Opinión Nacional

La pregunta sencillita

Muchas horas ausentes de sus labores propias de presidente, definidas en la Constitución de la República, ha invertido el teniente coronel Chávez en tratar de convencernos a los venezolanos, contrariamente a lo que demuestra la experiencia histórica, de que la reelección indefinida de su cargo es algo bueno para el país. Así como el año pasado estuvo ausente de sus tareas constitucionales, involucrado indebidamente en una campaña electoral para la elección de las autoridades regionales y locales, declarando con su voz tronante que si no eran electos sus candidatos habría guerra (sic), ahora el Presidente de la República somete de nuevo toda la institucionalidad pública al entero servicio de su reelección indefinida. Y, por supuesto, vuelve a amenazar con su tronante pero vacuo verbo: Si pierdo, «habrá guerra».

Muchas horas laborables que ha debido dedicar a encarar con seriedad la tragedia de que en Venezuela asesinen a 3 compatriotas por hora, el que en 2008 hayamos alcanzado la macabra cota de 14.660 venezolanos aniquilados por la acción del hampa desenfrenada.

Tiempo valioso que desperdicia el eternamente candidato en su obsesión reeleccionista, mientras aumenta el alto déficit de construcción de viviendas dignas para los venezolanos más pobres, se agrava la congestión automotor de las ciudades, las calles se llenan de basura y la precariedad en la prestación de los servicios de salud se profundiza. Muchas horas, pues, ha invertido Chávez en promover su perpetuidad en el cargo de presidente mediante una pregunta que en su oportunidad calificó de «sencillita»; que sólo bastaba suprimirle 11 palabras al artículo 230 de la Constitución para quedar redactado así: «El período presidencial es de 6 años. El presidente o presidenta puede ser reelegido».

Como puede apreciarse, en verdad, la pregunta era sencillita.

Desgraciadamente, tal pregunta, por sencilla en su formulación, escondía un fraude a la Constitución y una burla a la voluntad popular: la modificación de un principio fundamental de la carta magna como lo es el de la alternabilidad en los cargos de elección popular no puede ser modificado por el fraudulento procedimiento de una mal llamada enmienda constitucional. El actual artículo 230 de la Constitución representa, precisamente, un límite a la reelección indefinida para garantizar la alternabilidad. El principio constitucional no se refiere a la posibilidad de la alternabilidad, sino a su real y efectiva garantía. Venir ahora con el cuento de la ampliación de derechos para el pueblo, de la libre postulación, de la gratificación al buen gobierno, es un perverso intento de engañarnos nuevamente, pretender meternos gato por liebre. Por otro lado, la pregunta sencillita es una burla a la voluntad soberana del pueblo expresada el 2 de diciembre de 2007: el pueblo ya dijo No a la pretensión reeleccionista de Chávez. ¿No estamos obligados a respetar la voluntad del pueblo? Pero, visto que todo el poder constituido se ha confabulado para desobedecer esa voluntad del pueblo y se ha sometido a los dictámenes del jefe máximo para imponernos una nueva consulta, creo que en atención a la verdad la pregunta que finalmente redactó la Asamblea Nacional, a pesar de su deliberado intento de engañar, puede ser entendida sencillita en cualquiera de las siguientes sencillitas maneras: ¿Está usted de acuerdo con que el Presidente se quede en el poder indefinidamente? ¿Está usted de acuerdo en violar la Constitución? ¿Está usted de acuerdo en quitarle la oportunidad a 27 millones de venezolanos que también quieran ser presidentes, gobernadores, alcaldes, diputados, concejales? ¿Está usted de acuerdo en burlar al pueblo de Venezuela que ya dijo No el 2D? ¿Está usted de acuerdo con que el Gobierno invierta todo su tiempo en asegurarle el cambur a sus funcionarios en lugar de resolver los problemas de los venezolanos?¿Está usted de acuerdo con que la enmienda resuelve estos problemas: 14.600 muertes violentas al año; gran déficit de viviendas; apagones; falta de agua; anaqueles sin azúcar, café y caraotas; basura por todos lados, y la ineficiencia y corrupción del funcionariado público? ¿Está usted de acuerdo con la calidad y condición de las escuelas públicas y liceos? ¿Está usted de acuerdo con que el Gobierno siga regalando dinero al extranjero; con el uso de la violencia contra manifestaciones estudiantiles y el saboteo contra gobernantes que piensan distinto? A cualquiera de estas sencillitas preguntas, la respuesta que cabe es también sencillita: No. Y No es No.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba