Opinión Nacional

La sociedad del conocimiento

Para los antiguos, el tiempo estaba representado por los procesos cíclicos de la naturaleza. Los seres humanos no se preocupaban por medirlo.La gente no se interesaba por llevar la cuenta de su edad. La vida transcurría en un diálogo entre necesidad y contemplación, en donde una acción no era urgida por la siguiente y los elementos naturales estaban dotados de una personalidad que los hacían extensión refleja de las características humanas que la originaban. Así como se tallaban figuras para materializar una visión con el aporte de lo concreto, se tallaban dioses en el pensamiento para obtener un origen a la facultad extraordinaria de pensar al ver .La vida trascurría entre lentos latidos que no tenían prisa de sucederse.

Pero a fines de la Edad Media comenzó a difundirse la construcción de grandes mecanismos de relojería. Desde lo alto de las iglesias y monasterios, los relojes comenzaron a regular la vida de la comunidad. El tiempo dejaba de ser personal para ser social, un patrimonio de todos, administrado por la Iglesia como la casa espiritual de la colectividad .La rueda de la fortuna, era esa rueda de carroza que medía un tiempo dentro de otro, que apuntaba a la acción de los engranajes que se movían acompasados como reflejo de la luz que emanaba del astro rey, de quien se copió la corona planetaria y sus satélites Los encuentros podían hacerse al momento de las campanadas y con el ritmo del tiempo se marcó el destino de los hombres
De algún modo, la gran relojería estableció una secuencia para las acciones.La Arquitectura abrió paso a la planificación, cuando en el papel se bosquejaron los detalles de las grandes obras.Se podía dibujar y luego ejecutar, pensar y hacer, sembrar y cultivar mas eficientemente. Crear poblaciones mas grandes, hizo que la secuencia del ritmo de las tareas fuera cada vez mayor.Habia aparecido el estado fabril de la sociedad urbana.

En la revolución industrial el ritmo tuvo una influencia más profunda que la máquina a vapor porque influyó en la organización de la vida de toda la sociedad occidental. La sociedad industrial incorporó nuevas formas de pensar los procesos económicos y sociales. Las teorías económicas relacionaban las nociones de tierra, capital y trabajo. El capital es el recurso de producción crítico. Capital y trabajo eran conceptos totalmente separados y hasta en oposición.

A mediados de los 70 la convergencia tecnológica da lugar al progresivo desarrollo de la computadora.Cuando esas tecnologías se trasladan desde los sectores militares a los civiles el efecto en la Sociedad se hace evidente.

El futuro ya está aquí y es digital.

Gran parte de los elementos de nuestra vida analógica son convertidos en unos y ceros. Nace el paradigma de la red, el intercambio de objetos muta al intercambio de la información y la gestación de la información pasa a ser vital en los procesos económicos.

A diferencia de la materia construida por los átomos, los bits (dígitos binarios) no se pierden, circulan y reutilizan constantemente.

A principios de los 90, Peter Drucker introduce la noción de Sociedad del Conocimiento.La información interpretada se transforma en conocimiento y ese conocimiento es el recurso clave.Es más importante que el trabajo, la tierra y el capital.

Aparecen nuevos mecanismos de integración de individuos, nuevas formas de construir identidad personal a partir de una red.

En la red nace una nueva comunidad, la comunidad virtual. Pero que posee un mecanismo de transferencia de información directo, creándose auténticos medios de información en manos de comunidades que logran establecer un intercambio de información asombroso.Esta “conexión” llega a la creación de vínculos económicos y sociales a una velocidad no conocida por episodios anteriores en la dinámica de la civilización
El conocimiento de los patrones genéticos opera sobre la salud, la alimentación y el medio ambiente.La sociedad postcapitalista es una sociedad de conocimiento y quien tenga conocimiento de gestión sobre los procesos tiene la producción.

El conocimiento puede relocalizar procesos y conseguir capitales en cualquier sitio del mundo interconectado.

Los cambios que introducen la biogenética, la mecánica cuántica y la tecnología digitalizada en sus diversas manifestaciones crean un trípode que articula impensables transformaciones.

Lamentablemente sin embargo, la visión generalizada, normalmente muy reducida (y a veces hasta mágica), limita el papel que la tecnología puede jugar en el desarrollo humano sostenible. Por ejemplo, la concepción del uso de tecnologías digitales en educación muy comúnmente se circunscribe a imaginar aulas y aparatos digitales modernos, conectados a Internet para transmitir mucha información. Esta visión no toma en cuenta el conocimiento, las creencias o los valores del contexto cultural y social, pero sí incluye expectativas de mejoras automáticas en la calidad del aprendizaje y la educación. Es de esperar, en consecuencia, que frustración y desencanto resulten de expectativas tan descontextualizadas.

Este carácter social hace que la tecnología, por una parte refleje los conocimientos y las creencias de la humanidad de un momento histórico en particular y por otra, influya en la forma en que las personas participan (o quedan excluidas) del desarrollo.

Por ello es necesario conformar una masa crítica de inventores y diseñadores que pueda orientar la investigación, con conocimiento de causa. Se trata de promover una investigación conjunta para inventar tecnologías más apropiadas y reinventar las metáforas y los abordajes de desarrollo y tecnología necesarias para garantizar que sea positivo.Se requiere enfocar las investigaciones referenciales en las poblaciones con las mayores carencias: niños y niñas, mujeres, comunidades marginales y países en vías de desarrollo, pero sin pretender imponerles soluciones. Por el contrario, se debe procurar empoderar a estas personas y comunidades para que, aprendiendo o usando la tecnología de forma creativa, inventen sus propias soluciones, ayudándoles a convertirse en agentes más participativos en sus propias sociedades.

Los cambios que nos trae la Sociedad del Conocimiento son realmente significativos. El conocimiento reside en la persona y no puede ser comprado con dinero ni creado por capitales de inversión.Se extiende a todos los órdenes de la actividad humana y determina dos nuevas clases sociales: trabajadores del conocimiento y trabajadores tradicionales de servicios.El trabajo tradicional pasa a ser mercancía.Las ganancias están asociadas a la innovación y son ganancias de corto alcance.La innovación tiende a asimilarse rápidamente al medio.El estado normal de salud de la economía es el desequilibrio.No hay nuevas teorías económicas que abarquen la magnitud de la globalización.Las categorías tradicionales de análisis están cambiando y hoy existen solo prácticas con su marco teórico aún en formación.

Estamos en el inicio de una segunda revolución de la información y no es una revolución tecnológica, no se está produciendo allí donde los científicos o la industria de la Informática creen que está.Esta nueva revolución está cambiando la percepción del espacio y del tiempo, dimensiones fundamentales de la experiencia humana.

No se trata de nuevas máquinas, de técnicas, de software o velocidad. Es una revolución de conceptos.

Enfrentamos un período en el que tendremos que aprender muy rápidamente a cambiar e interpretar información.

La Sociedad del Conocimiento cambiará por completo las estructuras sociales, la forma de comportarnos y dirigirnos.

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