Opinión Nacional

La visita del hermano Ahmadinejad

La visita del siniestro «hermano» Ahmadinejad es la más reciente boutade de Chávez para llamar la atención universal. Cuando su atractivo planetario anda de capa caída, aplica su lema: «Jodo, luego existo» para tratar de llamar la atención. En este decisivo año electoral, considera necesario volver a las carteleras mundiales.
Hace varios años Chávez descubrió una forma fácil y rápida de coger titulares en la prensa nacional e internacional. Hacer y decir cosas estrafalarias para robarse el show se convirtió en parte de su arsenal publicitario. Al comienzo hacía cosas infantiles e inofensivas como llamar diablo a Bush en las Naciones Unidas. Poco a poco se ha ido haciendo repetitivo y fastidioso.  
Ahora que se sabe débil trata de asustar al mundo con sus nada platónicos amores con Ahmadinejad. Estas alianzas huecas son rugidos de ratón,  ridículos pero peligrosos. Su atracción por el persa con misiles nucleares a bordo de su alfombra voladora, puede resultarle fatal. Entretanto, la demencia senil no le permite a Fidel asesorarlo como antes. El barbudo es tan inconsistente que ayer declaro urbi et orbi que el mundo va directamente al abismo y al socialismo. Coincido con el anciano comunista. Es mejor no ir hacia el socialismo para evitar caer en un insondable abismo. Antes había dicho que comunismo y socialismo eran la misma cosa. Parece que con la edad Fidel está aprendiendo.

¿Qué ganamos con nuestra azarosa alianza con los persas? Absolutamente nada. Irán está siendo presionado no solo por los americanos y los europeos sino ahora también por los chinos y los japoneses. Si se detecta alguna interacción impropia entre esta extraña alianza pronto estaremos sufriendo un embargo que le va a golpear el bolsillo a Chávez en un año electora.. ¿Qué le podemos comprar a ese país que tenga sentido, dadas las enormes distancias? ¡Nada!  ¿Qué le podemos vender? Probablemente uranio y también podemos triangular armas con los rusos. Si Chávez lo hace y somos descubiertos tendremos embargo para rato. Pero hay cosas peores. ¿Estará buscando subir el precio del petróleo con esta jugada? Estaría jugando con fuego.

Si por desgracia Irán entra en guerra contra el mundo occidental, Chávez nos colocará en un conflicto en el que no tenemos nada que buscar, salvo un despiadado ataque armado. Entre Occidente e Irán las hostilidades podrían comenzar en cualquier momento, si creemos la postura desafiante de los altos jefes militares iraníes. Para los milicos iraníes el embargo petrolero propuesto por la Unión Europea es una guerra económica. Por eso respondieron con un ultimátum melodramático a los yanquis para que saquen su flota del Golfo Pérsico. La flota todavía sigue allí como si nada y los estadounidenses dijeron que no tienen intención de retirarse. Por fortuna hasta ahora solo ha habido fuego verbal.

En medio de la pirotecnia oral hay algunos síntomas de cordura en Irán. El canciller Ali Akbar Salehi declaró de los dientes hacia afuera no estar preocupado por el embargo petrolero. Luego agregó que Irán más bien prefería reabrir las conversaciones sobre el tema nuclear. Entretanto Ahmadinejad no está muy seguro en su cargo. El propio Ayatola Ali Khamenei no está feliz con su desempeño, y Khamenei es el «Líder Supremo». La situación entre los dos es tensa. Se rumora que Ahmadinejad podría desconocer a su jefe.  Por ahora Khamenei tiene la última palabra en la teocracia persa.

¿Qué busca Ahmadinejad por estos lares? Respaldo de Fidel, Chávez, Ortega, Correa y Evo para enfrentar al mundo occidental o para tumbar al Ayatola? Dorarse en las playas del Caribe? ¿Cuántas bombas atómicas tienen entre todos ellos? ¿Cuántos locos portadores de bombas suicidas podemos enviarle al hermano persa? Este viaje es un show para consumo interno persa y demostrarle al Ayatola que Ahmadinejad es popular en el extranjero, para que no lo defenestre.

Chávez es un irresponsable al acercarse a Ahmadinejad en estas circunstancias. Gobernante seria es Dilma Roussef, que ha hecho que Brasil marque distancia con el loco iraní. Nuestro demente en cambio adora a su hermano el orate persa. ¿Quién asesora a Chávez sobre Irán? ¿Quién habla farsi en nuestra cancillería? ¿La Casa Militar tiene a mano una camisa de fuerza? «Por ahora» el desaire de enviar a Jaua a recibirlo al aeropuerto parece un buen comienzo. El bozal de arepas de $5 mil millones que le ofrece al persa para edulcorar su orgullo herido es una estupidez.

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