La verdadera encuesta
Llegó nuestro turno. Esta es la entrega previa posible antes de la encuesta de verdad, verdad. El próximo viernes, como ha sido absurdamente tradicional, no se pueden emitir opiniones que puedan contener pensamiento electoral. Ya veremos de qué escribimos.
La realidad es que el tiempo es un gran recurso, es inexorable y siempre se sucede al mismo paso. Tiempos que parecían excesivos, sin dejar de serlos, se vencieron. Dentro de nueve días tenemos que escoger el estilo de vida que queremos para los próximos seis años.
A estas alturas, imaginamos que todos los electores, aunque no lo digan, tienen tomada su decisión. Con las actuaciones de este régimen que ha dado pasos agigantados en la destrucción de Venezuela, no es difícil imaginar el sentir de la mayoría.
Quisiéramos referirnos a la desconfianza que los electores tienen y sospechan del llamado «árbitro electoral», el CNE o Consejo Nacional Electoral.
Ya la composición de sus rectores contraviene con lo dispuesto por la ley que lo regula. Para nadie es secreto que su composición la conformó el Congreso de manera que tuviera un pensar bien sesgado, por favor, de acuerdo con lo que expresa su tercera acepción en el DRAE: 3. adj.
Desviado, tendencioso.
Las actuaciones, en muchísimas ocasiones, han sido dictadas sin el menor pudor. El ventajismo, grosero, ha sido su premisa fundamental.
El empleo de tecnología no ha tenido como principal objetivo el mejoramiento del sistema, se usa para atemorizar a sectores del electorado de manera importante y falaz.
Las presiones que ha permitido el llamado «árbitro electoral» que se sucedan desde el palacio de misia Jacinta, son absolutamente groseros e inaceptables.
Pero en ese esquema de lucha (que no es un torneo electoral) se han enfrentado dos visiones de futuro. Por una parte se ofrece la continuidad de un sistema obsoleto y decadente que, además, presenta el futuro dentro de un esquema enfermo del que el electorado desconoce su gravedad e inminencia.
Por la otra, el candidato de la oposición ha recorrido Venezuela pueblo por pueblo, ciudad por ciudad, caserío por caserío, casa por casa. La reacción del electorado es congruente con el interés, el empeño y la honestidad que transmite el candidato joven y sano.
Mas lo que nos interesa destacar es que nos parece imprescindible que votemos con todo el fervor y la pasión que la larga espera nos sugiere. Y tenemos que hacerlo con el convencimiento de que el voto es la única arma de la que nos dota el ordenamiento legal de la nación.
Nuestros representantes han auditado los procesos automatizados y nos dicen que son absolutamente confiables. Que el voto es SECRETO, que es imposible que se identifique un voto con su elector. Nos resulta definitivamente inaceptable que se pueda pensar que el «árbitro electoral» permitiría la violación del secreto del voto.
También queremos resaltar que las autoridades asociadas de Miraflores y el CNE, han sido cínicos al tratar a sectores de la población de venezolanos. Debemos poner como ejemplo (no es el único), lo sucedido con la numerosa colonia de venezolanos que se han mudado a Miami. Con una carambola maléfica, el Ejecutivo cerró, desde hace muchos meses, el consulado que siempre había servido en dicha comunidad. El obediente CNE desplazó el sitio de votación a una plaza en New Orleans.
El fervor y la esperanza de los votantes de la Florida han organizado una excursión en autobuses que deben cubrir un viaje de trece horas largas y casi mil cuatrocientos kilómetros en cada sentido, para ejercer su derecho, que las autoridades han tratado de escamotearles. Para todos ellos, que cumplan con su deber, nuestro profundo y eterno agradecimiento y admiración.
