Opinión Nacional

Leyendo a Kershaw

En su última biografía, el historiador (%=Link(«http://www.cosmopolis.ch/english/cosmo12/hitler.htm»,»Kershaw»)%)
afirma, entre otros, los siguientes conceptos que tal vez nos sirvan para reflexionar : “La combinación de un caudillaje centrado en una misión ideológica de regeneración nacional y purificación racial, una sociedad con suficiente fe en su caudillo como para perseguir los objetivos que él parecía proponerse y una administración burocrática competente capaz de planificar y ejecutar una política, por muy inhumana que fuese, y deseosa de hacerlo, nos ofrece un punto de partida- decimos nosotros- para entender el fenómeno del por qué de una dictadura carismática”.

Más adelante en su introducción al análisis del personaje histórico objeto de su biografía, cita a Plutarco: “Cuando el destino eleva a un personaje ruin por hechos de gran importancia, pone al descubierto su falta de sustancia”. Aclara el autor que esta frase se le ha aplicado a (%=Link(«http://www.stel.ru/stalin/»,»Stalin»)%), aunque reconoce que resulta tentador invocarla una vez más.

Pero tal vez lo más importante en su libro no es tanto describir y analizar al personaje sino en “el carácter de su poder”, y en ese sentido sostiene que “el peso de su poder ha de verse sobre todo no en atributos específicos de la ‘personalidad’, sino en su papel como Führer, un rol que sólo podía ser factible con el menosprecio, los errores, la debilidad y la colaboración de otros.” Así que, para poder explicar su poder, debemos en primer término mirar a los otros… Es por ello, según el autor, que el poder que ese líder ejerció fue de carácter extraordinario, porque no basó su derecho al poder como jefe de un partido sino en su misión histórica de salvar a su país, es decir, que su poder tenía fundamentalmente una base carismática, y en tal sentido se apoya en la opinión de uno de los analistas más inteligentes del fenómeno nazi, (%=Link(«http://www-gap.dcs.st-and.ac.uk/~history/Mathematicians/Neumann_Franz.html»,»Franz Neumann»)%), quien afirma: “Hace mucho tiempo que se menosprecia y ridiculiza el poder carismático, pero parece tener hondas raíces y se convierte en un estímulo potente cuando se dan las condiciones psicológicas y sociales adecuadas. El poder carismático del caudillo no es un mero fantasma: nadie puede dudar que hay millones de individuos que creen en él”

Continúa más adelante el autor describiendo algunos de los rasgos fundamentales de la personalidad del personaje y explica que aparte de las circunstancias que le facilitaron el acceso al poder, “no hay por qué minimizar lo que contribuyeron a su obtención y su ejercicio del poder la decisión, la inflexibilidad, la implacabilidad en la eliminación de los obstáculos, su habilidad cínica, el instinto de jugador que se lo juega todo en una sola carta. Estas características ayudaron, todas ellas, a conformar la naturaleza de su poder. Estos rasgos de carácter se unían en un elemento primordial del impulso interior de su personalidad: su egomanía ilimitada”. Sostiene el autor que su único afrodisíaco era el poder, que el poder para él era devorador y que era un suicida potencial por excelencia, ya que no tenía vínculo alguno fuera de su propio “ego”. “ … Se halla en la posición privilegiada del que no ama a nada ni a nadie más que a si mismo…puede atreverse por tanto a todo, con tal de preservar y aumentar su poder….que es lo único que se alza entre él y la muerte rápida”.

Esa visión dramática y tensa de un hombre devorado por la satisfacción de lograr al fin, a través del poder, su reivindicación biográfica es tal vez uno de los hechos más salientes de este texto, y para concluir estas reflexiones, derivada de la lectura apasionante de esta biografía de Hitler, culmina diciendo lo siguiente, que bien pudiera explicar otros fenómenos históricos y políticos parecidos: “ Esa búsqueda implacable de una expansión cada vez mayor del poder no podía aceptar ninguna disminución , ninguna limitación, ninguna restricción. Se basaba, además, en la continuación de lo que se consideraban “grandes logros”. La megalomanía progresiva, al no poder aceptar ninguna limitación, contenía inevitablemente las semillas de autodestrucción del régimen….”

Estas citas han sido extraídas de la extraordinaria Biografía de Hitler que escribió en 1998 el profesor (%=Link(«http://www.cosmopolis.ch/english/cosmo12/hitler.htm»,»Ian Kershaw»)%), y como suele decirse en la películas, cualquier parecido con la realidad es mera casualidad.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba