesar una etapa de transición que abriría el paso hacia “fases posteriores de profundas transformaciones culturales” (Garrido, Alberto, Documentos de la Revolución Bolivariana, Ediciones del Autor, Mérida, p.142).

Chávez ganó las elecciones en diciembre de 1998. Tomó posesión en febrero de 1999. Fue relegitimado en agosto del 2000 e instaló formalmente el nuevo gobierno en el año 2001. La fórmula estaba lista. El lapso previsto originalmente para desarrollar la marcha del Proyecto Nacional Simón Bolívar seria 2001-2021. La transición demoró hasta el 2006. De ahí en adelante (2007-2021) vendría la revolución.

Mundo Multipolar y Socialismo

Chávez, al salir de la cárcel -1994-, tomó contacto con Norberto Ceresole, un sociólogo argentino vinculado al peronismo y a los movimientos islámicos radicales. Ceresole era -falleció hace tres años- un teórico de la geopolítica multipolar y planteó, para Venezuela, la fórmula “caudillo-ejército-pueblo” o “posdemocracia” (el pueblo deposita en el caudillo su poder y este gobierna apoyándose en el Ejército, para evitar la “licuación” del poder -entropía- que genera la interminable discusión que se produce en los partidos).

Chávez encontró así un aporte geopolítico que le otorgó un contexto planetario al ideario bolivariano de emancipación continental. Con respecto a la ecuación de poder nacional, Chávez hizo suyo solamente el primer binomio (líder-pueblo), pero siguió defendiendo la fusión cívico-militar como base de la sociedad por nacer.

La relación con Fidel Castro fortaleció en Chávez la idea del socialismo como destino del Proyecto Nacional Simón Bolívar.

La Tercera Fase arrancó con la definición de las 7 Líneas Estratégicas. La revolución se plantea instalar: “1) la nueva ética socialista, 2) el modelo productivo socialista, 3) la democracia protagónica revolucionaria, 4) la suprema felicidad social, 4) una nueva geopolítica nacional, 5) una nueva geopolítica internacional, en el contexto del mundo multipolar, y 7) hacer de Venezuela una potencia energética mundial”.

Chávez, además, anunció que la nueva era arranca con 5 “motores”: a) la “Ley Madre”, que dará poderes especiales para elaborar las leyes que eliminen definitivamente el Estado burgués, b) la reforma constitucional para impulsar el socialismo, c) la reforma de la educación, para generar nuevos valores en los venezolanos, d) una nueva geometría del poder nacional para la aplicación simétrica del poder, y e) el poder comunal.

Medidas y Desafìos

Chávez ha anunciado, entre otras cosas, la nacionalización de la CANTV y de la Electricidad de Caracas, cambios en las reglas del juego petrolero, nacionalización del gas, la modificación político-territorial, el fin de la concesión a RCTV y la implantación del poder de base. Paralelamente reafirmó su posición antiestadounidense ratificando su alianza con Irán y acusó al Secretario General de la OEA de “Virrey del Imperio”, por haber cuestionado la decisión de no renovarle la señal a RCTV.

En el plano continental Chávez ha logrado, con las victorias de Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador y Daniel Ortega en Nicaragua, que el Congreso Bolivariano de los Pueblos se convierta en un poder continental real y formal. Chávez, Congreso Bolivariano de los Pueblos y ALBA son sinónimos de la confrontación contra Estados Unidos, tanto como la unión Chávez-Castro.

Pero la posición crítica de Insulza en la OEA -apoyado principalmente por Estados Unidos, Brasil y Chile-, como el anuncio de la discusión del “punto Chávez” en la reunión a realizarse próximamente entre Bush y Lula, así como la nueva advertencia de los halcones John Negroponte y Michael D. Maples, Director de Inteligencia de EEUU y Jefe de la Agencia de Inteligencia de Defensa, respectivamente, de que Venezuela y Bolivia rompen las reglas de la democracia y son “estridentemente” antiestadounidenses, indican que, posiblemente, la geopolítica internacional tenga cada vez más que ver con la marcha del Proyecto Nacional Simón Bolívar y la instauración del socialismo del siglo XXI.

La ofensiva es de Chávez, pero la gran contienda apenas comienza.