Opinión Nacional

La verdadera razón de nuestra pobreza

Tardé  todo un mes en decidirme a sacar este articulo a la luz, producto de mil cavilaciones  y de una  larga conversación con una vieja y querida amiga quien es realmente la inspiradora de el.

         Existen personas  que padecen patologías sicológicas (y sociologicas) caracterizadas por conductas profundamente  autodestructivas que pueden conducirlas inclusive hasta el suicidio. Este es un mal que pueden padecer también los pueblos. 
 Al  ver el triste espectáculo que  representan los presidentes de América  Latina, cabe preguntarse si no será este el caso. Es mas, se dice que muchos suicidas  se visten o desvisten de manera particular para cometer el acto final de sus vidas.
Cuando uno observa las fotos de la pasada Cumbre de Méjico con todos disfrazados con guayaberas blancas (no sabemos si como símbolo de pureza) y solamente el Sr. Chávez  con su oscura guayabera revolucionaria  en plan de guerra, nos tienen que asaltar necesariamente tristes  temores.

    El comunismo, lo llamen como lo llamen, es un régimen político que estructuralmente no tiene otra capacidad que no sea la de destruir al pueblo donde se implanta. Esto es así, entre millones de otras razones, porque al colocar el poder solo en manos del Estado, y siendo este representado por seres humanos, y en nuestro caso por una sola persona, su naturaleza los conduce siempre sin ningún control, a crear imperios de dominación, abuso, corrupción y destrucción. Platon en su obra la republica, establece una relación de causa y efecto entre el tipo de hombre que habita una ciudad y el tipo de gobierno que esta ciudad tiene. Alli se lee textualmente ”Las mismas virtudes o defectos que encontramos en un ciudadano, serán las que encontraremos en el gobierno que rige esta ciudad”, lo cual ha sido ampliamente demostrado sin que exista ninguna excepción histórica que nos indique lo contrario.
La eliminación de la propiedad privada deja en manos del gobernante la manutención de los ciudadanos, lo cual acarrea su degradación moral, lo que a su vez alimenta  aun más las conductas agresivas y denigrantes de los gobernantes. Un ejemplo inequívoco de ello lo acaba de dar un dictador cubano que después de esclavizar durante cincuenta anos al pueblo cubano obligándolo a hacer solo lo que el permitio, que es apenas respirar, les increpa cuando ya no tienen mas comida, que el Estado no puede hacerlo todo y que ellos también tiene que aceptar su responsabilidad. Eso si con los pies amarrados, las manos quietas, la cabeza dormida, la boca cocida y el país destruido.
Obviamente que semejante degradación solo puede ser mantenida a través de una represión brutal y un sistema al que ellos llaman “rescribir la Historia “ mediante el cual van cambiando todos los nombres, fechas, acontecimientos, costumbres  y cultura de sus victimas, hasta que provocan en el ciudadano un estado de anomia, que lo hace fácilmente manejable.  
La propaganda y las consignas sustituyen en la persona todo vestigio de raciocinio. Lo grave es que esto no es nuevo. Es algo que opera idéntico en cada país que cae en las redes del comunismo.
 La perversidad de estos regímenes es tal, que para enfrentarlos, junto a todo tipo de dictaduras, se pensó que educando  a las poblaciones en el valor de la libertad se podría conjurar el horror de perderla. Ya decía Wilfredo Pareto que el carácter de la sociedad es, ante todo, el carácter de sus elites, por ahora va ganando Pareto.

     Pues bien, es el caso que América Latina, siempre impredecible, nos muestra presidentes educados en Harvard implantando dictaduras y presidentes de naciones en vías de desarrollo, honrados de aparecer al lado de denigrantes tiranos a quienes llaman hermanos.
Ni que decir de países que están en el tope del desarrollo y del capitalismo, aupando comunismo en sus vecinos. No sabemos si esto formara parte de su planificación ya que si sus vecinos son miserables serán más fáciles de dominar en el futuro.
El colmo de la sin razón lo constituye Venezuela, ya que en ella debió ser el ultimo país del mundo en el cual debió implantarse un comunismo ya que en su caso, el verdaderamente  rico es el Estado por lo tanto lo que había era que usar el poder para  lograr la justicia social. Pero los gobiernos demócratas no lo hicieron, especialmente porque nosotros los ciudadanos se los permitimos  y llego el comunismo.
Hoy después de una década de gobierno socialista  el país se encuentra devastado a pesar de sus inmensas riquezas. Pasara a la historia como la comprobación mas inequívoca del fracaso del sistema  comunista, porque dinero y poder los ha tenido sin medida ni control ninguno. Sin embargo hoy el país esta totalmente en ruina. Aún así, el autor de semejante desastre se para en cuanto Foro se le permita, a insultar a quien le de la gana. Habla  con desprecio de los golpistas y el fue el autor fracasado de una alzada contra un gobierno democrático que causo un centenar de muertos. Habla contra el Imperio y en su discurso imperial manda a invadir países cuando a el se le antoje. Habla de no intervención y el manda en todo país de América. 
A los venezolanos se nos recrimina y con razón por haberlo elegido. Ese es un error fatal que hoy estamos pagando con nuestras existencias. Solo débilmente podremos argumentar que cuando lo hicimos, aun teníamos democracia con separación de poderes e institución electoral independiente,  pero no sabíamos (o no quisimos saber) que era comunista.

El resto de América  y del mundo hoy dia no puede tener ni la menor duda del carácter dictatorial de este oprobioso régimen, aunque  pueda argumentar que fue elegido libremente. Porque libertad para hacerlo ya no hay y ellos lo saben. A todo esto  se debe agregar su peligrosidad para toda la región por su afán, con mucho dinero, de extender sus fronteras.

      Seria interesante entonces enmarcar  la foto de esta histórica Cumbre para que sirva de detallado análisis.
Habrá que preguntarse que hacia en ella  cada país  en particular y que los unía a formar semejante alianza.
Como era ese discurso de paz y hermandad  entre gatos y perros de tan disímil pelaje. Como seria esa unión entre santos que por obvias razones empezaban su  coro  escondiendo morteros y cañones debajo de la mesa.
Uno se pregunta si pondrán de nuevo en la muy nueva unión de países marginados del desarrollo la defensa de sus democracias o los programas de turismo para sus nuevas interesantes Cumbres. Lo malo es que a los ricos de la partida los dejaron por fuera por lo que a lo mejor no tendrán hoteles de cinco estrellas.

     No tiene desperdicio esa foto, ni siquiera en sus valores estéticos, con tanto sabio disfrazado de goajiro y  un antiimperialista vestido  militarmente para imponer su Imperio, mediante el dulce lenguaje de las armas. Eso si, en esta foto memorable  hubo solo un digno ausente: el único país de América que hoy puede ufanarse de usar  un par de micheleti para impedir su esclavitud.
El futuro nos dirá si el análisis de esta foto sirvió para mostrarnos a los latinoamericanos que el enemigo no esta al norte sino en el pleno centro de nuestras creencias y  comportamientos. Allí  tal vez encontremos la verdadera razón de nuestra pobreza.

Amanecera y Veremos.

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