Opinión Nacional

La UCV y el debate trascendente

El interés político generado por la presencia en la capital venezolana, de un grupo de intelectuales encabezado por el peruano-español Mario Vargas Llosa, quedó en nada más allá de un contrapunteo mediático, a la distancia, que tuvo como contrincante al presidente de la República, Hugo Chávez Frías, intercambio reducido a dimes y diretes sin mayor profundidad.

Celebrando sus 25 años de actividad, la Fundación CEDICE, organización empresarial promotora del pensamiento neoliberal, invitó a destacados intelectuales latinoamericanos a un ciclo de foros esta semana, los días 28 y 29 de mayo, que la oposición política al gobierno de Chávez aprovechó para difundir críticas y planteamientos en torno a la democracia, el pluralismo, la libertad y el desarrollo de la libre empresa, que concluyeron prácticamente en la caracterización del régimen liderado por el presidente venezolano como una «dictadura» o «camino a una dictadura».

Así lo formuló el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, al instalar el evento, la mañana del jueves 28: «Venezuela ingresa a la categoría de las dictaduras», dijo.

«INTELECTUALES DE DERECHA»
El gobierno, que previó el giro del encuentro, lo calificó como reunión de «intelectuales de derecha», y desarrolló un evento paralelo del denominado «Frente de Intelectuales contra el Imperialismo», también con participación de escritores e investigadores latinoamericanos.

Como forma de contrapropaganda, el presidente Hugo Chávez y sus asesores establecieron otro «frente de batalla» mediática: el programa presidencial «Aló, Presidente» que cumple diez años en el aire por el sistema público de radio y televisión, y no pocas veces en cadena radioeléctrica nacional, fue diseñado para realizarlo en cuatro días, precisamente desde el jueves 28 (día de la instalación del evento de CEDICE) hasta el domingo 31 de mayo. Algo, realmente, nunca visto en el mundo, por lo que esta transmisión especial ingresará al «Libro Guinness» de los records mundiales.

LA INVITACIÓN QUE NO FUE

Precisamente, desde Aló, Presidente, Chávez fue emitiendo criterios contrarios a los pronunciados por los diversos participantes en el encuentro de CEDICE, hasta que formuló una invitación a debatir: «Aunque yo dije ayer que me apartaría, yo estoy dispuesto a participar. Las puertas de Aló, Presidente están abiertas», expresó el viernes 29, el Jefe del Estado. «Ellos dicen que aceptan debatir pero con la condición de que yo participe. Yo no tengo ningún problema».

Integrantes del Frente de Intelectuales contra el Imperialismo, reunido en Caracas, manifestaron que están dispuestos a debatir con los foristas invitados por CEDICE.

El historiador mexicano Héctor Díaz Polanco declaró que con quienes tendrían que dialogar los intelectuales invitados por CEDICE es con extranjeros, en un debate que trascienda a Venezuela. Indicó que entre extranjeros estarían en una situación de equilibrio, según la Agencia Bolivariana de Noticias (ABN).

Por su parte, Juan Carlos Monedero, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, dijo que estaba dispuesto a debatir, pero con seriedad, porque si se trata de hacer un circo, añadió, «ya hay bastantes payasos».

VARGAS LLOSA: BATEADOR DESIGNADO
El rollo se armó, porque Mario Vargas Llosa, desde el encuentro de CEDICE, tomó en serio las palabras presidenciales y aceptó participar en un debate televisado, en «Aló, Presidente», el sábado 30 de mayo, a eso de las 11 de la mañana, como había propuesto Chávez, públicamente. Sin embargo, el presidente venezolano aclaró que él participaría como moderador de un debate entre los intelectuales invitados por ambos sectores, pues para que hubiese «igualdad», Mario Vargas Llosa tendría que regresar a Perú y competir otra vez por la Presidencia de la República y ganarla, para equipararse con su rango de Jefe de Estado. Además, despectivamente, Chávez dudó de la nacionalidad peruana de Vargas Llosa, por el hecho de haberse nacionalizado español, cuando el régimen de Alberto Fujimori lo obligó a emigrar.

La respuesta de Vargas Llosa fue inmediata, al través de CNN en Español:
«El escritor peruano Mario Vargas Llosa lamentó que el jefe de Estado no hubiese aceptado sostener un cara a cara con él este sábado, en el marco de un planteamiento que hicieron los escritores latinoamericanos como respuesta a la propuesta de Hugo Chávez de celebrar un debate de intelectuales este sábado a las 11 de la mañana», refirió Globovisión, televisora amenazada de cierre por Chávez.

EVENTOS LAMENTABLES
«Son lujos que nos damos aquí, permitir que alguien venga a decir lo que quiera. No pretendía irse liso, meterse en el medio de una revolución».

Por eso, más allá del anecdotario, ni el país ni la opinión pública internacional fueron impactados por estos lamentables eventos. Sin embargo, como todo sesgo irracional, ambas partes se sentirán o dirán sentirse «ganadoras», mientras la mayoría de los venezolanos y venezolanas -sin importar filiación política, ideológica o religiosa- continuaremos perdiendo opciones.

LA UCV PUEDE ASUMIR EL RETO
Alguna institución valiosa, por ejemplo una Universidad que se precie de serlo (pública o privada), podría contribuir a un debate entre las diversas corrientes del pensamiento contemporáneo, incluyendo a los extremos trasnochados, pero ampliando el espectro de planteamientos y opciones. Ese gran evento podría ser instalado en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela y desarrollado en sus amplios espacios abiertos y audiotorios. Por la paz y el entendimiento entre los venezolanos, propongo públicamente que el Consejo Universitario de la UCV tome la batuta de un debate trascendente y realmente plural.

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