La realidad descubierta
El resultado del 14 de abril ha permitido a los venezolanos ver con claridad lo que en nuestro país ocurre. La realidad que durante mucho tiempo, el régimen se empeño en esconder, que muchas veces el engaño y el miedo nos impidió descubrir o aceptar, se ha vuelto inocultable. Vivimos una dictadura que la mayoría de los venezolanos rechazamos.
Se ha hecho evidente que la oposición democrática es mayoría y lo es desde hace rato. Los resultados electorales anunciados por el Consejo Nacional Electoral son fraudulentos como también lo fueron lo de los comicios anteriores. Su empeño en encubrir el robo electoral ha confirmado el engaño permanente, ha hecho evidente su autoría y complicidad con quienes detentan el poder.
Frente a los resultados del 14 de abril, el régimen, aparentemente, tenía dos opciones: 1) La democrática: Reconocer su derrota y negociar la transición; y 2) La dictatorial: Desconocer la victoria popular y continuar imponiendo, mediante la fuerza, su proyecto político totalitario. En realidad, no tenían alternativa. Lamentablemente, la conducta oficial está determinada, cuando no subordinada, por actores extranjeros a cuyos intereses responden. En Venezuela, se encuentran más de 200.000 cubanos. Trabajan en todas las áreas, muy especialmente en la militar y en los servicios de inteligencia y seguridad. Las corrientes del gobierno bicéfalo, aun apartando su actitud sumisa y dependiente, no tienen fuerza para enfrentarlos, actuando separadamente.
Son días difíciles los que vivimos y más aun los que se avecinan. El gobierno de facto con apoyo extranjero buscará su reconocimiento utilizando, sin límites, todos los recursos a su alcance. Siempre intentará llevar la confrontación al campo de la violencia. Es su especialidad y consideran que le favorece.
Los venezolanos estamos obligados a continuar a vencer, sobreviviendo, luchando y resistiendo. Contamos con un liderazgo democrático unitario en ascenso, favorecido por el evidente y creciente respaldo popular, con una jefatura indiscutible que debe continuar actuando con la firmeza y prudencia demostrada y manifestarse en las calles y en todos los ámbitos cada vez que sea necesario. Debemos continuar desconociendo al gobierno de facto, a los demás poderes ilegítimos y apoyar la profundización de la línea opositora en todos los terrenos, haciendo cada vez más favorable los distintos escenarios hasta que podamos obligar al régimen a cambiar o a abandonar el poder.
