La TV del Generalísimo
(%=Image(8888229,»L»)%) Rafael Leonidas Trujillo martirizó a la República Dominicana durante 31 años. Era presidente y jefe de las fuerzas armadas. Además se otorgó los títulos de El Jefe, Generalísimo, Padre de la Patria Nueva y Benefactor de la República. Y le cambió el nombre a la capital por Ciudad Trujillo. Creó una nueva aristocracia, que incluía a los miembros de su familia, quienes saquearon el Tesoro Nacional. No toleraba la oposición pública. Mucho menos la disidencia y la rebeldía. Celebraba elecciones cada cinco años, las cuales siempre ganaba. ¿No es verdad que se parece muchísimo a uno que anunció que estará gobernando hasta 2030, o sea, 31 años?
Trujillo fue el primer tirano de América que entendió la utilidad de los medios de comunicación para sostener la tiranía, silenciando la verdad. Construyó el Palacio de la Radio y Televisión La Voz Dominicana, que así llamaba a su monopolio de radio y tv. Allí se conjugaban, en Ciudad Trujillo. la televisión, la radio, las novelas, las cuñas y, en general, todos los contenidos que un pueblo hermano y vecino, sometido al más feroz vasallaje, podía ver o escuchar. Los Volkswagen de la policía secreta de Trujillo recorrían las calles de Santo Domingo, San Pedro de Macorís, Santiago de los Caballeros, Puerto Plata y otras poblaciones insulares; y quien no escuchaba o no veía los programas del régimen, era detenido, conducido a las mazmorras carcelarias, torturado y encarcelado por largos períodos o desaparecido. Advertencia: no se extrañen si con motivo del reordenamiento territorial de Venezuela haya una “Ciudad Chávez”, y de ñapa nos obliguen a oír el Canal 8 todo el día.
Ya ustedes saben cómo terminó Trujillo. No aprendió con Pérez Jiménez, quien se fue volando cuando los estudiantes le alzaron el pueblo.